Educar a un hijo en felicidad es la tarea más importante que usted se enfrentará como padre. Usted querrá darle una buena formación y valores, pero lo más básico es pintar una sonrisa en su cara en cada día de su vida.
Porque si al educar a un hijo usted no piensa en sufelicidad, nada más valdrá. La mejor forma de hacer el niño querer aprender e interiorizar valores es a través de una existencia plena, en la que se sienta protegida y aproveche los días con la alegría de vivir.A continuación, le daré una serie de consejos que pueden ser muy útiles para educar a un hijo en felicidad. Una tarea compleja, pero verdaderamente inspiradora, que llenará su alma y su corazón de satisfacción y orgullo.
Nunca deje sus frustraciones en él
Si usted quiere educar a un hijo en felicidad, asegúrese de que nunca, bajo ningún aspecto, desconta sus frustraciones en él, pues su corazón no será capaz de entender por qué de usted exigir tanto de él .
Tal vez su sueño de infancia era ser el mejor jugador de fútbol o el primero de la clase, pero usted ya le preguntó a suhijo
si eso es lo que él desea? Ellos se parecen mucho a usted, pues no hay como olvidar el hecho de que cargan sus genes, pero son personas diferentes, con sus propios deseos y necesidades. "Una de las mejores cosas que pueden ocurrir en la vida es tener una infancia feliz".- Agatha Christie -CompartirConsiga una buena comunicación
A la hora de educar a un hijo en felicidad,es totalmente necesario que usted tenga una buena comunicación con él. Para ello, hay una serie de aspectos que usted debe tener en cuenta. Por ejemplo, es lógico que a veces surge una frustración, tanto en los hijos como en los padres, ya que el niño no ha desarrollado por completo sus habilidades y capacidades comunicativas. Sin embargo, usted no debe caer en la desesperación.Cuando se comunique con su hijo, o observe algún comportamiento extraño o llamativo, piense en usted. Pero
piense en usted cuando usted era un niño. Haga un trabajo de introspección y retroceso al pasado. ¿Qué te sentías? ¿Qué te motivaba? ¿Qué te hacía feliz? Probablemente encontrarás mucho más de ti mismo en él, y eso te ayudará a sentirse mejor.Utilice la empatíaAprovechando el punto anterior, a la hora de educar a un hijo en felicidad,la empatía es una herramienta de gran valor
,
pues le permitirá entender mejor su pequeño. El ejercicio introspectivo de buscar los deseos y necesidades de sí mismo cuando era nuevo ayuda enormemente a entender y tener empatía con los niños.¿De qué juegos te gusta? ¿Cuáles eran sus comidas favoritas? ¿Cómo te gustaba que tus padres te traten? ¿Cómo reaccionaba frente a novedades? Responder a todas estas preguntas y algunas más le ayudará a entrar en el mundo infantil y poder crear relaciones felices con ellos.
"Nunca es demasiado tarde para tener una infancia feliz".
- Tom Robbins -CompartirDé todo su cariño a ellosA la hora de educar a un hijo en felicidad, es importante que usted dé todo su cariño a él. En ese aspecto, usted no debe darse en partes, sino por entero! Sin embargo, nunca debemos confundir "dar cariño" con "dar todo lo que el niño quiere".
Los niños necesitan rutina y límites. Ellas necesitan saber lo que es correcto y lo que es incorrecto, para poder interiorizar valores y sentirse seguros, formando su personalidad. Sin embargo,
un niño que tiene todo lo que quiere, sean cosas materiales o sentimentales, corre un verdadero riesgo de ser, en el futuro, un
tirano incapaz de comprenderse a sí mismo, frustrado y con serios problemas de autonomía y de relación con las personas a su alrededor.Dedique tiempo a ellosEducar a un hijo en felicidad requiere mucho tiempo y paciencia. Al principio, la familia más cercana es su mundo entero, el lugar en el que se siente más seguro, porque la familia estará siempre presente.
Conforme el niño va avanzando usted tendrá que jugar con ella, disfrutar de sus aprendizajes, dar protección y cariño, y entregarse por completo a ella. Su tiempo y su paciencia son de gran valor para ellas, puesusted es un espejo en el que se ven, y con quienes realmente desean estar.Sin embargo, este punto no debe considerarse una obligación.
Educar a un hijo en felicidad también le llenará, le dejará más pleno y el deseo de estar siempre a su lado sucederá de forma natural. Nunca se olvida de eso.