Son muchas las investigaciones en las que intentaron establecer cuál es la característica común a los grandes hombres y mujeres que inspiraron a la humanidad. Todo parece indicar que la virtud más decisiva es la perseverancia. Muchas de las grandes conquistas son una inspiradora lección de tenacidad y lucha contra las adversidades. La perseverancia es una virtud compleja, casi un don.
Cuando es verdadera, alimenta la tenacidad y la voluntad frente a las dificultades ya los obstáculos. Para conseguir mantener esa voluntad férrea frente a las adversidades, es necesario saber lo que se quiere, a dónde se quiere llegar y por qué. Normalmente, esto es el resultado de un proceso de reflexión y formación de carácter. "El arte de vencer las grandes dificultades se estudia y se adquiere con la costumbre de enfrentarse a las pequeñas." -Cristina Trivulzio di Belgioioso-
Quien piensa que los grandes hechos toman forma desde el principio se equivoca.
En general, todo comienza con una pequeña semilla que va siendo regada, va creciendo, y llega un momento en que toma su propio camino de crecimiento. La leyenda del niño y la estrella del mar explica, de una forma sencilla, de lo que se trata todo esto.
Una leyenda inspiradora y realista Era una vez un hombre que vivía cerca de una playa. Todos los días, cuando se despertaba, lo primero que hacía era dar una vuelta por la arena. Un día cualquiera se sorprendió con lo que encontró en su paseo matutino.
Había cientos de estrellas del mar tiradas por toda la costa.
Era muy extraño. Tal vez el mal tiempo o los vientos de noviembre fueran los responsables de ese fenómeno. El hombre lamentó la situación. Él sabía que las estrellas del mar no podían vivir más de cinco minutos fuera del agua. Todas estas criaturas morir en poco tiempo, si es que ya no estaban muertas mientras él caminaba al lado de ellas. "¡Qué triste!", Pensó. Sin embargo, no vino a su mente ninguna idea inspiradora. Al avanzar un poco vio a un niño que estaba corriendo de un lado a otro en la arena. Él estaba agitado y sudado. "¿Qué estás haciendo?", Preguntó el hombre.
"Estoy devolviendo las estrellas al mar" , respondió el niño , que estaba muy cansado.
El hombre pensó por un momento. Él encontró un absurdo lo que el niño estaba haciendo. No pudo sostener el impulso de decir lo que pensaba. "Lo que estás haciendo es inútil. Yo caminé por un largo trecho y hay miles de estrellas. No tiene sentido hacer eso ", declaró.El niño, que tenía en las manos una estrella del mar, respondió:"¡Ah! ¡Con certeza tiene sentido para esta! "
Pequeñas acciones, grandes hechos La pequeña leyenda del niño y la estrella del mar nos muestra el valor de las pequeñas acciones.A veces no podemos ver el valor de las pequeñas acciones. Esto sucede porque no estamos con nuestro comportamiento volcado a los valores, sino a los resultados. Es como si veamos el mundo en base a la cantidad y el tamaño, no en el significado y la esencia. Todo gran hecho comienza con pequeñas acciones. Es rara una jornada que comienza con pasos largos. En realidad, los comienzos suelen ser duros y costosos, de manera que quien no aprende a dar significado a una flor, difícilmente va a encontrar algún sentido en la naturaleza. Igualmente, quien ignora el valor de un pequeño sacrificio, difícilmente va a construir un sentido para el esfuerzo.
El carácter suele fortalecerse a partir de pequeñas restricciones, de discretas disciplinas.
El primer gran obstáculo para los grandes sueños son los pequeños escepticismos de aquellos que están a su alrededor. Dar significado a lo que es pequeño es una forma inspiradora de vivir. La perseverancia es, por encima de todo, descendiente de los valores. Es necesario tener una gran convicción para resistir las dificultades y los tropiezos que siempre están presentes cuando se fija un objetivo valioso. Lo peor es que muchas veces nos dejamos invadir por un pensamiento totalitario. Aquel que dice que si no hay "todo", entonces no hay "nada". Por su parte, ese esquema mental es un veneno para la motivación.
Si usted relacione sus grandes sueños y sus aspiraciones a los valores humanos, será mucho más fácil encontrar la fuerza que usted necesita para seguir adelante. Por otro lado, si usted se concentra sólo en los resultados inmediatos, es probable que la frustración aparezca. Las grandes catedrales fueron construidas piedra por piedra. La inspiradora leyenda del niño y la estrella del mar nos dice que el pequeño tiene sentido, y la verdad es que vale la pena aprender a ver así.