No todo lo que oímos es verdad. Sabemos esto y por lo tanto necesitamos acostumbrarnos a la incertidumbre que esto produce. Somos conscientes de que detrás de palabras amables a veces se esconden intereses oscuros o manipulaciones perspicaces. Por otro lado también sabemos que no es bueno confundir la verdad con la opinión de la mayoría. Filósofos clásicos como Platón y Aristóteles definían la verdad como aquello que corresponde a la realidad.
Ahora el verdadero problema está en que la verdad es como un cristal con muchos lados que puede ser analizado desde diferentes perspectivas. Mi verdad no será igual a la tuya, porque yo veo el mundo a través de mi experiencia personal, de mis emociones y de mis tendencias. No todo lo que oímos es verdad, pero se suele decir que la verdad siempre triunfa por sí misma porque la mentira necesita muchos cómplices.
CompartirCon frecuencia oímos esa expresión que dice "el lobo siempre será cruel si sólo escuchamos Caperucita Roja" y, si bien es verdad que no es bueno dar por cierta una opinión oyendo sólo una voz, a veces una única persona alberga en sí una verdad auténtica. Por lo tanto, es necesario saber intuir y discernir el simple ruido de la noble franqueza.
El inquietante problema de la verdad en todo lo que oímos Chimamanda Ngozi Adichie es una joven escritora nigeriana de gran éxito
gracias a libros como "Medio sol amarillo". En muchas de sus conferencias ella suele hablar de un concepto interesante que denominó "el peligro de las historias únicas".
Adichie comenta como es angustioso tener que lidiar con determinados discursos minoritarios capaces de influir en las grandes masas sobre aspectos que ni siquiera conocen. En su caso, es necesario corregir todos los que piensan que Nigeria es solamente un país de leones y jirafas habitado por pueblos primitivos y salvajes.
Las personas suelen tener la sensación de que las ideas que mantenemos y defendemos son LA VERDAD y que llegamos a ellas por casualidad. En realidad, tales construcciones psicológicas están determinadas por los ESTEREOTIPOS asumidos y por tendencias de valor adquiridas casi de forma inconsciente por muchas de esas "historias únicas".Es necesario saber reconocer todas esas verdades impuestas, esos estereotipos que internalizamos, y comprender que nuestra realidad se hace desde varios puntos de vista, voces y casos peculiares que llevan en sí mismos la belleza de nuestros mundos.
- Aunque la verdad sea diminuta, sigue siendo la verdad
- Tal vez sólo Caperucita pueda revelarnos las malas intenciones del lobo, tal vez sólo ella levante su voz sobre el resto, pero como sucede muchas veces en nuestra sociedad,
- la verdad siempre suele estar en el corazón de la minoría. La falsedad, a su vez, defendida por las grandes masas, es más fácil de asumir, pues "nos hace personas comunes". El peligro del conformismo
Solomon Asch
fue un célebre psicólogo que, a través de sus experiencias sociales, demostró que nos dejamos influenciar por la opinión de la mayoría aunque esta está equivocada y lo hacemos por simple conformismo. Por detrás de ese comportamiento tan común en muchos de nuestros contextos sociales está en la verdad un instinto ancestral del ser humano, que nos serviría para no ser excluidos o marginados de la "gran masa". Para nuestros antepasados, sentirse aislado implicaba a veces la "no supervivencia". El poder de los grupos pequeños
Estamos seguros de que después de leer estas explicaciones usted pensará que el problema de todo está en el peso de los grandes grupos sociales
(políticos, medios de comunicación, grandes organizaciones ocultas ...) , aquellos que nos hacen asumir ciertas ideas como ciertas cuando en realidad no lo son.Ahora, los psicólogos Tajfel, Billing, Bundy y Flament (1971) definieron lo que se conoce como grupo mínimo para explicar cómo muchas veces nuestros propios "micro mundos" familiares, de amistad o de trabajo en los transmiten sus preferencias, sus ideas y estereotipos de una forma tan sutil, que los vamos integrando casi sin darnos cuenta.
La verdad está dentro de ti Pensar que la solución a nuestros problemas, así como la verdad de todas las cosas, está en nuestro interior es sin duda un poco complicado de reconocer.
Nuestra mente está llena de prejuicios, miedos y actitudes limitantes mezcladas, a su vez, a ese ruido exterior que la vida moderna nos trae.
Según varios textos de la Grecia Antigua, en el templo de Apolo en Delfos había una frase inscrita que sobrevivió al paso del tiempo. Era la siguiente: "Conozca a sí mismo y usted conocerá a los dioses y al universo". Estas palabras nos dan un ejemplo claro de lo que implica el autoconocimiento: es tener una fuerte autoestima para saber buscar nuestra propia verdad sin caer en el conformismo.Es saber oír y empatizar con los demás para comprender al prójimo así como comprendemos a nosotros mismos, y entender así la realidad de todo lo que nos rodea. Sin miedos y con sentido crítico.
La verdad está pensada solamente para los valientes, para los que oyen, para los que se atreven a preguntar y para aquellos que, con corazón noble, desean conocer la sensibilidad de este mundo. Compartir