La soledad, como tal, no es buena ni mala. Depende de cómo cada uno la vive y la acepta. Todos deseamos, a veces, quedarse solos. Necesitamos eso y nos conviene. Sin embargo, hay momentos en que es difícil enfrentar la soledad no deseada y la vivimos con tristeza y / o sensación de abandono. Estar solo por mucho tiempo puede implicar graves trastornos, pues somos, sobre todo, seres sociales. Por lo tanto, es necesario saber enfrentar, gestionar y aceptar la soledad. En este artículo, vamos a presentar siete orientaciones para enfrentar la soledad no deseada de manera inteligente, de una forma que favorezca nuestro crecimiento personal.
La soledad destructiva
Hay varias formas de soledad "negativa".
Una persona puede ser reservada, pero no perjudicar sus relaciones sociales. Otro tipo de soledad negativa ocurre cuando alguien se siente desamparado, solo, sin compañía y con pocas perspectivas de cambio en la situación. Es decir, ella siente la soledad como una condenación: una situación no escogida, una especie de castigo y, para todos los efectos, algo injusto. Puede ser complicado modificar situaciones familiares o de grupo, poco importa si la persona es soltera, casada o viuda.
Esta sensación de soledad, cuando no fue elegida, es una de las experiencias más negativas para nuestro desarrollo personal, afectivo y de salud, tanto mental y físico. El concepto de soledad es diferente del concepto de aislamiento. Más diferente aún es el concepto de dependencia. Podemos decir que son tres caras distintas de la soledad, con sus pros y contras.
¿Cuáles son las formas comunes de soledad? Existe la soledad entendida como un alejamiento del ruido, de las aglomeraciones, del ruido ...
Necesitamos la soledad para poder "alimentar a nosotros mismos", para rezar, escribir o concentrarnos. Esta soledad transforma la carretera que nos conecta con nuestro interior en una pista con varias pistas.
Esa soledad es necesaria en nuestra vida y no puede hacernos daño. Si sabemos tratar de forma inteligente con ella, puede traer grandes beneficios. Sin embargo, a menudo la soledad no es elegida, sino que se impone. En los casos de soledad impuesta vemos la soledad con tanta intensidad que podemos estar rodeados por personas y sentirnos solos al mismo tiempo. ¡Cuánta gente alrededor, pero muy poca sensación de compañía! La trágica soledad psicológica
La soledad psicológica es quizás el más terrible tipo de soledad. Puede hacernos desarrollar una verdadera patología, induciendo al suicidio en los casos más extremos. Por otro lado, la soledad puede provenir de la sensación de no mantener relaciones profundas, como la ausencia de una amistad verdadera o de familiares en quienes se pueda confiar. Nuestra configuración de personalidad puede predisponerse a esa sensación. Hay estudios que revelan que a los cuarenta años de edad ella aumenta con fuerza, para terminar en la jubilación y en la emancipación de los hijos.Cuando los hijos se emancipan, puede suceder la llamada "síndrome del nido vacío".
Entonces, hay que actuar y enfrentar la soledad de la mejor manera posible. Es necesario hacer algo si en nuestro trabajo, en nuestra familia o en nuestro grupo social nos sentimos solos y esa sensación parece asfixiarnos poco a poco.
La pérdida de autonomía y la dificultad para movernos favorece otro tipo de soledad. Este tipo puede enriquecernos de alguna manera desde que sepamos cómo adaptarse y aceptar esa soledad. 7 orientaciones para enfrentar la soledad no deseada
Podemos hacer varias cosas para controlar y enfrentar la soledad no deseada. No se trata de no estar solo, sino de no sentirse solo. Entre algunas orientaciones, destacamos las siguientes:
Se organiza de otra manera
Es una buena idea organizar la vida en función de nuestro estado actual
(soltero, viudo, jubilado, sin hijos, etc.). No se organice en función de la rutina estresante que usted tuvo como ama de casa o como funcionaria de una empresa. Ahora es hora de incorporar en nuestra agenda actividades que nos permitan compartir intereses con otras personas. Establezca horarios
Trate de mantener un horario para acostarse y levantarse.
Intente no entrar en la anarquía, eso le dará una gran sensación de seguridad. En los días en que no tienes la obligación de despertar temprano, no te quedes en la cama. No acostumbrar a su cuerpo a un horario va a aumentar la sensación de melancolía. Haga las comidas siempre en el mismo horario
Si es posible, haga sus comidas siempre en el mismo horario. Llena todas las noches, aunque sea algo ligero. No caiga en la trampa de comer sólo cuando tenga hambre y sin control. Usted percibirá la diferencia en su salud física y su estado de ánimo.
El desorden genera más desorden y, al mismo tiempo, ansiedad. Intente establecer un ritmo, no deje por su estado de ánimo
No se deje llevar por el impulso del mal momento por el que usted está pasando. "Me siento aburrido, no tengo ganas de bañarse, cambiarme ... me quedo en el sofá todo el día esperando una llamada o una visita que nunca llega".
Mire el reloj y haga lo que usted había planeado para ese día! Haga actividades gratificantes
¿Tiene una huerta? Vaya a cuidar de ella. Si usted tiene un jardín, siempre habrá algo que hacer. Si no lo tiene, coloque algunas planchas en el balcón. Usted también puede arreglar la casa, organizar sus papeles, lavar la vajilla ...
Hacer algo que distraiga y lo mantenga activo es positivo y sano. No se debe "matar el tiempo"
Necesitamos encontrar algo para ocupar y llenar nuestro tiempo, pero algo que sea significativo, que nos divierte y nos haga crecer. No se que no tenga mucho dinero. Los ricos no tienen los momentos de ocio llenos, ellos también se aburren. Se trata de buscar algo que lo atraiga y "prenda".
Realizar actividades que nos gusta hacer y nos divertimos es una buena forma de enfrentar la soledad no deseada. Cambie su ritmo de vida La monotonía se rompe con cambios.
Modifique sus hábitos, coloque un poco de riesgo en su vida, piense que usted no necesita a nadie para ir al cine, para ir a cenar en un día cualquiera o para viajar.
La relación que vamos a mantener con la soledad, el aislamiento y la dependencia está en nuestras manos. Vivir solo no significa estar solo ni ser una persona solitaria.
Lo que importa es aceptar la situación personal por la cual estamos pasando y luchar para compensar la soledad con amigos, familia, hijos, grupos.