El ideal en la educación infantil es enseñar al niño a ser una persona buena, gentil y servicial. Si conseguimos esto, estar contribuyendo a su desarrollo y éxito en el futuro.
Si un niño es capaz de mantener un ambiente de paz y no crear problemas generados por el egoísmo o la agresividad, será amado por todos y crecer con una autoestima sana.
Los niños bondadosos tienen más sensibilidad para tratar a las personas, al mundo ya los animales; todo esto resulta en un mundo mucho mejor.
Claro que no es una tarea fácil, por eso hoy hablaremos sobre cinco claves que ayudarán a construir la bondad infantil.
1- Gratitud
Enseñar a nuestros hijos la importancia de la gratitud es como construir el primer piso de un gran castillo. Las palabras mágicas (por favor y gracias) le abrirán todas las puertas, pues serán su mejor tarjeta de visita.
La gratitud es el primer paso para que la bondad y la compasión fluyan naturalmente.
No debemos obligar a nuestros hijos a pronunciar las palabras mágicas, sin antes enseñarles su verdadero significado. No es para simplemente decir gracias, sino para sentirse agradecido por todo lo que poseen: por sus juguetes, por los cuidados que reciben, por las oportunidades ...
El niño necesita saber y entender que la gratitud genera buenos sentimientos y reciprocidad, y así se percibirá el valor de todo lo que tiene y logra alcanzar.
2- La solidaridad transforma el mundo, lo hace más digno. La solidaridad es dar lo que tenemos, no lo que sobra.
Como en todos los aspectos de la vida, somos el ejemplo para nuestros hijos, debemos enseñarles el valor de compartir y ayudar a los más necesitados desde la infancia. Por eso, participe en proyectos conjuntos para resolver problemas de la comunidad, haga trabajos humanitarios, de modo que su vida sea un ejemplo de cómo mejorar la vida de los demás.
El compromiso social es una motivación muy importante y nosotros, como adultos y profesores, tenemos el deber de enseñar. 3- Eduque la mente y el corazón
"Hemos sido enseñados desde la infancia como un cuerpo está formado, sus órganos, sus huesos, sus funciones, pero nunca supimos cómo se hizo el alma. (Mário Benedetti)
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Este es otro ladrillo a partir del cual cimentaremos la capacidad de los niños para ser benevolentes.Los niños deben aprender a reconocer y controlar sus emociones.El objetivo de la inteligencia emocional es cultivar la bondad, haciéndola crecer con empatía y amor. Las emociones sirven como motivación, pero también como un punto de partida para una buena comunicación, en la cual el respeto y el reconocimiento por el otro estarán siempre presentes.4- El valor del esfuerzo y de la colaboración "Cuando usted quiere algo, tiene que colaborar. Si quieres llegar rápido, camina solo: si quieres llegar lejos, camina en grupo ".
(Proverbio africano)Compartir
Sabemos perfectamente que los niños son capaces de colaborar y quedan muy animados con eso. Entonces, siempre que sea posible, debemos dejarlas cooperar con las tareas y enseñarlas que todo esfuerzo tiene su recompensa.
5- La mente que se abre a una idea nunca volverá a su tamaño original. Educar a nuestros niños, enseñarles los valores morales y cultivar sus conocimientos es poner el mundo a su alcance.Podemos decir que "si no saben que pueden llegar hasta la luna, no van a intentar alcanzarla; entonces déles una escalera ".Es muy importante dar a nuestros niños la oportunidad de crecer, cultivando en su corazón la bondad infantil, la compasión y la empatía.De esta forma, vamos a promover su felicidad y su bienestar, y por supuesto, del resto del mundo también.