A veces, tendremos que atravesar el luto por alguien que todavía está vivo

Cuando nos separamos de alguien por otras causas que no la muerte, también tendremos que atravesar el duelo. Toda forma de separación trae dolor y nostalgia y también tiene su tiempo de curación y cicatrización.

Ya sobreviví al luto de amigos, de seres queridos, de mi madre - travesía más que dolorosa - y ahora, atraves un luto amargo por mi gatita amada. Se trata de un período muy duro, oscuro y solitario, porque lo que toma cuenta de la gente es sólo nuestro, nadie más puede ver. De ahí que haya mucha incomprensión por parte de algunas personas. Como toda tempestad emocional, el luto nos lleva a pensar ya repensar nuestra vida, la forma en que vivimos, la dimensión del amor que sale de nosotros y que entra en nosotros. La gente compara, intenta entender, recuerda, llora, se revuelta, llora, intenta volver a la normalidad, pero llora. Ojo a mi alrededor y percibo que cada uno tiene su luto propio, que desborda con más o menos intensidad. Aprender, así, que no se debe juzgar o comparar el dolor de nadie. El dolor es para ser entendida y consolada, jamás menospreciada.

Mi padre siempre me decía que para todo hay una manera, menos para la muerte. Y es verdad, pues mientras haya vida, existirán otros caminos. Ya cuando la vida se ha ido, el único camino será de dolor, nostalgia y reenguimiento interior. Todo pasa, dolorosamente, poco a poco, pero pasa. Por otro lado, muchas veces tendremos que atravesar el luto por alguien que se fue de nuestras vidas, pero sigue por ahí, hermoso, ligero y suelto.

Atravesar el luto por alguien que no se fue de este mundo

Cuando nos separamos de alguien por otras causas que no la muerte, también tendremos un luto a ser enfrentado por el frente.

Miraremos alrededor y la persona ya no estará ocupando nuestros espacios, pero estará aún habitando el mundo y lejos de nosotros. Y sufriremos de la misma manera, aún más imaginando donde el otro está, con quien, haciendo lo que, si está más feliz que nosotros, se siente nuestra falta, en fin, la separación sin la muerte también trae dolor y nostalgia. También tiene su tiempo de curación y cicatrización. La vida, como se ve, nos obligará a aprender que la gente tiene que continuar

, muchas veces sin lo que queríamos, de una forma totalmente diferente de aquella con que tanto soñábamos, teniendo que sobrevivir con ausencias dadas, mientras el alma se lágrimas. A pesar de que nadie sustituye a nadie, siempre podremos ir al encuentro de nuevos amores, nuevas amistades, nuevos animales domésticos, para que nuestro amor no sufoque dentro del pecho y encuentre otra morada donde pueda reposar con verdad. Es así que el amor no muere.