No nacemos para una vida mediocre, pero para una vida de ilusiones

La ilusión es la esperanza con la que esperamos cumplir nuestros objetivos más importantes. Cuando digo que no nacemos para una vida mediocre es porque nuestro cerebro necesita las ilusiones para funcionar correctamente, de la misma manera que nuestro corazón necesita bombear sangre.Cuando vivimos sin ilusión, sufrimos un déficit de serotonina y dopamina en los neurotransmisores cerebrales, que a su vez son los responsables del desequilibrio que origina los trastornos del estado de ánimo.El ser humano tiene una tremenda necesidad de vivir de ilusiones. En este sentido, nuestro cerebro dispone de un sistema perfecto donde se optimizan todas nuestras capacidades para que logremos alcanzar nuestros sueños.

De esta forma, podemos experimentar el placer imaginado. Así, cuando deseamos algo, se producen cambios en nuestro cerebro, principalmente un aumento de los niveles de dopamina en el sistema límbico, lo que nos proporciona una gran fuente de bienestar.

La relevancia que la corriente de la Psicología Positiva ha adquirido durante las últimas décadas ha realzado precisamente el papel de la ilusión como motor de nuestras acciones.El objetivo de esta vertiente de la Psicología trasciende el acto de estudiar la enfermedad, para pasar a estudiar a personas que son plenamente felices o exitosas y responder a la pregunta de por qué son así.Una persona llena de esperanzas puede ir mucho más allá de lo que sería de esperar por las conquistas del pasado.

Compartir ¿Nuestro cerebro necesita la ilusión? El área pre-frontal del cerebro es donde habita el pensamiento más avanzado, donde evaluamos las alternativas para lograr solucionar los problemas y tomar decisiones. Esta zona es influenciada por el sistema límbico: una parte importante de nuestro cerebro emocional y donde la ilusión tiene la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro y de aumentar las defensas inmunológicas de nuestro cuerpo.

Lo contrario ocurre cuando vivimos una vida sin ilusión.La desilusión debilita nuestro sistema inmunológico,

produciendo un desequilibrio en el organismo que nos hace más propensos a enfermedades, tanto funcionales como aquellas que tienen un elemento fisiológico identificado. La psiconeuroimunología es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mente y la fisiología del ser humano.

La ilusión es una forma de energía vital que tiene la capacidad de interactuar con el organismo y producir cambios físicos. Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, mostró que: "Todo hombre puede ser escultor de su propio cerebro, si a eso se propone.".Las verdades que empiezan por ser meras ilusiones.Compartir

¿Por qué promover las ilusiones?Existe una relación directamente proporcional entre el estado de salud y el nivel de las ilusiones. Un estudio realizado en España por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid (2014) obtuvo como resultado que las personas sanas tienen un nivel de ilusión que supera la media española. Por el contrario, las personas enfermas tienden a perder la ilusión. La conclusión que podemos sacar de estos hechos es que es de gran importancia enfatizar el fomento de la ilusión y hacer de ella una herramienta para el desarrollo de las personas. No podemos olvidar la energía que la esperanza emana.La ilusión puede ser espontánea, pero

aprender a provocarla y ponerla en práctica cuando deseamos sería verdaderamente ventajosa. De esta forma, cualquier persona puede obtener con tiempo un entrenamiento adecuado de desarrollo de los elementos de la ilusión y, por lo tanto, tenerla para proyectar su vida hacia adelante.Diseñar algunas metas en la vida con expectativas reales, cuidar de nosotros para sentirnos bien con nosotros mismos, aceptar los fracasos como parte incuestionable de la vida y valorar nuestros esfuerzos nos ayudaría a conseguir una ilusión adecuada y positiva.Para recuperar o mantener la ilusión es importante aumentar la dedicación a las relaciones con los demás. Es precisamente esta dedicación y la buena gestión de esas relaciones que provoca muchas de las emociones positivas que nos acompañan en nuestro día a día. "Mi mayor deseo es seguir teniendo ilusiones."

-José Narosky-