El destino coloca a muchas personas en su vida, pero solamente las mejores permanecen

El destino coloca a muchas personas en su vida, pero sólo las mejores permanecen. Aquellas personas con las que tenemos los vínculos más sinceros y fuertes se establecen en nuestras vidas para quedar atadas a nuestros corazones. Decimos "corazón" como una forma de simbolizar nuestro mundo emocional y social, del que bebemos los goles de energía que nos vinculan a la vida, al mundo ya la sociedad a la que pertenecemos.

Que esta afirmación sea verdadera también depende mucho de cómo nosotros mismos somos y de las personas que se acercan a nosotros, siendo esto lo que determinará la oportunidad de rodearnos de personas que permanezcan a nuestro alrededor.

Relaciones frágiles y relaciones sólidas Como ya comentamos en otra ocasión, es probable que sintamos a muchas personas, pero quizá no mantengamos contacto porque aunque nos amen, no nos hacen bien.

Póngase en la situación y recuerde amistades o amores con los que constantemente discutía, lo que provocó conflictos que no se pudieron resolver. En otros momentos basta pensar que existen relaciones que quitan nuestra libertad por sí mismos, por actitudes inquisitivas por parte de la otra persona o por la propia dinámica que creamos conjuntamente.

En este punto es importante que nos responsabilizamos y no seamos victimistas, pues la situación que crea y rodea una relación frágil que la fisura necesita ser analizada pacientemente desde el corazón. Por lo tanto, como si fuera un abanico de colores, hay que reconocer que a veces no somos los colegas ideales en determinados momentos y que es normal que algunas relaciones no prosperen. Es parte de la naturaleza intrínseca del ser humano que el propio entorno y el propio mundo emocional están en constante cambio. En gran medida, dependiendo de cómo manejamos este mundo mutante, algunas personas permanecerán y, con ellas, crearemos relaciones sólidas. Es una cuestión de compatibilidad, de esencia y de miradas íntimas que nos alimentan. Sin embargo, podemos hacer algo para reforzar nuestras relaciones y construir bellos pilares que las sustenten. Aquí presentamos algunas premisas fundamentales para crear relaciones saludables y sólidas:

Escuchar para comprender

, no para responder.Ser noble y no manipular, así como mantener la lealtad.

Mantener nuestras propias promesas. Ser sinceros y francos con aquellos que nos rodean. Ser atento y detallista.

No competir. Pedir disculpas cuando sea necesario y perdonar. Los problemas no surgen de la nada y generalmente todos somos responsables. La persona que baila con usted en la lluvia será la que caminará con usted bajo una tempestad.

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  • No es fácil superar la decepción de romper relaciones con personas especialesHay situaciones en las que depositamos nuestra confianza en una relación y lo que sucede nos decepciona. No es bueno hacerse de víctima, pero sin duda
  • lidiar con estas decepciones suele ser complicado y doloroso.
  • Generalmente las decepciones suelen ser precedidas de un malentendido. Sea porque nosotros mismos no supimos expresarnos o porque la otra persona no pudo conectarse con nosotros como necesitábamos, el hecho es que
  • gran parte de las rupturas sucede porque alguno de los principios que comentamos se rompió.
  • Después de esto tendremos que lidiar con un profundo sentimiento de decepción que, sin duda, es la suma de nuestra responsabilidad, la de la otra persona, y la de las dos como creadoras de una relación. Por eso, en estos casos es bueno analizar el propio ego y ver si hay alguna forma de resolver los problemas creados, de conversar con el corazón y cerrar heridas.
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  • Si esto no es posible,
queda simplemente asumir que hay personas que vienen y van. Al final, como alguien dijo alguna vez, existen circunstancias de vida que nos limitan y otras que nos dan alas; personas que colocan más piedras en nuestra propia mochila y personas que se encargan de aliviarla; personas que traen oscuridad y otras que hacen de todo para venir a brillar.No vale la pena pasar tiempo con personas que no nos permiten ser felices; no vale la pena luchar por aquellos que nos ignoran constantemente.

Valoramos a las personas que nos acompañan en los buenos y en los malos momentos.

Seamos conscientes: la gente viene y va y eso depende en gran parte de nuestras elecciones.