Comience a reflexionar y se haga la siguiente pregunta:¿Cree usted que hay algo en su vida responsable de su felicidad y sin el cual usted no podría funcionar? También puede reformularla de otra forma: ¿Hay algo que creo que necesito y que debo conseguir, de lo que mi vida no tendrá sentido?
Si usted contestó afirmativamente, probablemente esté siendo esclavo del apego. Cuando sufrimos de apego, creemos de forma irrealista que el vínculo que creamos con esa persona o cosa en particular nos dará tres cosas que el ser humano siempre buscó y pretendió conseguir: una de ella es la felicidad, esa sensación de bienestar y placer tan esperada, pero que no sabemos bien de dónde viene.
Cuando estamos obsesionados por algo o alguien, pensamos erróneamente que la felicidad que sentimos es gracias a ella, a esa cosa que está en nuestro exterior, en vez de pensar que nace de nosotros mismos, del hecho de apreciar o no las cosas que tenemos , del hecho de reclamar en menor o mayor intensidad sobre lo que falta en nuestra vida y de cómo lidiamos con lo que decimos a nosotros mismos. Por otro lado,cuando estamos apegados, pensamos que tenemos total seguridad.
Es como si ese objeto de apego nos protegiera de catástrofes mentales como la sociedad, la seguridad económica o una vida confortable.Podemos observar esto en muchas relaciones nocivas en las cuales uno de los compañeros es dependiente del otro, aunque todo sea un tormento y el amor brille por su ausencia. La persona apegada continúa en esa relación a causa de su miedo irracional de quedarse solo en el mundo. Ella creó una catástrofe que la bloquea e impide tomar una decisión conforme a la lógica y su propio bienestar.Además de la felicidad y la seguridad,
cuando nos agarramos a algo pensamos que nuestra vida tiene sentido gracias a eso y al que nos estamos agarrando, y que si alguna vez lo perdimos, la vida dejaría de ser placentera, perderíamos el rumbo y los sueños. Es claro que eso no es más que fantasías que los seres humanos creamos en nuestras mentes y que nos hacen sufrir de manera exagerada.
Agarrarse a algo o alguien genera mucho dolor, además de angustias y preocupaciones.Si nos obsesionamos, estar siempre ansiosos debido a la posibilidad de perder lo que ha costado tanto conseguir y que creemos que da sentido a nuestra existencia."Nuestros problemas existen debido a un apego apasionado a las cosas ya los deseos que nunca se satisfacen por completo, entonces generan aún más angustia. Nosotros percibimos las cosas como entidades permanentes. En el esfuerzo de conseguir estos objetos de nuestro deseo, empleamos la agresión y la competencia como herramientas supuestamente eficaces, y nos destruimos cada vez más en el proceso. "
-Dalai Lama-Además, si algún día perdimos esa cosa o esa persona, se caía en una depresión profunda, pues como habíamos creído que nuestra fuente de bienestar y felicidad era esa persona, objeto o idea, ya no habrá nada que nos haga sentir así de nuevo y vamos a ser muy infelices.¿Cómo saber si sufro de apego?Estar apegado a algo o alguien puede pasar desapercibido, ya que tenemos una gran habilidad de engañarnos a nosotros mismos.
Aprenda a reconocer algunas de las señales que indican si usted se está agarrando demasiado:
Si usted percibe que está obsesionado:
usted está sufriendo de apego emocional si percibe que sus deseos se han vuelto necesidades absolutas, que usted ya no se siente satisfecho, y necesita cada vez más para estar bien. Usted ya no prefiere o quiere, pero sí necesita estar muy cerca de esa fuente de felicidad para poder funcionar adecuadamente en la vida. Es algo parecido a lo que ocurre con las drogas, el adicto necesita una dosis cada vez más alta para poder sentir el mismo placer que sentía al principio.Falta de autocontrol:
- las personas que están agarradas a algo no son capaces de regular su propio comportamiento y realizan actos compulsivos, viscerales, sin un raciocinio lógico. Es como si la persona estuviera fuera de sí y se hubiera convertido en un esclavo del exterior. Ella deja de ser dueña de la propia vida y pasa a ser un dependiente de su objeto de apego.Sufrimiento exagerado si eso a lo que estoy apegado no está cerca:nuestro organismo prepara un cóctel emocional muy poderoso, semejante al síndrome de abstinencia, por no tener el objeto de deseo al lado.
- Mantener el vínculo obsesivo aunque nos haga mal:si sabes que eso te está haciendo sufrir y continúa en esa misma situación sin encontrar suficientes fuerzas para desprenderse, estás agarrado y crees que no puedes vivir fuera de ahí ... ¿Crees equivocadamente que no puedes vivir fuera de ti? la vida será aún peor si sale de esa situación, pero la verdad es que es esa situación que no le deja ver todo lo que la vida tiene para ofrecer. Usted está con los ojos vendados y no es capaz de ver más allá.
- Aprender a soltarPara crecer emocionalmente y sentirnos personas más fuertes, libres e independientes, tenemos que practicar la filosofía del desapego o del desprendimiento. No quiere decir que tengas que sacar de tu vida todo lo que te gusta o genera placer, sino todo aquello con lo que está obsesionado, lo que crees necesitar para ser feliz y sin el cual no puedes funcionar correctamente.
- Se trata de no ser esclavo de nada ni de nadie, sino de ser nuestro propio amo, el dueño de nuestra vida.
Para ello tienes que practicar algunos pasos:
Cambia el "preciso" por el "deseo" o "prefiero". Tenga conciencia de que no somos dueños de nada ni de nadie, y que por lo tanto nada nos pertenece, pero podemos disfrutar de lo que tenemos en el momento presente.
Enamorarse y soñar, pero sin sufrir por la persona, ya que realmente no la necesitamos.Practique el desapego en su vida cotidiana:deshágase de aquello que ya no usa, corte radicalmente el contacto con esa persona que te hace mal ... sea valiente!Y recuerde ... a veces, agarrar es más perjudicial que soltar!