En los días de hoy vivimos una epidemia de noticias falsas o medias verdades (medias noticias). La desinformación es el orden del día y no sabemos más en qué noticias creer y en cuáles no. Pero el motivo no es que las personas quieran leer informaciones falsas y que, por eso, la demanda ha aumentado. La gente quiere información real, especialmente si estas corresponden a sus creencias. Sin embargo, el consumo de noticias falsas ha aumentado y mucho.Para entender este fenómeno, tenemos que ir a la psicología de la motivación. Además de tener el deseo consciente de obtener informaciones verdaderas, tenemos otras motivaciones inconscientes que nos llevan a intentar (al menos) confirmar nuestras creencias. De esta forma, los mensajes que satisfagan esas motivaciones serán aceptadas como verdaderas, incluso cuando sean falsas (lo contrario también puede suceder).
Necesidad de cierre cognitivo Una de las motivaciones de las que hablábamos es la necesidad de cierre cognitivo, que está relacionado con la incertidumbre.Cuando esta necesidad es activada,
las personas son atraídas por mensajes simplistas que afirman verdades absolutas
. Como si esto no bastara, todos nosotros tenemos esa necesidad en mayor o menor grado, incluso situaciones que involucran desorden y generan incertidumbres pueden aumentar la necesidad de cierre de ese asunto. Un ejemplo de un mensaje simplista es proporcionado por la noticia de que los inmigrantes son responsables de todos los problemas sociales que tenemos. Este mensaje es simplista porque divide el mundo entre los buenos y el mal, nosotros somos buenos y los inmigrantes son malos. Además, proporciona un "chivo expiatorio" para nuestros problemas, dándonos una causa, o mejor, un causante. Siendo así, los mensajes simplistas son más susceptibles de creer y aceptar sin mucho examen minucioso. Necesidad de resultados específicosDe la misma forma, los mensajes que afirman un resultado específico, sea falso o verdadero, pueden ser fácilmente aceptados si son coherentes con lo que la gente quiere creer.
Sin embargo, no vamos a creer en nada sólo porque pensamos de forma similar. Cuando la falsa noticia es muy escandalosa, como la de que Barack Obama era miembro del Ku Klux Klan, y eso contradice lo que sabemos o lo que creemos estar dentro de lo razonable, es más probable que sea rechazado, aunque esa falsa noticia pueda satisfacer nuestra motivación por resultados específicos.
A pesar de lo que se ha visto,
la falta de conocimiento puede hacer que las noticias más extravagantes sean aceptadas como verdaderas . Diversos estudios mostraron que las personas más cultas y de mayor edad (relacionadas con más experiencia) son menos vulnerables a las noticias falsas. Esto ocurre porque tienen más recursos, en términos de capacidad crítica, cuando se trata de clasificar una noticia como falsa o verdadera. Expertos de noticias falsas
En estos casos en que la falta de conocimiento predomina, lo que generalmente hacemos es confiar en personas que consideramos especialistas.
Cuando un coche se rompe, llamamos a un mecánico de confianza. Cuando usted se enferma, visita a ese médico en quien usted confía. En el pasado, para la mayoría de las cuestiones informativas y noticias sobre la sociedad, la política y el mundo, recurríamos a instituciones sociales respetables, como una agencia gubernamental, un representante del Congreso, el presidente del país o fuentes de medios de masas. En aquella época, el gobierno y los medios de comunicación derrochaban el control sobre la confiabilidad de las personas, y ellos poseían la amplia confianza de la mayoría. Pero estos tiempos han cambiado, y ni el gobierno ni los medios disfrutan de la confianza de antes.La reciente crisis y los casos de corrupción han contribuido al hecho de que confiamos cada vez menos en ellos
. Ante esta falta de confianza en los medios "tradicionales", las personas están buscando otros medios de información que satisfagan la motivación del cierre de sus dudas y de los resultados específicos.
Intoxicación de las noticias falsas Los avances de Internet y el surgimiento de las redes sociales también contribuyeron a la falta de confianza en los expertos y el aumento de noticias falsas. El momento de confusión en que vivimos, caracterizado por cambios rápidos y creciente agitación (por ejemplo, el ascenso y el crecimiento de las potencias asiáticas, como China e India, el terrorismo islámico, la inestabilidad económica, la crisis de los refugiados, etc. ) nos llevó a buscar información actualizada,
Queremos saber de las noticias en el momento en que ocurren.
Esta demanda, junto con el vacío creado por la desconfianza de las fuentes de información tradicionales, abrió una puerta a nuevas fuentes de noticias, particularmente en Internet y en las redes sociales. Estas nuevas fuentes, sobre las cuales hay poco o ningún control, muchas veces son motivadas o tentadas a cambiar opiniones políticas de las personas en la dirección deseada, en otras palabras, manipular. Sea cual sea el remedio,la actual plaga de la desinformación es motivo de preocupación, exigiendo y justificando un esfuerzo por parte de las instituciones sociales implicadas en restaurar su credibilidad manchada.