Alicia tiene 23 años y fue a viajar con su familia. En el momento de subir a bordo del avión, observa que su identidad no está en su equipaje de mano, donde debería estar. Enfurecida, culpa a su madre por haber lavado su ropa el día anterior y haber hecho mal su maleta. Probablemente si ella misma hubiera realizado esas tareas, que son suyas, no de su madre, no habría olvidado su documento en casa.Alicia sufre de baja tolerancia a la frustración sin saber, al gestionar negativamente sus sentimientos en situaciones de estrés.
¿Y tú? ¿Es uno de aquellos que hacen tormenta en un vaso de agua?
"Mis deseos son órdenes"
Prácticamente todos los niños sufren de baja tolerancia a la frustración, y en el proceso de aprendizaje van desarrollando la capacidad de lidiar con situaciones donde no consiguen todo lo que quieren, sea porque otro niño esté jugando con ella, porque sus madres compran algunas golosinas o porque el helado cayó al suelo y no quieren comprar otro.
Sin embargo, hay algunas personas que nunca llegaron a comprender que sus deseos no siempre serán satisfechos y que sus preferencias interferir en su entorno, ya que existen otras personas, también con deseos y aspiraciones propias, así como inconvenientes de carácter técnico ambiental y muchos otros. Aunque existen muchas modalidades, lo cierto es que
la tolerancia a la frustración generalmente se expresa cuando la persona afectada enfrenta una situación de estrés en que tiene como reacción la ira, la rabia o la melancolía excesiva en relación a situaciones que la mayoría de las personas son capaces de resolver en su interior. En los casos más graves, una baja tolerancia a la frustración puede terminar en problemas relacionados con el uso de drogas, la marginación social o el suicidio. Encuentre una solución para su baja tolerancia a la frustración
Hay cuatro indicaciones que son útiles para clasificar a una persona con baja tolerancia a la frustración:
La persona con BTF
- no puede diferenciar su deseo de sus necesidades. Sus reacciones ante un deseo no satisfecho se manifiestan con una explosión de sentimientos que oscilan entre la insistencia excesiva y la cólera, llegando incluso a agredir verbalmente a la persona "encargada" de realizar sus necesidades no satisfechas.
- Tienen problemas para aceptar que la vida no tiene motivos para ser fácil y cómoda, como ellos se esfuerzan por creer que debe ser. En realidad,
- ellos se agarra al "debe ser" y no aceptan lo que "es". Tienen un miedo enorme del fracaso y bajos niveles de paciencia. Aunque la baja tolerancia a la frustración se ha definido como un importante trastorno emocional capaz de destruir familias, amistades y relaciones de trabajo / sentimientos, lo cierto es que las personas con baja tolerancia a la frustración pueden aprovechar aspectos de sí mismos como la insistencia, la agresividad no verbal y su excesiva capacidad de persuasión para desarrollar esas actitudes de manera positiva al mismo tiempo que aprender a relajarse. Sin embargo, el reverso negativo de la persona que acepta su baja tolerancia a la frustración, sin querer cambiar, puede ser manifestado en varias enfermedades compulsivas como la tricotilomanía (tocar o arrancar el pelo), compras compulsivas, cleptomanía, automutilación, piromania o trastorno explosivo intermitente (explosiones de ira sin causa aparente).