A menudo dicen que esperar siempre vale la pena, que hay que tener paciencia porque las cosas siempre acaban llegando. Ahora, no podemos caer en el extremo de dejar nuestra existencia en "stand-by", dejando que el presente escape. Según una encuesta publicada en la revista Boston Globe, las personas, especialmente los jóvenes, siempre buscan gratificaciones inmediatas porque carecen de paciencia a corto plazo
.Sin embargo, en lo que se refiere a la protección del futuro y la realización de metas, la "necesidad del inmediatismo" no es tan intensa. Somos capaces de esperar largos períodos hasta que llegue nuestra hora. A veces la ansiedad de esperar mucho algo trae como consecuencia la desilusión de que ese algo no sea lo que esperábamos.
CompartirSu vida comenzará a cambiar a la hora en que usted deje de esperar y adecuar sus expectativas a la realidad.
Necesitamos ser agentes activos de nuestro presente, creadores de nuevos pensamientos y emociones que incentiven acciones diferentes. Cuando se espera que se convierta en una elección voluntaria
Hay quien haga de su propia existencia una sala de espera eterna donde todo se sueña, pero donde nada nunca llega.
Al contrario, otras personas hacen una retroalimentación muy negativa frente a esos estados de aplazamiento de la recompensa o ese objetivo vital. Queda claro que no todos enfrentamos de la misma manera estas situaciones de espera: algunos se desesperan y otros se acomodan. En este segundo caso estaría el concepto que muchos suelen definir como "un mal moderno": la procrastinación.
La procrastinación es el acto de postergar de forma sistemática aquellas tareas que deberíamos hacer. Es un fenómeno social y psicológico que no siempre tiene que ver con la simple pereza, va más allá de esa idea y explica también el hábito de retrasar o reagendar actividades o proyectos, esperando que el futuro los resuelva.
- El "procrastinador" suele sobreestimar el tiempo que tiene para realizar una tarea o proyecto.
- Piensa que es mejor esperar la hora correcta que, obviamente, nunca es el "aquí y ahora".
- Es necesario considerar que la procrastinación también ocurre con personas muy activas que se deleitan teniendo ideas, pero que nunca la realizan porque. cuando llega la hora, ya han cambiado de opinión y tienen otro objetivo en mente. Las cosas nunca vienen por sí solas, es posible que el destino traiga un poco de suerte en determinado momento, pero eso no es muy frecuente.
- El futuro no resuelve las cosas si no propiciamos antes el movimiento, la acción y el deseo mismo del cambio
. Deje de esperar y su realidad será diferente. Vive mejor sin esperar nada de nadie y esperando todo de sí mismo.Compartir
Dejar de vivir en "stand-by": sea autor de su realidadA pesar de que León Tólstoi ha dicho que todo llega a quien sabe esperar,
vivir en "stand-by" puede hacer caer a la persona en un estado de " frustración y desamparo muy desesperante.
Una investigación publicada en la revista Psychological Science en 1997 advertía que es peligroso postergar las cosas y limitarse a esperar que el propio futuro traiga nuestros objetivos por sí solos. Necesitamos ser agentes activos de nuestra realidad, y por eso hay que considerar estas ideas:
Deje de poner sus expectativas sólo en el mañana:
no queremos decir con esto que no debamos considerar el futuro, sino para que el futuro que soñamos sea es necesario actuar en el aquí y ahora.
- Deje de esperar tantas cosas de los demás: poner expectativas elevadas en aquellos que nos rodean nos trae sufrimiento. Espere resultados de sí mismo, tome una actitud realista sobre lo que está en su entorno y permita ser receptivo en vez de exigente con aquellos que lo rodean.
- No existe una vida perfecta, sino un estado en el que usted puede ser feliz . Con esta idea, se resume una vez más el peligro de establecer expectativas elevadas. La perfección no existe, sino ese equilibrio maravilloso en el que puedes ser tú mismo y sentirse orgulloso de lo que tienes.
- Entrene su capacidad para actuar y decidir sin miedo. Ser protagonistas de nuestra historia nos obliga a ser agentes activos de continuas transformaciones que debemos realizar sin temor.
- A veces pasamos el tiempo soñando con un futuro que, cuando llega, no nos trae nada nuevo.Entonces volvemos a esperar, a proyectar. En vez de frustrarnos, deberíamos ser capaces de iniciar el cambio, dibujar un plano, salir de la zona de confort, tocar la luna con la punta de los dedos siempre que sea posible ...