Encontramos en las frases e historias orientales una enorme sabiduría que podría ser considerada clásica, porque aún hoy, a pesar de los siglos que pasaron, sigue siendo importante y pertinente. Es por eso que hoy nos concentraremos en una de esas bellas historias que nos traen una gran lección de vida acerca de cómo lidiar con una provocación: la historia del viejo samurai.
Una de las muchas frases atribuidas a Buda dice que "estamos en este mundo para vivir en armonía. Aquellos que lo saben no luchan entre sí. Una frase sabia que puede ser útil para responder a una provocación de forma adecuada. Entonces, vamos a conocer la historia del viejo samurai.
El viejo samurai
Hace mucho tiempo, cerca de Tokio, vivía un viejo samurai. Había vencido muchas batallas y por eso era muy respetado. Sin embargo, su tiempo como luchador ya había pasado.
Toda su sabiduría y experiencia era aprovechada por los jóvenes que el viejo guerrero enseñaba. En esa época, había una leyenda en torno a ese viejo samurai: era un guerrero tan formidable que conseguía vencer a cualquier rival, por más valiente que fuese. En el verano, apareció en su casa un famoso guerrero conocido por ser poco caballero. Su carácter provocador creaba mucha incomodidad en sus adversarios que "bajaban la guardia" movidos por la rabia y atacaban ciegamente. Por eso, él deseaba vencer al viejo samurai, para aumentar su fama dentro de la leyenda que él pretendía escribir con su actitud. Sin embargo,
este guerrero de las artes oscuras no logró provocar el viejo samurai.
Por más que él intentase, el samurai no desenvaina su espada. Entonces el guerrero se dio por vencido y se sintió muy humillado. Los alumnos del viejo samurai quedaron muy enfadados con esa actitud; consideraron que era una cobardía de su profesor. Entonces, censuraron al samurai por no luchar y él respondió que un regalo que no es aceptado pertenece a quien lo envió. De la misma forma, la rabia, el odio y los insultos no aceptados pertenecen a quien los ha proferido. Excepto si usted los acepta y asume como los suyos, por supuesto. Lo que podemos aprender de la historia del viejo samurai
Como usted puede imaginar, podemos aprender lecciones valiosas con la historia de este viejo y sabio samurai. Porque todos llevamos mucha insatisfacción, cólera, frustración, culpa y miedo. Sin embargo, esto no significa que debemos compartir nuestra frustración con los demás.
"Agarrarse a la rabia es como sostener un carbón caliente con la intención de jugarlo en alguien; usted mismo se quema ". Pero, por más cargas que carguemos, siempre encontraremos a otras personas mucho más tóxicas que nosotros mismos. Personas destructivas que se disfrazan con la intención de ayudar a perjudicar, generar culpa, disminuir nuestros esfuerzos, alimentar nuestros miedos e inseguridades.
Pero si somos capaces de responder sin reaccionar, podremos mantener esa serenidad que es tan necesaria en todo momento. Esto es, si usted no acepta la provocación, respondiendo de forma consciente y evitando sus presentes tóxicos, evitará el contagio de su veneno. Responder a la provocación de forma consciente
Si aprendemos a responder conscientemente a las provocaciones en lugar de reaccionar rápidamente, será más difícil de ofender. De esta forma, no nos quedar indefensos, no nos sentiremos atacados por futilidades.
Para ello es muy útil:
Descubrir lo que nos hace reaccionar y en qué situaciones perdimos el control. Así, podremos racionalizar para evitar esas explosiones.
Dejar el pasado hacia atrás. Lo que está hecho está hecho; no podemos vivir con vergüenza o miedo de lo que sucedió hace mucho tiempo. Es necesario aprender de los errores para que no se repitan. El aprendizaje es precisamente lo que nos fortalece y nos da seguridad, a pesar de ser o no exitosos. Controlar las emociones será muy útil.
Si nos dejamos llevar, es fácil perder el control. Si racionalizamos, logramos identificar lo que puede causar sufrimientos, estaremos preparados para evitar cualquier toxicidad. "Cualquier palabra que pronunciamos debe ser escogida con cuidado, porque las personas que van a oírla serán influenciadas para el bien o para el mal".
- Buda - Por lo tanto, está en nuestras manos actuar como el viejo samurai ante una provocación: aceptar o rechazar lo que el otro pretende que asumamos como nuestro.