A veces la gente necesita vaciar los cajones del alma y rehacer la disposición

El vacío en el pecho es tan grande, que no puedo definir lo que estoy sintiendo. Sólo está ... Vacío ... - ¿Qué estoy haciendo de mi vida?

- Ten cuidado de no ser una persona infeliz y sola. Es muy malo ser una persona sola.
- Sólo cuida para usted no estar buscando la felicidad al resto de la vida y nunca encontrar.
¿Qué estoy haciendo de mi vida?

Hoy estoy sintiendo todo vaciado.

Las promesas y planes que hice a mí misma se están distanciando. Las luces se apagaron. Las cortinas no cerraron, pero el teatro está quedando vacío, sólo aquellas sillas vacías y aquel eco en un inmenso salón donde hace pocos minutos se presentaba sentimientos tan intensos y profundos. ¿Me mentir?

¿Creé una ilusión en mi mente, una proyección irreal de lo que podría ser mi vida? ¿Estoy arrastrando a la gente conmigo, heriendo sentimientos? ¿Qué estoy haciendo de mi vida?

Fue con esos sentimientos conflictivos que tomé una de las decisiones sobrias, más llena de certezas dudosas de mi vida. Lo vacié todo. A veces, no puede retroceder y recomenzar de un punto determinado.

A veces el desorden es tan grande que la gente necesita vaciar los cajones del alma y rehacer la disposición

Plano arriesgado ...

Hay piezas que no caben más en cajón ninguna, ni siquiera saben cómo se detuvo allí. Otras piezas resurgen en la memoria, en el recuerdo, la gente siente ganas de ponerlas nuevamente en nuestra vida. Algunas nos enternecen el corazón ... Adoramos, pero no sirven más. No se puede guardar un poco más, mientras que la gente espera para ver si vuelve a encajar. No sería justo ... Pero sólo da para tener esa visión, vaciando todo y cambiando los espacios del corazón. De repente, todo quedó vacío. Vaso demasiado.

Yo fui vaciando el alma con una serenidad que me sorprendió a mí misma, observando los espacios surgir en cada movimiento mío, tratando de entender por qué tenía esa extraña manía de deshacer tanto las cosas al punto de perderme en mis confusiones. Es que me gusta abrazar el mundo.Voy guardando en los cajones todo lo que encuentro, voy absorbiendo más de lo que mi alma es capaz de soportar.

Cuando está abarrotada, ya no puedo organizar, voy entuchando todo dentro, con la esperanza de que mi alma soporte. Pero no soporta ... Y necesito reorganizarme. Es una tarea indelegable ... Pena ... Nadie puede hacer eso por mí. Pena ... Porque soy muy desorganizada y detesto arreglar las cosas. Por eso hasta hoy he sido tercerizando ese trabajo, permitiendo que quien tiene el don de mantener todo en orden (o al menos más en orden que yo), arreglara mi desorden. Después yo no encontraba nada más dentro de mí, porque no sabía dónde estaban mis cosas ... Alguien siempre me arreglaba para mí. Descubrí que desarrollé la más plena incompetencia en mantener el orden dentro de mí.

Percibí que toda la vida siempre dejé que lo hiciera por mí

, de una manera u otra, incluso en los momentos en que yo llenaba la boca para decir que yo era dueña de mí, había alguien sorpresivamente o conscientemente organizando mi lío, ganando el espacio que fui permitiendo existir, aunque era tan mío. No respeté mi necesidad de mirarme y entender cómo funciono.¿Cómo debo organizar mi desorden, de modo que, aun dejando todo medio desordenado, ya que es así como yo, yo puedo encontrarme dentro de mi interior.

La manera fue vaciar todo ... Y arreglar todo de nuevo, sola. "No tienes que hacer eso sola". Ah, tengo sí ... lo necesito. Necesito yo mismo decidir dónde colocar cada cosa, sin influencias de personas y sentimientos. Necesito parar de repetir "¿Qué hice de mi vida?", Y convencerme de que la vida es así, esa eterna danza de arreglar el desorden, y de que soy capaz de organizar mi propia vida.

Después de todo, no dicen que donde está todo siempre organizado, existe ausencia de una vida bien vivida? Ahora quedó todo vacío ... Confieso que a veces da miedo de lidiar con ese desorden todo, miedo del trabajo que va a dar. Voluntad de dejar todo como está e ir administrando. Pero no puedo más. Estoy perdida dentro de mí ...

Ahora las luces se apagaron. Se quedó todo vacío, gris, casi sombrío. Estoy experimentando una extraña sensación, no sé cómo describir.

No puedo llorar, no siento felicidad, no siento miedo, ni arrepentimiento.

Estoy seguro de que necesito guardar mi alma y conocer los espacios que hay dentro de ella. De aquellas certezas que nos llegan inmersas en dudas. La gente siente miedo, pero allá en el fondo sabe, siente ... Sabe lo que debe hacer. No era lo que quería. Quería tener todo lleno, arreglado, organizado y funcionando perfectamente en mí. Pero me perdí en mi desorden y necesitaba vaciar todo para recomenzar.

Si quieres saber ... Está quedando todo vacío ... Creo que estoy con un poco de miedo a los ecos que voy a empezar a escuchar mientras trato de arreglar las cosas. Pero yo necesito conocer los espacios dentro de mi alma. Parar el desorden de mi vida.

Dejar de dejar que la gente me arregla. Dejar de desarreglar a los demás mientras me desojo.

Confieso que tengo miedo de ese vacío ... Y yo no puedo llorar ...