Presenciar actos de bondad tiene un gran poder sobre las personas. Las acciones completamente altruistas y desinteresadas provocan en quien las ve sentimientos de paz y tranquilidad que, por llegar de forma inesperada, quedan grabadas y perduran.
Pero, ¿por qué presenciar actos de bondad es tan benéfico? ¿Qué nos hace sentir bien cuando vemos a otras personas trabajando de manera altruista en beneficio de otros? "Todo acto de bondad es una demostración de poder."
- Miguel de Unamuno -
Ver actos de bondad nos llena de paz y gratitud
Presenciar un acto de bondad auténtica transmite un sentimiento de paz y alegría que perdura.
Algunos de estos actos, aunque parezcan insignificantes, pueden quedarse en nuestra memoria y ser inspiradores en momentos difíciles. Cuando somos testigos de un acto de bondad podemos estar asistiendo a lo que Abraham Maslow llamó "experiencias pico", estos momentos de asombro, maravilla y un sentido de lo que es correcto que nos hace sentir inmensamente agradecidos por estar vivos.
Fe renovada en la naturaleza humana
Jonathan Haidt llama estas experiencias de euforia y las describe como una sensación de calor en el pecho, una sensación de expansión en el corazón, un mayor deseo de ayudar y un aumento en el sentido de conexión con los demás.
Para Haidt
un acto de bondad es una manifestación de la naturaleza humana superior o mejor. De hecho, ésta puede ser una de las razones por las cuales esta experiencia ocurre: Un acto de bondad que trae una fe renovada en la naturaleza humana ofrece un rayo de esperanza en medio del caos y los conflictos de la vida cotidiana.
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El altruismo nos hace más humanosEl sentido de conexión mencionado por Haidt es importante.
El altruismo trasciende la separación que a menudo experimentamos como seres humanos.
Él nos conecta unos con otros. De hecho, sólo es posible el altruismo puro porque, en el nivel más profundo, todos los seres humanos son parte de la misma red de la conciencia. La persona que realiza un acto de bondad seguramente será el destinatario de otro acto altruista. Y cuando somos testigos de este acto también nos transformamos en parte de la red.
O sea,
los actos de bondad tienen efectos positivos en tres vías: lo que hace, lo que recibe y lo que presencia.
"Las almas bellas son las únicas que saben todo lo que hay de grande en la bondad." - François Fénelon -
La bondad es positiva para el sistema inmunológico
Diversos estudios científicos han demostrado que el acto de bondad tiene un efecto positivo en el bienestar el sistema inmunológico
y el aumento de la producción de serotonina en el cerebro. La serotonina es un neurotransmisor natural que se ocupa de la regulación del estado de ánimo y ayuda a controlar la ansiedad. La serotonina se considera una sustancia para sentirse bien porque sirve como una vía para producir placer en el cerebro.
Uno de los resultados de las investigaciones más fascinantes de los últimos años es que cada vez que un simple acto de bondad se extiende de un ser humano hacia otro, da lugar a una mejora significativa en el funcionamiento del sistema inmunológico y aumenta la producción de serotonina tanto en quien ofrece el acto como en quien lo recibe. Lo que fue más sorprendente para los investigadores fue comprobar que las personas que observan el acto de bondad también experimentan un refuerzo similar en el sistema inmunológico y un aumento en la producción de serotonina.
Ser bondadoso para sentirse mejor
Los beneficios de la bondad no se limitan al fortalecimiento del sistema inmunológico ya la producción de serotonina. Las investigaciones demostraron que los que habitualmente se dedican a actos de bondad experimentan un alivio de la tensión, reducción del dolor crónico e incluso mejoran sus problemas de insomnio. Christina Carter explica que las personas que trabajan como voluntarias tienden a experimentar menos dolores e incomodidades que las otras.
Además, ofrecer ayuda a los demás protege la salud dos veces más que la protección ofrecida por la aspirina contra las enfermedades del corazón.