El deterioro silencioso que nos lleva a fingir que estamos bien

preferimos mil veces fingir que estamos bien que reconocer que somos rehenes de un deterioro silencioso. Pero fingir la felicidad para ser aceptado es un error craso que muchos de nosotros cometemos de forma ordinaria. Sin embargo, hay etapas en las que simular el bienestar pierde el sentido. Por lo tanto, para el bien o para el mal, tenemos la osadía de no sonreír cuando no tenemos voluntad y procuramos no caer en el pecado de "tratar de agradar a todos" con el objetivo de librarnos del desgaste emocional de intentar hacer que nadie se sienta preocuparse. Por lo tanto, es importante que no esté siempre bien, así que no presionamos a nosotros mismos para estar de acuerdo y amargar el disgusto. Porque

fingir es doloroso, y la tristeza y el malestar no son sinónimos de debilidad.

El desgaste emocional que implica fingir: las fuerzas que no retornan

Los datos indican que ocho de cada diez personas que están tristes fingen estar bien

, pero desafortunadamente lo percibimos demasiado tarde. Esto se traduce en un deterioro silencioso que nos consume en un gran desgaste emocional a través del cual entra en una espiral que nos absorbe y aprieta lo que entendemos como alma.

Significa que las emociones y los sentimientos que al principio están en nosotros para hacernos bien terminan palidiendo por culpa de nuestra propia incapacidad de soltarlos y de vivirlos como corresponde. Por lo tanto, como consecuencia de esto, terminamos centrifugados, tontos por la vida y devorados por nuestras constantes tentativas de callar la voz del malestar.Entonces, la clave está en aceptar en todas las propias vertientes y no empeñarse en engañar la propia conciencia.

Esta perspectiva ayudará a aliarnos en el combate contra enfermedades como la depresión, la ansiedad, la fatiga crónica, la desesperación, el insomnio, la irritabilidad desenfrenada, etc.

La clave de la resiliencia es la aceptación El aprendizaje más importante de nuestras vidas es lo que alcanzamos cuando nos esforzamos para conocernos, aceptarnos y amarnos. En este caso el orden de los factores altera el resultado, pues no podemos amarnos a nosotros mismos sin antes aceptarnos, ni aceptarnos sin antes conocernos.

Para lograr la realización de este escalón de crecimiento emocional es necesario desaprender justamente lo que hablamos en este texto, pues sólo así conseguiremos

desprender de creencias y manipulaciones que nos dominan año tras año, día tras día, minuto tras minuto.

Significa decir que para mirar la vida sin anestesias y sin presiones, es necesario cambiar de colina, pues sólo eso nos ayudará a lidiar con otras perspectivas. Por lo tanto, cada día al levantarnos, necesitamos prestar mucha atención a la hora de elegir las gafas que vamos a usar. Para no distorsionar la vista, lo mejor es colocar esas gafas transparentes que dejan la visión de lejos y de cerca más aguda. Esto no significa más que dejar de lado prejuicios y creencias que nos llevan a las distorsiones.Porque la importancia del diálogo interior es una cosa de la que nos olvidamos con mucha frecuencia. Por todo ello, es fundamental permanecer en silencio dentro de nosotros y percibir que la única forma de alcanzar el bienestar es respetándose y dejando de fingir, con malestar o sin él.