¿Qué un bebé aprende a hacer entre los 4 y 6 meses de vida?

¿Quieres conocer las fases que ocurren en el desarrollo normal de un bebé entre los 4 y 6 meses de vida? Una característica presente es, desde el principio, la curiosidad extrema en descubrir el mundo que los rodea. Todo es llamativo para ellos, que se convierten en pequeños observadores que miran a todo lo que sucede a su alrededor con asombro. Como ya comentamos en otro artículo que habla sobre el desarrollo del bebé en otros períodos de vida, cada bebé tiene su propio ritmo. Hay sólo algunos patrones que suelen ser alcanzados en el desarrollo normal del niño, aunque hay bebés que demoren un poco más para conseguir pequeños éxitos, otros tardan menos.

Cualquier duda que surja generará siempre la necesidad de consultar a un pediatra, sin necesidad de hacer ningún alarde o de surgir una preocupación.

El pediatra es el profesional que puede orientar en cualquier duda que surgir como padre o como madre, e indicar cualquier retraso en el desarrollo como efectivamente un problema, si es el caso. Desarrollo entre los 4 y 6 meses de vida

El cuarto mes del bebé: el mes de las sonrisas

El cuarto mes de vida es, aproximadamente, cuando empiezan a tener control sobre su cabeza. Pueden, finalmente, sostenerla solos. Este es un avance realmente importante en la vida del niño. Después de eso, ya empiezan a recoger objetos con más facilidad, y sobre todo pasan a prestar atención a los objetos que más interesan.

Ya son capaces de reconocer a su madre perfectamente. Podemos buscar una mayor conexión con el niño sonriendo hacia ella. Eso es del agrado del bebé, que devuelve la sonrisa con mucha alegría. No les gusta en esta fase, sin embargo, de quedarse solos. Y no tenga duda de que le harán saber de ello en su modo de expresarse, por supuesto.

En ese mes, se divierten con cualquier objeto que aparezca delante de ellos. Un espejo, en el que se refleja una imagen que ellos todavía no identifican como ellos mismos, genera interacción con aquella figura humana que está allí, aunque desconocida. Este bebé será la alegría de todos, ya que le gusta mucho observar y prestar atención sobre todo a aquellos que sonríen. Puede comenzar a soltar pequeñas carcajadas en ese momento del desarrollo.

El quinto mes ... el momento en que todo va a la boca!En su quinto mes de vida, el bebé comienza la tendencia a llevar todos los objetos a la boca.

Está explorando su ambiente, y así que adquirir esa habilidad, la explorará al máximo. Cualquier objeto que tome, tratar de llevarlo a la boca, y uno de los motivos es que está empezando a experimentar el sentido del paladar.

Nuestro pequeño conquistará la habilidad de pasar los objetos de una mano a la otra. Es una fase muy activa esta etapa del crecimiento, en que el niño se mueve mucho más ya que adquirió el control sobre su cabeza y sus extremidades. Incluso puede girar cuando está durmiendo.

En ese mes, las sonrisas para cualquier persona ya no son tan fáciles. Esto ocurre porque está aprendiendo a distinguir entre los rostros que le son familiares.

Sonríe, por tanto, a quien está más acostumbrado a ver. Los hitos del sexto mes de vida En el sexto mes de vida el bebé está aprendiendo a girar, y realmente llega a conseguir ese acto. Por eso, tenemos que tener cierto cuidado ya que puede caer de un lugar alto, como el cambiador que suele ser usado para el cambio de los pañales.

También empiezan a nacer los dientes, lo que genera pequeños dolores y, por supuesto, también genera algunas quejas.

Ahora vamos a hablar de sus pequeños pies! Algo que trae muchas risas a sus padres, ya que literalmente se pegan los pies, se ponen en la boca y los chupan. Comienzan a adquirir también más fuerza en sus manos, y los objetos se pasan de una mano a otra con más desenvoltura que antes.

Su atención ya está mucho más enfocada en aquellos que prestan más atención a él, y en aquellos que les ayudan a resolver las necesidades que aparecen. Por eso los primeros meses del bebé son muy importantes para la conexión que se crea entre madre e hijo, o padre e hijo. Es un momento crucial para el desarrollo afectivo del pequeño. Y sin duda, si estamos allá para ellos y sabremos atender a sus necesidades en el momento en que ellas surgen ... ya habremos caminado mitad del camino!