Como en el cuento del dinosaurio, hay personas que, no importa lo que suceda, siempre están presentes.Son nuestras estrellas, aquellas que marcan el norte cuando no encontramos el camino. Personas con luz propia que nos guían y permanecen de nuestro lado, incluso después de que partimos.
Nos agasajan si estamos desprotegidos y siempre están dispuestos a extendernos una mano cuando necesitamos. Son nuestras constantes: si algo va mal, siempre podemos pedir la ayuda de ellas.
"Cuando se despertó, el dinosaurio todavía estaba allí." -Monterroso-
Hay personas que son verdaderos puntos de apoyo
Todas las personas necesitan puntos de apoyodonde podemos sostener cuando tropezamos. Estos puntos son nuestros seres queridos. Ellos son la estructura que nos mantiene en tiempos de crisis y nos da fuerzas para continuar nuestras acciones.
La fuerza de una hermana, el amor incondicional de un socio o el apoyo inquebrantable de un amigo son suficientes para estabilizar los choques que inevitablemente recibimos.
"Dame un punto de apoyo y yo moveré el mundo." -Arquimedes-Mientras luchamos y nos esforzamos para lidiar con las dificultades diarias, a veces los contratiempos y las circunstancias nos debilitan. La caída es inevitable, pero hacen que sea mucho más fácil levantarse y seguir adelante.
Puede contar conmigo
Se necesitan al menos dos personas para que exista una relación. Los vínculos que formamos con las otras personas que amamos suelen ser recíprocos. No se trata de una carretera de sentido único, sino también de una ruta de ida y vuelta.
Así, al recorrer el camino, aunque cada uno escoja su propia dirección, siempre los encontramos de nuestro lado; y cuando vuelven los ojos para encontrarnos, estamos siempre allí. Porque, aunque a veces nos despierte, prometemos buscarnos al otro cuando lo necesitamos.
No necesitamos palabras
No hay necesidad de atarse en letras infinitas e innumerables "te amo" para explicar lo que uno siente. A veces las palabras son inútiles para decirle a la otra persona cuánto significa para nosotros. Una palabra, un gesto o una mirada son suficientes para entender.
Si las carcajadas son más sonoras cuando ustedes están juntos, si usted encuentra fácil saber cuándo la mirada es de tristeza o alegría, si un solo gesto es suficiente para que ustedes se entienden, si cuando la persona lo busca ella te encuentra y cuando te necesitas, estás presente, pueden considerarse afortunados por ser el dinosaurio de la fábula que todos necesitamos.