'Generación smartphone' es una etiqueta que, de alguna manera, engloba a todas las personas que nacieron a partir de 1995 en un país occidental. Se llama así porque la mayoría de la gente de esa generación pasó toda la adolescencia con un teléfono celular en las manos. La verdad es que para la mayoría de ellas es difícil imaginar cómo sería posible moverse en un mundo en que esa tecnología no existiera. Ellas forman parte del grupo que podríamos llamar "jóvenes hiperconectados". Jean Twenge, doctora en psicología y profesora en la Universidad de San Diego, acaba de publicar una investigación sobre este tema. Ella consiguió hacer una encuesta con 11 millones de jóvenes en los Estados Unidos involucrando entrevistas fueron minuciosas. Su conclusión es que esos jóvenes son más tolerantes y menos rebeldes. También son más infelices y menos preparados para asumir las responsabilidades de la vida adulta.
¿Es posible que la simple existencia de los smartphones haya marcado de esa manera la forma de pensar y el comportamiento de las personas? Los datos indican que sí. La 'generación smartphone' se desvinculó de muchos de los modos tradicionales de comunicarse con el mundo. Son más estáticos. Tienen la ilusión de que tratan con la realidad en el móvil. En realidad, presentan algunas características preocupantes. Aquí hay cinco de ellas."La juventud no es un período de la vida, es un estado de ánimo." -Mateo Alemán- 1. La 'generación smartphone' crece más lentamente
Los miembros de la 'generación smartphone' pasan mucho más tiempo en casa. A diferencia de sus predecesores, ellos salen poco y están menos interesados en buscar la independencia. No se apresuran a tener sus primeras experiencias sexuales. También no son muy atraídos por empezar a trabajar, aprender a conducir o tomar alcohol. Básicamente están creciendo en el ambiente seguro de sus casas. Casi siempre están rodeados por adultos. Por eso,
son más cautelosos y se exponen menos a situaciones arriesgadas.
Esto tiene su lado positivo. Sin embargo, también se muestran menos independientes. Tienen problemas para tomar decisiones y sienten más dificultades con los cambios.
2. La tecnología ocupa un lugar prioritario en sus vidas
En promedio, los miembros de la generación smartphone pasan 6 horas al día conectados a Internet. La mayor parte del tiempo están enviando mensajes y jugando. Por lo tanto, pasan mucho menos tiempo con sus amigos en encuentros cara a cara.
La tecnología, entonces, ocupa un lugar central en sus vidas. Uno de los castigos más temidos por ellos es quedarse sin el teléfono móvil o estar prohibidos de usar Internet. Dirán sentido al paso del tiempo gracias a la conexión. 3. Menos habilidades sociales y cognitivas
El hecho de que los integrantes de la generación smartphone pasan menos tiempo con sus padres tiene varios efectos. El primero de ellos es que
desarrollan sus habilidades socialesde manera limitada.
Una cosa es estar con un celular en las manos comunicándose, otra es comunicarse cara a cara. Manifestan cierta preocupación por hacerlo. Al mismo tiempo, según la investigación de la doctora Twenge,
parece que tienen menos habilidades de lectura y escritura.
Tal vez esto tenga que ver con la poca riqueza semántica que usan en sus mensajes para comunicarse. Además, en muchas situaciones se comunican usando oraciones incompletas. 4. Son más ansiosos y deprimidos La misma investigadora llama la atención sobre un hecho preocupante. Estos jóvenes parecen tener mayores niveles de ansiedad y depresión.
indica que el suicidio se ha triplicado entre los jóvenes en este grupo de edad en los últimos 10 años. Esto puede estar relacionado con el poco contacto social que tienen y con un menor nivel de actividad física. En realidad, estos efectos de ansiedad y depresión no aparecen por el hecho de estar conectados por tanto tiempo. Pero como consecuencia de lo que dejan de hacer por estar conectados. Si el equilibrio fuera mejor entre ambos aspectos, seguramente lograrían gozar de una mayor estabilidad.
5. Valoran la seguridad y son más conscientes
A diferencia de la generación Y, los miembros de la generación de teléfonos inteligentes son más realistas. No crean grandes expectativas y valoran principalmente la seguridad. Están más dispuestos a trabajar duro. No se siente atraído por las actividades que involucra muchos riesgos. Llama la atención que estos jóvenes también sean más conscientes de su situación.
Ellos saben que el exceso de tiempo en el teléfono móvil no trae muchos beneficios. Sin embargo, también afirman que no saben cómo vivir de otra manera. La 'generación smartphone' es producto de los cambios culturales inducidos por las nuevas tecnologías. Tal vez necesiten más de sus padres para que sean presentados a otras formas de vivir. Como ellos mismos afirman, no saben vivir de otra manera, no conocen otras alternativas y por eso tal vez no las consideren. Por fin, esos jóvenes tal vez no causen problemas tan aparentes como las generaciones que los precedieron. Pero también parecen haber perdido parte de la energía, de la voluntad de experimentar o de cambiar el mundo. Están tristes y no encuentran otra salida a no ser adaptarse de forma pasiva a la realidad que tienen.