Amores inciertos en el corazón

Él sabe todos los contornos de mi alma, sabe de mis colores, de qué manera me gusta mi café y cuando mi humor no está como le gusta. Él tiene una forma especial de sonreír, de cuidar de las plantas y de hacer la tortilla. Exagerado, le gusta vivir hasta la última gota y me hace reír de sus risas altas y sin noción. Amanece, él echa su cara sobre mi cuello con pereza de levantar, me da un 'buen día' arrastrado. "Él ama la noche, yo soy del día, él habla de historia, yo de poesía, él es rock, pimienta, montaña y sal. Yo soy bossa, ligereza, playa y dulce.

Entre tantos opuestos nos encontramos y parece que fue mágico, una música de sintonía cierta y fina, un retrato amarillento que necesitaba ser dejado en la estantería. Mi corazón fue de él en el primer instante en que lo vi

Sus ojos se alejaban y yo sin aliento, sin saber qué decir o hacer, sabía que allí sucedería la historia que tanto esperé a vivir.

Él, todo hablante e inspirador, enamorado y entregado a su sonrisa. En el momento en que se inició la conversación, tocaba un jazz, él dijo que le gustaba, sólo para engañarme, me compró una rosa y me explicó constelaciones, habló de la historia de reyes y reinas y yo viajé a lugares donde la felicidad era decretada como la única verdad del reír, tiempo. ¡Ah! Como yo quería involucrarme en aquel abrazo fuerte, en aquella sonrisa dulce y en aquella conversación blanda que corría con el tiempo, y la verdad es que el tiempo en aquel momento no importaba. Por cierto, era mejor que él fuera mi amigo y pasara bien despacio, yo quería y necesitaba disfrutar cada segundo, cada historia que allí estaba siendo contada. Nos envolvemos profundamente en aquella noche de luna llena

, él sonrisa dulce, me pareció encantado, película de final incierto, romance en trilogía con final feliz. Dos historias que se cruzaban para dar inicio a una historia, que para decir la verdad, no importaba cuánto tiempo duraría, desde que era historia de amor de verdad y dejaba buenas memorias, y aquí entre nosotros, amor de verdad, verdad mismo, no termina, pero se reanuda sin forma y sin aprisionar. Él me mira de abajo hacia arriba y me enlaza en sus brazos, me dice en voz suave y suave que la vida se hace de momentos y que ese momento es único. Yo toda llena de alegría, él todo confiado de que había encontrado el amor. Después de aquella noche fueron días y noches evolucionados en el amor y voluntad de estar cerca

, él sonría fácil y yo era suya, sin precedentes.Fuimos descubriendo entre tantas canciones, libros, personajes, nos convertimos en personajes de nuestra propia fantasía. Carnaval, música, momentos, dos, uno, tres.

Un vaso trincado, una tentación, un dolor. Yo tristeza, dolor e incertidumbre, él arrepentimiento y uno no saber.Algo se rompió y yo podría haber partido, pero mi corazón sintió que todavía necesitaba vivir algo en toda esta historia, así que me quedé. Porque él pidió, yo no partió. Hice la estancia y contrariando todas mis certidumbres no quise contrariar el alma. Me quedé y pagué para ver, por lo demás sigo pagando, no se libra de un golpe así, es necesario trascendencia del alma para desligarse de ese tipo de dolor. A pesar del perdón yo aún brillo en dolor cuando recuerdo que él intentó matar lo que de mejor existía en ese amor.

Él guitarra, yo saxofón, francés, él japonés, yo todo el romance posible del mundo, él terror con sangre. Hemos sido hechos el uno para el otro, con pausas para comerciales. Creo que no hay romance que aguanta la rutina de una vida común, un amor sin perdón no resiste, por eso, somos dos en algún lugar. En ese momento yo soy yo, estrena, alegría y paz, y tú eres tú, recuerdo, nostalgia y un baúl de historias que necesitan ser contadas.

Hoy es mi decisión, tal vez me quede, tal vez vaya. Por el momento, es una duda, y él? Él es todo lo que yo no quería querer y aún así hace mis ojos brillar su espera, de llegada no cierta, pero de amor entero que hizo de mi corazón un saber, un querer sin querer, una certeza secreta, una verdad oculta. Es así, agua, rock, videojuego, pocos amigos, un solo corazón, aire, bossa, historias alrededor de la hoguera, muchos amigos y un millón de corazones en uno. Hoy seguimos juntos,

me refiero, creí en sus ojos y di una oportunidad para esa historia que necesitaba ser contada de alguna manera. Usted ha experimentado todas las formas de hacerme quedarse y ha conseguido, aunque yo contradijo todas sus expectativas, usted luchó contra mis 'des-sentimientos' y me mostró que necesitaba quedarse.Me quedé, nos quedamos y estamos.