Constructivismo: ¿cómo construimos nuestra realidad?

Hace mucho tiempo los filósofos y los científicos se han preguntado sobre cómo percibimos la realidad y cómo adquirimos el conocimiento. En este artículo, vamos a hablar sobre una de las posturas que responde a esas cuestiones, el constructivismo. La teoría constructivista nos proporciona una visión interesante a la hora de hacer frente al estudio de la psicología. Antes de hablar sobre el constructivismo en sí, tenemos que hacer una revisión de su historia para entender de dónde viene esa posición. Buscando la simplicidad en la exposición, intentaremos colocarla siguiendo dos caminos diferentes: los antecedentes sobre la adquisición del conocimiento y los antecedentes sobre la percepción de la realidad.

¿Cómo adquirimos el conocimiento? ¿De dónde vienen nuestras ideas y representaciones mentales? Las teorías clásicas que explican esta cuestión se agrupan en dos corrientes: empirismo e inatismo.

El empirismo parte de la premisa de que todo nuestro conocimiento es dado por la experiencia. Hasta la menor y más simple idea sería dada por nuestro ambiente, para luego ser captada por nuestro cerebro y aprendida.

El supuesto de esta posición es que el conocimiento está completamente fuera del tema y éste pasa a su mente: puede venir de los demás o de la propia realidad, que el sujeto copiaría. El empirismo es una teoría muy consistente con el sentido común y ha inspirado corrientes psicológicas como el comportamiento. El inatismo nace porque el empirismo parece insuficiente. Aunque podríamos aceptar que una buena parte del conocimiento se ha adquirido del exterior, no es menos cierto que nacemos con ciertas disposiciones, como la de relacionarnos entre sí usando un lenguaje sofisticado.

Así, el inatismo parte del postulado de que existen conocimientos o programaciones que no se adquieren a través de la experiencia.

Estos conocimientos - o programaciones - serían, por ejemplo, aquellos que son muy necesarios para organizar nuestra experiencia (categorías de espacio, tiempo, número ...).

El problema que el inatismo representa es que se queda abajo cuando se trata de explicar cómo esos conocimientos surgen o por qué aparecen en momentos diferentes y, por encima de todo, por qué existen las diferencias individuales. El constructivismo busca resolver este problema, junto con los problemas que el empirismo también parece presentar.

El constructivismo parte del principio de que la adquisición del conocimiento es el resultado de una interacción continua entre la realidad y el asunto. El individuo es como un científico intuitivo, recoge datos sobre su realidad y crea interpretaciones sobre su ambiente. Estas interpretaciones nos ayudarían a crear nuestro propio mundo y utilizarlo como base para las siguientes interpretaciones. ¿Cómo percibimos la realidad?

Esta también ha sido una de las grandes cuestiones, y una gran cantidad de posibles soluciones surgieron antes de ella. La respuesta más intuitiva y la primera que la historia nos muestra es el realismo. A partir de esta posición, si piensa que recibimos una copia exacta de la realidad, lo que vemos, oímos y tocamos es exactamente lo que percibimos

; y todos los individuos perciben igualmente. El realismo pronto cayó bajo su propio peso, muchos filósofos percibieron que los sentidos no percibían la realidad de forma correcta. Descartes e Hume incluso llegaron al punto de decir que era posible que no hubiera realidad detrás de los sentidos. Aquí aparece otra de las posibles soluciones:

los sentidos nos dan un reflejo impreciso de la realidad.

Ya no observamos la realidad directamente, esa premisa dice que lo que vemos es una sombra de la realidad. Aún así, podemos observar algunas deficiencias en esta última explicación. Por ejemplo, aunque todos tengamos los mismos sentidos, no todos percibimos lo mismo en la misma situación. Parece que la sombra de la realidad cambia de acuerdo con el individuo que la mira. Es aquí donde el constructivismo nos dice que nuestra percepción no es sólo una reflexión, es algo más complejo.La teoría constructivista nos dice que los sentidos nos dan información sobre la realidad, pero esta es muy caótica para nuestro cerebro. Por lo tanto, para poder procesar esa información, el cerebro tiene que estructurarla y, para ello, categoriza toda esa información desestructurada en conceptos e interpretaciones. Con esta afirmación, la realidad se vuelve algo inaccesible para nosotros.

Constructivismo y ocioconstructivismo En resumen, podemos entender el constructivismo como un postulado epistemológico en el cual nosotros somos agentes activos de nuestra propia percepción, no recibimos una copia literal del mundo.

Somos nosotros, a través de nuestras percepciones, que damos forma al mundo que hay dentro de nosotros, pero también fuera. Ahora, si cada uno de nosotros es una persona activa que construye su realidad, ¿cómo es posible que todas las personas tengan una visión de la realidad muy parecida? Para encontrar una respuesta para ello, podemos recurrir al psicólogo Vygotsky y su teoría socioconstructivista basada en la cultura. A pesar de cada uno construir su mundo, todos nacen en una sociedad y una cultura que nos guía.

Al nacer inmersos en una cultura, ésta no sólo orienta nuestras interpretaciones, pero también tomamos prestado de ella una multiplicidad de construcciones. Una evidencia a favor de ello es que nuestras construcciones de la realidad se asemejan más con personas de nuestra cultura que con personas de países lejanos. La conclusión subyacente a esto es que

todas las ideas, conocimientos y teorías son construcciones sociales.

La realidad es extraña para nosotros, incluso las leyes físicas tendrían una parte de la construcción social en un marco conceptual compartido. En este aspecto, la ciencia ya no explicaría más los acontecimientos de la realidad, sino los eventos de nuestra construcción conjunta de la realidad. Estos postulados suponen, hasta cierto punto, una revolución en la historia de la psicología y de otras ciencias. Gracias al socioconstrutivismo, muchas áreas de la psicología han cambiado totalmente de paradigmas y ampliado sus espectros. La cuestión que puede surgir ahora es:

el constructivismo es la respuesta correcta o aún tenemos mucho que descubrir?