Para ser feliz, tomo decisiones

Constantemente estamos tomando decisiones, ya sea de forma consciente o inconsciente. Vamos conduciendo nuestro rumbo con las elecciones que hacemos, desde los asuntos más banales, como la película que queremos ver ahora, hasta cuestiones más relevantes como nuestras creencias, trabajo, estudios, pareja, etc. Pero, ¿hasta qué punto somos conscientes de todas estas decisiones que estamos tomando? Tomamos tantas decisiones a lo largo del día que muchas ya están automatizadas, y no somos conscientes de la mayoría de ellas.

Esto sucede porque el cerebro busca ahorrar energía y, a la hora de tomar decisiones cotidianas, se activa de una forma intuitiva y rápida. Analizar esta teoría, la de cómo funciona la mente en la toma de decisión, llevó al psicólogo Daniel Kahneman a ganar un premio Nobel de economía en 2002 gracias a una investigación sobre el comportamiento racional e intuitivo de las personas.

Khneman demostró que el cerebro tiene dos vías a través de las cuales toma decisiones. Una vía más rápida: intuitiva y emocional (la que más a menudo emplea) y otra vía que es más lenta: implica esfuerzo y es racional. De una forma u otra, somos responsables de nuestras decisiones, y eso es algo que no podemos negar.

"Cuando necesitamos hacer una elección y no la hacemos, esto ya es una elección." -William James-

Como estamos condicionados por nuestras decisiones
El resultado de las decisiones que ya tenemos automatizadas tiene una estrecha relación con nuestro aprendizaje, nuestras experiencias , la educación que recibimos, las creencias que tenemos y los errores cometidos. Y estamos influenciados por una infinidad de factores que determinan nuestra conducta.

¿Crees que eliges libremente lo mejor para ti en este momento?

La mayoría de las elecciones que hacemos están basadas en nuestra experiencia de aprendizaje que adquirimos. Cuando nos dejamos llevar de forma rápida e intuitiva, no estamos prestando atención a lo que es mejor para nosotros de verdad en ese momento.

En este preciso momento somos el producto de las decisiones que tomamos a lo largo de la vida. Adoptando ciertas conductas en vez de otras, obtuvimos una serie de vivencias y hábitos que determinan lo que somos en este instante preciso, aquí y ahora. No podemos rechazar la responsabilidad que esto implica. "Las grandes decisiones de la vida humana tienen como regla general mucho más que ver con el instinto y otros misteriosos factores inconscientes que con la voluntad consciente." -Carl Gustav Jung-

Todo lo que usted decida tiene consecuencias Una buena parte de lo que implica la responsabilidad es ser conscientes de que toda decisión que tomamos, y que no tomar, tiene consecuencias. Y no sirve de nada quedar indiferente frente a ellas, ya que de una forma u otra ellas nos afectan e influencian.

Elegimos ser los protagonistas de lo que vivimos o simples espectadores.
Ser consciente de las repercusiones y consecuencias de nuestras decisiones supone tomar las riendas de nuestra existencia.

En el momento en que optamos por evitar una decisión, ya está siendo tomada. Estamos siendo indiferentes, quedando a merced de las circunstancias sin tomar ningún tipo de actitud.

Nos quejamos del tipo de vida que llevamos, de nuestra infelicidad y de las desgracias que nos suceden. Usamos el comportamiento de víctima para resolver lo que no entendemos o para manipular, tratando de conseguir lo que queremos. Somos capaces de hacer nuestras vidas una prisión que nosotros mismos creamos.

Podemos decidir tener otro tipo de vida, donde definimos las normas, elegimos cómo nos comportamos frente a cada circunstancia, responsabilizándonos por las consecuencias . A pesar de ser tomados por el miedo, la inseguridad, la incertidumbre y el sentimiento de culpa, si logramos combatir todos nuestros fantasmas obtendremos exactamente la vida que queremos, sin necesidad de lamentaciones.

Elijo ser feliz Si lo que realmente queremos es ser feliz, no podemos quedarnos parados esperando que la felicidad llegue por sí sola. La felicidad se alcanza mediante la actitud que tomamos frente a las circunstancias inevitables que se presentan en nuestras vidas.

Esto supone un esfuerzo, ya que tendremos que tomar decisiones que rompan los hábitos que alimentan nuestros más profundos temores. "Todo puede ser arrebatado de un hombre, menos la última de las libertades humanas: la elección de su actitud en una serie de circunstancias, la oportunidad de elegir su propio camino. ¿No podemos cambiar la situación? Si no está en sus manos cambiar la situación que le provoca dolor, usted siempre podrá elegir la actitud con la que afrontar ese sufrimiento. "-Viktor Frankl-

Yo elijo ser feliz: enfrente mis miedos, admito, acepto y corrijo mis errores en la medida en que puedo. Comprendo mi inseguridad, mis necesidades, mi angustia y mi malestar. Ya no más rechazo todo lo que forma parte de mí. Me hago compañía en la soledad, libero mi tristeza.

Tomo decisiones para no ser víctima de las circunstancias, y así es como consigo la paz en la que mi felicidad puede descansar.