Cuando se despide es aprender a renunciar

Se acabó. La vida real no es esa película de romance feliz que todo el mundo habla, ni ese libro en el que las relaciones son para siempre: amor eterno, amistad inseparable, familia unida hasta el final ... En la vida real, el amor, en todas sus. los vertientes, no siempre es suficiente,y tener que despedirse es bastante común. Lo difícil en despedirse es cuando ya no hay espacios para un posible retorno, pero sólo vacíos vacíos entre dos o más personas. Incluso, a veces la despedida llega como ley de vida. En otras palabras,

el complicado de una despedida no es la acción de decir adiós, es aprender que ese adiós significa renunciar y continuar. Cortando relaciones

Oímos muchas veces que la vida es como una montaña rusa, donde una vez que subimos en ella, tenemos que adaptarse a los altos y bajos que eso implica; pero, a diferencia de eso, queremos mostrar que una vida feliz es aquella en que las cosas duran para siempre.

En esta contrariedad reside el daño. Nos sentimos desprotegidos cuando descubrimos que nuestra verdad se modifica continuamente, que la felicidad no es constante y que tarde o temprano, todos seremos obligados a perder para poder seguir ganando. "Muchas veces la vida está relacionada a soltar lo que alguna vez nos ha salvado, renunciar a las cosas a las que nos apegamos fuertemente, creyendo que tenerlas es lo que va a seguir salvando de la caída."

-Jorge Bucay- las personas que llegan también pueden marcharse, así como cuando llegamos también podemos marcharnos. Y cuando van o nos vamos, lo que queda es lo que la persona nos enseñó y qué enseñamos a ella, bueno o malo:
hay que renunciar a lo que dejó de ser, aceptar y aprender a seguir viviendo con la vida parte que nos dejaron

y que nos hace ser lo que somos. Todo lo que implica decir adiósDespedir es uno de los momentos más duros por los que tendremos que pasar, dado que involucra muchas otras cosas que alimentan nuestro ego.Despedir implica envolver algo que no queremos liberar y que queremos que continúe estando allí.Decir adiós significa querer decir algo que no conseguimos y que no dijimos antes, hacer lo que no podíamos hacer con los demás, abrazar lo que no abrazamos; y, definitivamente,

despedirse es vivir todo lo que no llegamos a vivir y que siempre sentiremos falta.

"Hacer la luz aunque cueste la noche, aunque seala muerte el cielo

que se abre y el océano nada más que un abismo creado a las ciegas."-Blanca Varela-

Ante esto queda la fuerza, el sacrificio y el coraje que todos poseemos, aun no creyendo.

Todos somos capaces de mirar hacia el futuro, por más oscuro que sea

, y tener el coraje de enfrentar la lucha, pero sólo así la vida sabrá que estamos preparados para ser felices de nuevo.

Aprender a despedir es crecer

A veces, ni siquiera tenemos tiempo de despedirnos: por la ley de la vida, alguien que amamos mucho tiene que seguir adelante, aunque siga estando con nosotros. Otras veces, nos estamos despediendo antes de tener conciencia de eso:

nadie es más vulnerable para creer en algo falso que quien desea que la mentira sea verdad,

diría Jorge Bucay nuevamente.

La prueba de la despedida, como dijimos al principio, es ver a nosotros mismos siendo felices después de decir 'adiós'.

Cuando esto suceda, habremos pasado por un lento proceso de curación interior, buscando lo que fuimos, lo que queremos y lo que podemos ser para nosotros mismos.La acción de despedirse realmente llega cuando miramos hacia el pasado y nos vemos más grandes: crecemos porque todo lo que hemos vivido ha sido bueno hasta el adiós, crecemos porque nos lastimar y nos hemos vuelto a reconstruir,crecemos porque nos dimos cuenta de que la vida sólo tiene sentido cuando aún tenemos ganas de vivirla. "No es verdad que tenemos que arcar con cada cosa que queremos y valoramos; no es verdad que debemos seguir adelante con todo de antes, con todo lo que ya dejó de ser. "

-Jorge Bucay-