Los seres humanos absorben la energía de otras personas. Esto explica por qué hay personas que se sienten incómodas cuando están con ciertos grupos. Se llegó a esa conclusión gracias a un estudio realizado por la Universidad de Bielefeld. En él se ha demostrado que los seres humanos están continuamente influenciados por las energías del ambiente en que están insertados.Las flores necesitan agua y luz para crecer, y la gente no es diferente. Nuestros cuerpos físicos son como esponjas, absorbiendo parte de lo que gravita en el ambiente.
Nuestro organismo se aprovecha de la energía que otros organismos liberan para alimentar su estado emocional.Todos tenemos una persona con quien convivimos que es capaz de succionar toda nuestra energía y de dejarnos exhaustos. Lo contrario también es cierto: siempre hay aquella persona cuya presencia simplemente nos inspira.Parece que los humanos también pueden absorber la energía que los animales y la naturaleza emanan. Esta es la razón por la cual estar en contacto con la naturaleza es una experiencia estimulante y energizante para tanta gente. Por otra parte, la Zooterapia o terapia asistida con animales también tiene como misión aprovechar los animales para mejorar las condiciones de los pacientes.
"La energía de la mente es la esencia de la vida."-Benjamin Franklin-La relación entre el estado de ánimo y el nivel de energía
La energía es la capacidad que un cuerpo tiene de realizar un trabajo. Todos los cuerpos pueden acumularla y producir cambios sobre sí mismos y / o sobre otros elementos. De hecho, cuando realizamos cualquier actividad, lo que estamos haciendo es, en el fondo, una transferencia de energía.
Todos los seres vivos necesitan diferentes tipos de energías para desarrollar nuestras actividades
, y las obtenemos a través de la alimentación. También podemos obtenerlas de la naturaleza, más precisamente en el viento, en el agua, el calor, la luz, etc. Sin lugar a dudas, la energía es esencial para nuestras vidas, la ausencia de ella dificulta muchas de las actividades del día a día, cómo moverse, cuidar, trabajar o practicar deportes.La energía de nuestro cuerpo influye y modifica nuestro estado de ánimo.
Según algunos psicólogos, como Robert Thayer, el estado de ánimo refleja la asociación que existe entre la energía y las emociones. En el caso de que se produzca un cambio en la calidad de los alimentos, se debe tener en cuenta que, , un estado tenso y cansado.El hombre suele transformarse en lo que cree que es.
CompartirCómo aumentar la energía positiva?
Cuando el estado energético personal está bajo, todo se vuelve más complicado y las dificultades se multiplican. Es necesario preguntarnos qué acciones, acontecimientos o personas nos traen un estado energético positivo.Las acciones y personas que nos ofrecen una buena energía nos ayudan a caminar de forma más proactiva.
Para aumentar nuestro estado energético, además de rodearnos de personas positivas, tenemos que trabajar a nivel interno. Seguir los siguientes consejos puede ayudarnos a conseguir un estado energético excelente:
Mantener el foco en nuestros objetivos, de modo que la energía no se disperse. Estar en un estado de no resistencia, lo que resistimos acaba convirtiéndose en un problema.
Tomar conciencia de nuestros límites sin juzgarnos por eso.
- Centrar nuestra energía en aquellos objetivos sobre los que tenemos un mayor control. Por otro lado, tenemos que buscar actividades que nos ayuden a mantener la motivación. Para algunos, es suficiente practicar ejercicios, caminar en el campo, compartir tareas o cambiar los hábitos. Tenemos que
- encontrar lo que recarga nuestras pilas y tratar de incluir esto en nuestro día a día. De la misma forma, también es beneficioso mantener cerca a las personas con un enfoque parecido, de modo que ellas también puedan aprovechar la energía que usted emana.
- Elegir bien nuestro ambiente diario, los amigos, las actividades y, principalmente, los compañeros de vida, influye en nuestro estado de ánimo.
- Rodearse de gente afable con energía positiva nos proporciona una importante ayuda para enfrentar los desafíos, tanto los trascendentales como los más corrientes.
Si las actitudes son contagiosas, vale la pena contagiarse de las suyas.Compartir