Sin duda nuestra mente es la gestora de nuestra salud y del funcionamiento de todos nuestros mecanismos internos, o sea, del funcionamiento de nuestros órganos, incluso de los más automáticos e instintivos. Por eso, si en la mente reside la capacidad de dirigir, gestionar, coordinar y hacer que todo nuestro organismo funcione,
ella tiene mucho que hacer por nuestra salud. Las dos mentes
Podríamos decir que tenemos "dos mentes":
la mente consciente, racional y analítica, y aquella que llamamos la mente subconsciente. Es por eso que, en muchas ocasiones, queremos estar bien, pero nuestro deseo no corresponde a nuestro estado interior. Por el contrario, empezamos a sentirnos mal, pareciendo que no tenemos control sobre nuestra mente, nuestros pensamientos y nuestro cuerpo. Mientras la mente consciente quiere que todo salga bien, en la mente subconsciente, sin embargo, se activan todos los sistemas de alerta, miedo y reacciones que nos hacen sentir sin control y fracasados ante el propósito inicial de que todo de cierto. En la mente subconsciente se guardan las experiencias emocionales fuertes, y éstas activan recuerdos, emociones, bloqueos e interferencias frente a situaciones que nos recuerdan experiencias previas o traumáticas vividas, aunque no seamos conscientes de ello.
Cuando vivimos una experiencia emocionalmente intensa, nuestra mente subconsciente reconocerá otras situaciones relacionadas con aquella como peligrosas
y activará todos los sistemas de alerta, haciendo que nos sintamos inundados, generando malestar y sufrimiento, aunque en el presente la situación no sea realmente peligroso.
La salud del bienestarA partir de nuestra mente tenemos la capacidad de generar bienestar o malestar
, aunque no seamos conscientes de lo que estamos haciendo. La salud es un estado en el que nos sentimos bien, tanto física y psicológicamente. Y el hecho de sentirnos bien depende de cómo nuestra mente maneja y se enfrenta a la vida y las circunstancias que nos ofrece, de la forma más eficaz posible. La programación mental Nuestra mente va programando a sí misma con mensajes que recibimos desde la infancia y con lo que vamos a decir a nosotros mismos a lo largo de la vida.
De esta programación depende nuestro malestar o bienestar
, ya que aprendemos a reaccionar ya sentirnos de cierta manera ante situaciones determinadas de la vida y de las relaciones.Con frecuencia
la programación mental queda guardada en el subconsciente
y, desde allí, se generan problemas que somatizamos en nuestro cuerpo.
Reprogramación mental
Para generar un cambio es necesario "reprogramar nuestra mente", o descubrir el camino para que nuestra mente genere actitudes, síntomas, evolución, pensamientos y sensaciones de bienestar.
Esto es posible a través de la terapia psicológica, con técnicas de reestructuración cognitiva o con hipnosis, entre otras, donde la persona descubre la programación errónea en su mente subconsciente que genera malestar y enfermedades. Si la mente tiene el poder de dirigir el funcionamiento de nuestro cuerpo, es obvio que puede hacerlo correctamente y generar salud si aprendemos cómo hacerlo. Para ello, es importante descubrir dónde la mente subconsciente genera bloqueos emocionales y desbloquearlos, para permitir que las emociones, actitudes y pensamientos de curación puedan fluir.
El poder de la mente para generar salud
Tomas las riendas de nuestra salud significa adentrarnos en los dominios de nuestra mente.Ya que la mente subconsciente no es accesible de una forma fácil, es importante utilizar el acceso que la mente consciente, lógica y analítica nos ofrece, al mismo tiempo que observamos las emociones que afloran en el proceso.
Para comenzar,
es importante que la comunicación con nosotros mismos sea a través de mensajes positivos y realistas con nuestras capacidades del presente:
Voy a conseguir
Sé cómo hacer
Me voy a curar Mi cuerpo sabe restablecer el equilibrio
De forma consciente, lógica, racional y racional estos mensajes guiarán nuestra mente hacia el camino del bienestar, al tiempo que nos devolver el poder que tenemos para dirigir nuestra mente, descubriendo y recordando las capacidades internas para volver al equilibrio de la salud.