La herencia emocional de nuestros antepasados ​​

La herencia emocional es tan decisiva como intransigente e impositiva. Estamos equivocados cuando pensamos que nuestra historia comenzó cuando emitimos nuestro primer llanto. Pensar de esa forma es un error, porque así como somos el fruto de la unión del óvulo y del esperma, también somos un producto de los deseos, fantasías, miedos y toda una constelación de emociones y percepciones que se mezclaron para dar origen a una nueva vida.

Actualmente hablamos mucho sobre el concepto de "historia familiar". Cuando una persona nace, comienza a escribir una historia con sus acciones. Si observamos las historias de cada miembro de una familia, encontraremos semejanzas esenciales y objetivos comunes. Parece que cada individuo es un capítulo de una historia más grande, que se está escribiendo a lo largo de diferentes generaciones. "La verdad sin amor duele. La verdad con amor cura. "

-Anónimo-
Esta situación fue muy bien retratada en el libro" Cien Años de Soledad ", de Gabriel García Márquez, que muestra cómo

el mismo miedo es repetido a través de diferentes generaciones hasta que se vuelve realidad y termina con toda un linaje . Lo que heredamos de las generaciones anteriores son las pesadillas, los traumas y las experiencias mal resueltas.La herencia de nuestros antepasados ​​que atraviesa generaciones

Este proceso de transmisión entre las generaciones es algo inconsciente. Normalmente son situaciones ocultas o confusas que causan vergüenza o miedo. Los descendientes de alguien que sufrió un trauma no tratado soportan el peso de esa falta de resolución.

Ellos sienten o presumen que existe "algo extraño" que gravita a su alrededor como un peso, pero que no puede definir lo que es. Por ejemplo, una abuela que ha sido abusada sexualmente transmite los efectos de su trauma, pero no su contenido. Tal vez incluso sus hijos, nietos y bisnietos sientan una cierta intolerancia hacia la sexualidad, o una desconfianza visceral de las personas del sexo opuesto, o una sensación de desesperanza que no pueden explicar. Esta herencia emocional también puede manifestarse como una enfermedad. El psicoanalista francés Françoise Dolto, dijo,

"lo que es callado en la primera generación, la segunda carga en el cuerpo".

Así como existe un "inconsciente colectivo", también existe un "inconsciente familiar" . En ese inconsciente están guardadas todas las experiencias silenciadas, que están escondidas porque son un tabú: suicidios, abortos, enfermedades mentales, homicidios, pérdidas, abusos, etc. El trauma tiende a repetirse en la próxima generación, hasta encontrar una manera de llegar a ser consciente y ser resuelto.

Estas incomodidades físicas o emocionales que parecen no tener explicación pueden ser "una llamada" para que tomemos conciencia de esos secretos silenciados o de aquellas verdades escondidas, que probablemente no están en nuestra propia vida, sino en la vida de alguno de nuestros antepasados.

El camino para la comprensión de la herencia emocional Es natural que ante las experiencias traumáticas las personas reaccionan tratando de olvidar. Tal vez el recuerdo sea muy doloroso y ellas creen que no serán capaces de soportarla y trascenderla. O tal vez la situación comprometa su dignidad, como en el caso de abuso sexual, en que a pesar de ser una víctima, la persona se siente constreñida y avergonzada. O simplemente quieren evitar el juicio de los demás. Por eso, el hecho es enterrado y la mejor solución es no hablar de asunto.

Este tipo de olvido es muy superficial.

En realidad el tema no está olvidado, el recuerdo es reprimido. Todo lo que reprimimos se manifiesta de otra forma. Es más seguro cuando vuelve a través de la repetición. Esto significa que una familia que haya vivido el suicidio de uno de sus miembros probablemente va a experimentar de nuevo con otra persona de una nueva generación.Si la situación no ha sido abordada y resuelta,

quedará flotando como un fantasma que volverá a manifestarse tarde o temprano. Lo mismo se aplica a todos los tipos de trauma.

Cada uno de nosotros tiene mucho que aprender de sus antepasados. La herencia que recibimos es mucho más amplia de lo que suponemos. A veces nuestros antepasados ​​nos hacen sufrir y no sabemos por qué. Tal vez hemos nacido en una familia que ha pasado por muchas vicisitudes, y no sabemos cuál es nuestro papel en esta historia, en la que sólo somos un capítulo. Es probable que ese papel nos haya sido atribuido sin nuestro conocimiento: debemos perpetuar, repetir, salvar, negar o encubrir las heridas de estos acontecimientos transformados en secretos. Toda la información que podamos recoger sobre nuestros antepasados ​​será el mejor legado que podemos tener.

Saber de dónde venimos, quiénes son esas personas que no conocemos, pero que están en la raíz de quiénes somos, es un camino fascinante que sólo nos traerá beneficios. Esto nos ayudará a dar un paso importante para llegar a una comprensión más profunda de cuál es nuestro verdadero papel en el mundo.