¿Qué es el síndrome premenstrual y por qué ocurre?

El síndrome premenstrual es la tormenta antes de la tempestad. Las semanas que preceden a la menstruación causan, en muchos casos, una serie de síntomas físicos y psicológicos muy aburridos. Además, se sabe que el 20% de las mujeres ven su vida muy limitada en este momento, y por eso la necesidad de un diagnóstico preciso y de un enfoque multidisciplinario con el objetivo de mejorar el día a día de las pacientes.

Siempre que se habla del síndrome premenstrual es muy común prestar atención a un solo aspecto: los cambios de humor de la mujer. A menudo, se vuelve la mirada hacia lo que es superficial sin prestar atención a los mecanismos complejos que forman parte del ciclo menstrual. El estrógeno y la progesterona oscilan semana a semana, los niveles de serotonina caen y entran en acción otras hormonas capaces de favorecer la retención de líquidos, el dolor abdominal, los dolores de cabeza ... El síndrome premenstrual se caracteriza por una serie de síntomas físicos y psicológicos que aparecen en la fase lútea y que terminan cuando comienza la menstruación.

CompartirEste ballet implacable de neurotransmisores y hormonas lleva a toda mujer en edad fértil a una serie de síntomas que pueden ir desde una simple molestia en los senos o una cierta fatiga, hasta un extremo donde se queda inmóvil debido a calambres, mareos, vómitos y un dolor con letra mayúscula bajo la cual los remedios para el dolor no surten efecto.

No es de extrañar que países como Japón concedan a las mujeres 3 días de dispensa por menstruación o síndrome premenstrual.

Se trata del seirikyuuka , una licencia que toda trabajadora puede usar si necesita, sin sufrir un descuento en el salario. Otros países claramente no conciben este tipo de iniciativa, pero si hay algo que queda claro es una realidad evidente: tanto el propio período como las semanas anteriores a él traen una serie de síntomas muy incómodos.¿Qué es el síndrome premenstrual y por qué sucede?

Como ya se ha dicho antes: no todas las mujeres llegan a sufrir mucho con la fase premenstrual y la menstruación. Sin embargo, se sabe que más del 80% de la población femenina experimenta algún tipo de síntoma y el 8% puede llegar a sufrir lo que se conoce como trastorno disfórico pre-menstrual.

Esta última condición viene con una serie de características físicas y psicológicas tan limitantes que resulta casi imposible llevar una vida normal. Las alteraciones del síndrome premenstrual se relacionan con la fase lútea del ciclo menstrual. Cuando el óvulo no fecundado comienza a desintegrarse para ser expulsado en forma de menstruación, comienza la liberación de progesterona y también de estrógeno. Esta alteración, a su vez, estimula otras hormonas como la aldosterona, un mineralocorticoide que favorece la retención de líquidos, la hinchazón y la sensación de peso ...

Como si no bastara, los niveles de serotonina también caen en ese período anterior a la menstruación. Así, la sensación de desánimo, de cansancio, de malestar o incluso irritación son sin duda parte de esa trama emocional tan común en el síndrome premenstrual.

Las 4 características del síndrome premenstrual En promedio, se establece que el síndrome premenstrual se caracteriza por cuatro alteraciones, por cuatro dimensiones donde se encuentran una serie de síntomas muy verdaderos que cada mujer puede sufrir en mayor o menor escala . Veamos a continuación en detalle. SPM-A (síndrome premenstrual con ansiedad)

Los bajos niveles de serotonina pueden causar sensación de estrés, ansiedad, nerviosismo, mal humor,

abatimiento constante, preocupación excesiva ... Es un período que puede durar entre 3 y 10 días en el que la mujer nota una sobrecarga mental tan desgastante cuando incómoda.

SPM-O (síndrome premenstrual con otros síntomas)

En esta segunda ocurrencia se integran todas las características físicas que ocurren en esas dos semanas que preceden a la menstruación. No todas las mujeres sienten las mismas molestias, pero éstas son las más recurrentes: Dolor de cabeza.

Aparición de acné.

Dolor abdominal.

  • Calambres
  • Dolor en la parte inferior de la espalda.
  • Hinchazón de los senos y sensibilidad.
  • Dolor en las articulaciones.
  • El síndrome premenstrual suele ocurrir con un deseo de dulces, chocolate y todo alimento rico en azúcar.
  • SPM-C (síndrome premenstrual con compulsión alimenticia). Esto se debe a las hormonas.
  • Un aumento de estrógeno y una caída en la serotonina causa un nivel más bajo de glucosa.
  • Nuestro cerebro, entonces, nos impulsa a tener un deseo muy fuerte por los alimentos dulces.

SPM-D (síndrome premenstrual con tristeza o depresión)

Los cambios en el estrógeno y en la progesterona están vinculados con problemas de sueño, desánimo, cansancio, falta de aire, y lo que es peor, un abatimiento muy fuerte que se ha que se presenta casi como una verdadera depresión. ¿Cómo reducir las ocurrencias de los síntomas asociados al síndrome premenstrual?

Gran parte de las mujeres recurren a los antiinflamatorios no esteroides, como el ibuprofeno,

para reducir los síntomas asociados tanto a la menstruación como al síndrome premenstrual. Sin embargo, es siempre un buen momento para probar otros enfoques tan o más eficientes. El calcio y la vitamina Dmejoran de forma considerable el cuadro de síntomas del síndrome premenstrual (podemos tomar complementos de vitamina o aumentar el consumo de peces como el salmón, los cereales, el jugo de naranja, la leche enriquecida ...)

El magnesio, la vitamina E y la vitamina B6

también son muy eficientes, sobre todo para reducir el dolor, así como la hinchazón o la retención de líquidos. Las plantas naturales como la salvia o las raíces como el jengibre también están muy indicadas.

  • Debemos reducir el consumo de alimentos ricos en sal, harinas refinadas, grasas saturadas, así como el café o el alcohol. El ejercicio moderado también es muy útil.
  • La yoga o los ejercicios de relajación dan un óptimo resultado.
  • Para concluir, cabe resaltar que si los síntomas son muy dolorosos o nos impiden tener una vida normal, lo más recomendado es consultar a un médico. En estos casos, los tratamientos con píldoras anticonceptivas o incluso con antidepresivos son soluciones comunes y igualmente eficientes. Sin embargo, no dudamos también de complementar este tratamiento con los consejos expuestos aquí.
  • El enfoque multidisciplinario, donde lo natural y lo psicológico se integran con los enfoques farmacológicos, nos ofrecen, sin duda, una respuesta muy positiva ante este tipo de problema.