Y ahora, ¿quién me saca de esa soledad?

Un sentimiento lúgubre, un vacío existencial que dilata los corazones más funestos, pero que en la marcha triste no desiste de ser quien se es. Ni siquiera en un momento de soledad.

¿Se identifica con eso? Los síntomas de la soledad

El estar solo es algo con lo que usted simplemente necesita aprender a manejar. Cuando no se tiene elección, o alternativas plausibles, todo lo que usted desea hacer es acurrucarse en su rincón y girar hacia el lado y dormir con la fragilidad de un niño, pero con la conciencia que nos hace adultos.

Haciendo eso nos quedamos aquí, reflexionando al contar los carneros que van en fila saltando la cerca imaginaria, pero luego eso se termina por toda nuestra falta de paciencia en permitirles efectuar su danza tranquila ...

Sabe ...Yo, como usted , ya me sentí así: triste, cabizbaja, solitaria ...

Y creen: aún no inventaron una fórmula mágica para salir ilesos. Se inventaron sí, cuando eso se transforma en enfermedad hay remedios para que el problema, con mucho costo, sea sanado y eliminado en la casa de nuestros vivientes ...

Pero nosotros no necesitamos eso. Necesitamos mirar bien dentro de nosotros y percibir que todo en la vida pasa.Los motivos para sentirnos abandonados son infinitos, pero no podemos rendirnos. El mundo allá afuera necesita de nosotros.

El mundo nos dice sabiamente que necesita de nuestra alma y de nuestra calma cada vez que un amigo está triste, cada vez que el marido se enoja y se cierra en su universo particular, o viceversa. Cada vez que los hijos lloran sin motivos aparentes, cada vez que el mundo grita que siente hambre.

El hambre existente en el mundo es la carencia de personas empáticas, de personas perceptivas a las necesidades ajenas.

Pero aquí vengo a hablar de cuánto hemos pecado en nuestra convivencia familiar. Sobre cuánto dejamos a desear, muchas veces, cuando nos recogemos en nuestro egoísmo.¿Cuántas veces nos involucramos en peleas innecesarias, cuántas veces pecamos con el otro sin darse cuenta de que podemos, muchas veces, estar equivocándose en nuestras conductas.

No quiero decir con eso que somos manifestaciones desequilibradas de errores inequívocos. Sé que los equívocos pueden suceder perfectamente, y pueden ocurrir con cierta frecuencia.

Pero, ¿estás siempre seguro?¿Será que la mayoría de las veces usted está cubierto de razón, haciendo que el otro esté siempre a merced de las experimentaciones cotidianas?

Por supuesto que muchas veces nos equivocamos, pero percibimos cuándo y cómo erramos es lo que es realmente difícil.

Sé que muchas veces las cosas no van de viento en popa para ti, que muchas veces las cosas son difíciles de tragar. Pero sé que no tienes que llevar dentro de ti azeduras de otras personas, sean allí quienes sean ellas.Busque una salida, siempre hay una.

Busque por sus amigos,los que usted abandonó otrora pensando ingenuamente que jamás los necesitaría, cuando en otros momentos usted estaba feliz y eso le bastó. Qué tontería, necesitamos a la gente muchas veces.