El budismo es una filosofía y una religión compuesta de enseñanzas prácticas, como la meditación, por ejemplo, que pretende inducir una transformación dentro de quien la practica. Promueve el desarrollo de la sabiduría, la conciencia y la bondad para alcanzar un estado de iluminación.En el budismo la existencia es abordada como un estado permanente de cambio
. La condición para beneficiarnos de estos cambios es desarrollar una disciplina sobre nuestra mente. Esto debe enfocar su atención en los estados positivos, como la concentración y la calma. "El karma es experiencia, la experiencia crea memoria, la memoria crea imaginación y deseo, y el deseo crea de nuevo el karma".-Deepak Chopra-
El objetivo de la disciplina es conseguir desarrollar las emociones asociadas a la comprensión, la felicidad y el amor. Además, para el budismo todo el desarrollo espiritual se materializa y se complementa con áreas como el trabajo social, la ética y el estudio de la filosofía.
La naturaleza del karma en el budismo
La palabra karma significa acción y consiste en un tipo de fuerza que trasciende el mundo material. Este tipo de energía es infinita e invisible y es la consecuencia directa de las acciones de cada ser humano.
El karma está regido por doce leyes, y cada una de ellas permite comprender el sentido espiritual de la existencia.
En el budismo no existe un dios controlador; estas leyes provienen no de un dios, sino de la naturaleza, así como la ley de la gravedad, por ejemplo. Y las personas tienen el libre albedrío para seguir las mismas o no. Por eso, hacer el bien o el mal depende de cada uno, y de esa decisión hay consecuencias por las que somos, en gran parte, responsables. Las doce leyes del karma Éstas son las doce leyes del karma según el budismo:
1. La gran ley: esa ley puede ser resumida en la frase"cosechamos lo que plantamos"
. También es conocida como la ley de causa y efecto: lo que damos al universo es lo que el universo nos devuelve a nosotros, pero si es algo negativo, será devuelto a nosotros multiplicado por diez. Es decir, si damos amor recibimos amor, pero si damos rabia recibimos rabia multiplicada por diez.
2. Ley de la creación:
debemos participar de la vida. Hacemos parte del universo, así que formamos una unidad con él. Lo que encontramos a nuestro alrededor son indicios de nuestro pasado remoto. Cree las opciones que desea para su vida. 3. Ley de la humildad: lo que nos negamos a aceptar continuará ocurriendo con nosotros. Si sólo somos capaces de ver los aspectos negativos en los demás, quedamos parados en un nivel de existencia inferior. Si, por el contrario, aceptamos con humildad lo que ocurre con nosotros, nos elevar a un nivel superior.4. Ley del crecimiento:
donde fuimos, es donde estaremos. Ante las cosas, de los lugares y de las personas, somos nosotros los que debemos cambiar para evolucionar en nuestra espiritualidad, y no lo que está a nuestro alrededor. Cuando cambiamos nuestro interior, nuestra vida cambia. 5. Ley de la responsabilidad: cuando algo negativo sucede con nosotros es porque hay algo negativo en nosotros. El entorno es nuestro reflejo. Por eso, debemos enfrentar con responsabilidad las situaciones de nuestra vida. 6. Ley de la conexión: todo lo que hacemos, por insignificante que parezca, está en conexión con el universo.
El primer paso lleva al último y todos son igualmente importantes, porque en conjunto son necesarios para alcanzar nuestros objetivos. El presente, el futuro y el pasado están interconectados. 7. Ley del foco: no es posible pensar en dos cosas simultáneamente.
Subimos escalón por escalón, uno a la vez. No podemos perder de vista nuestras metas, porque la inseguridad y la rabia se apoderan de nosotros en esos momentos. 8. Ley del dar y de la hospitalidad: se piensa en algo que puede ser verdad, llegará el momento en que usted podrá demostrar que es.
Debemos aprender a dar para poner en práctica todo lo que se ha aprendido. 9. Ley del aquí y del ahora: permanecer presos al pasado nos imposibilita de aprovechar el presente. Los pensamientos repetitivos, los malos hábitos y los sueños frustrados nos impiden avanzar y renovar nuestro espíritu. 10. Ley del cambio: la historia se repetirá hasta que asimilemos las lecciones que debemos aprender. Si una situación negativa se presenta varias veces, es porque hay algún conocimiento que debemos adquirir a partir de ella.
Tenemos que trazar y seguir nuestro camino. 11. Ley de la paciencia y de la recompensa: Las recompensas son resultado del esfuerzo previo.
La mayor dedicación, el mayor esfuerzo, llevan por lo tanto a gratificaciones mayores. Es un trabajo de paciencia y perseverancia que da sus frutos. Debemos aprender a amar nuestro lugar en el mundo; nuestro esfuerzo será honrado en el momento justo. 12. Ley de la importancia y de la inspiración: el valor de nuestros triunfos y errores depende de la intención y de la energía que desprendemos para alcanzar el fin.
Contribuimos individualmente a una totalidad , y por lo tanto nuestras acciones no pueden ser mediocres: tenemos que poner todo nuestro corazón en cada cosa que hacemos.