Ecstasy: la droga del amor

La sustancia psicoactiva conocida como Ecstasy es una droga sintética. Esto significa que se fabrica en el laboratorio a partir de componentes no naturales. En realidad, estos tipos de drogas se desarrollan de esta manera para evitar los controles legales. Se produce con sustancias ilegales modificadas en el laboratorio. De esta forma, dan lugar a una nueva fórmula química, que no es ilegal.

El nombre técnico del éxtasis es MDMA (metilenodioximetanfetamina). Es popularmente conocida como la "droga del amor" porque aumenta la percepción de colores y sonidos, y también amplifica las sensaciones táctiles durante el sexo.

Esta droga tiene efectos destructivos sobre el cuerpo y la mente. Los nombres "empáticos" son dispositivos publicitarios utilizados por los traficantes para divulgar la sustancia. "Los vicios llegan como pasajeros, nos visitan como invitados, y se quedan como amos".

- Confucio -
El éxtasis fue desarrollado dentro de los laboratorios de Merck, por el científico Anton Köllisch, en Estados Unidos. Fue bautizado como MDMA, que son las iniciales de sus componentes. Se sabe que durante los años cincuenta la droga fue usada por el Ejército de EEUU en interrogatorios y pruebas psicológicas de combate.

En la década de 1960, el éxtasis fue utilizado como una droga terapéutica para superar las inhibiciones sociales.

Solamente a partir de los años 70 comenzó a ser usado para fines "recreativos" en fiestas y otros encuentros sociales y, en la década de los 80, su consumo se hizo popular. Sin embargo, en 1985 su distribución en Estados Unidos fue prohibida. A principios de la década de 1990, los traficantes comenzaron a llamar a varias drogas sintéticas de éxtasis, muchas de las cuales tenían poco que ver con el MDMA original. Se encontraron fórmulas que contenían medicamentos para desparasitación de perros y hasta venenos de ratas. Actualmente, un consumidor de calle realmente no sabe lo que está tomando cuando compra el éxtasis. Esto la convierte en una droga muy peligrosa.

Actualmente el éxtasis se produce en Europa, principalmente en los Países Bajos y Bélgica. Una buena parte del tráfico está dominada por el crimen organizado ruso, asociado a criminales israelíes. Un porcentaje significativo de la droga es adquirido por los comerciantes en los Estados Unidos. Algunos datos sobre el consumo Normalmente el éxtasis se vende en forma de una píldora. Sin embargo, también se encuentra en forma líquida o en polvo que puede ser diluido para ser inyectado. Actualmente, los productores y traficantes de esta droga la comercializan en

diferentes colores, diseños y formas para que sean más atractivos a los ojos de los jóvenes

, principalmente. Es una estrategia de marketing para mejorar las propiedades recreativas, ocultando los peligros del uso de la sustancia.

El éxtasis ha alcanzado un gran número de consumidores en los Estados Unidos. El estudio nacional de 2007 sobre consumidores de drogas y salud estableció que más de 12 millones de personas lo usaron al menos una vez en sus vidas. En esta fecha, eso equivalía al 5% de la población de ese país. Por su parte, la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y los Crímenes indicó que al menos 20 millones de personas consumieron esta droga en 2016. Este mismo estudio de 2007 también descubrió que hasta el 92% de los que usaron éxtasis cambiaron a otras drogas como la cocaína, heroína o anfetaminas.Encontraron usuarios de éxtasis a partir de los 12 años de edad.

A pesar de la preocupación con todos estos datos, la ONG Asociación Multidisciplinar de Estudios Psicodélicos (MAPS) realizó un estudio dirigido por Andrew Parrott. El objetivo era evaluar si el MDMA podría tener un efecto positivo en ciertas terapias. La conclusión fue que consiguió ayudar a algunos pacientes con estrés postraumático. Sin embargo, más tarde se ha demostrado que la sustancia produce daños irreversibles que no compensan los pequeños beneficios.

Los efectos del éxtasis El MDMA o Ecstasy está clasificado como una droga psicoactiva alucinógena. El efecto alucinógeno hace que los consumidores vean o perciban realidades que no existen. Al contrario de lo que muchos creen, esas alucinaciones no siempre son agradables. También es posible tener experiencias muy aterradoras bajo el efecto de la droga.

El éxtasis provoca un rápido aumento de la temperatura corporal. El problema es que la misma droga evita que la persona perciba claramente lo que sucede en su cuerpo. Si tomamos en cuenta que generalmente se consume en fiestas, en lugares cerrados y con muchas personas, no es sorprendente que en muchos casos lleve a una deshidratación severa.

El efecto psicodélico tiene que ver con la alteración de los sentidos. Los colores son percibidos especialmente intensos y agradables, así como los sonidos y sensaciones en la piel. Por eso, la "droga del amor" alienta el contacto físico y representa una experiencia "diferente" para muchos jóvenes.

El efecto típico ocurre aproximadamente 20 minutos después de que se consume la sustancia. Primero usted experimenta un súbito temblor, seguido de una sensación de calma. Esta droga también genera euforia. Hay un sentimiento de enorme vitalidad y excitación. A veces también causa paranoia, ansiedad severa y confusión. También es posible que provoque náuseas y vómitos, así como arritmias y contracturas musculares. Efectos adversos ya largo plazo Los efectos del éxtasis dependen mucho de la tolerancia del organismo de la persona que lo consume. A veces una dosis elevada no tiene grandes efectos en una persona, mientras que en otras pequeñas cantidades dan lugar a molestias o problemas muy serios. Esto significa que

no hay correlación directa entre la cantidad consumida y los efectos que provoca.

Esta droga ayuda a liberar el neurotransmisor llamado "serotonina". Esta sustancia mejora el estado de ánimo. Sin embargo, con el consumo regular de éxtasis se crea una barrera para la utilización de esta hormona. Esto se conoce como el "síndrome de serotonina", que es una alta concentración de serotonina en el cerebro. La consecuencia de ello es confusión, agitación e hipertermia. Uno de los efectos colaterales típicos es el bruxismo que es un apretón de las mandíbulas y crujir de los dientes. Esto ocurre debido a la gran tensión muscular que se desencadena con la droga. La rigidez en el cuello, en la espalda y los hombros también es común. Por eso, es normal encontrar chupetes, gomas de mascar y dispositivos de masaje en lugares donde el éxtasis es consumido.

Entre los efectos más graves a largo plazo están:

Daños cerebrales

, que afectan la capacidad de aprender y la memoria. Trastornos del sueño.

Confusión mental.

Depresión grave

y ansiedad severa.

  • Insuficiencia renal.Colapso cardiovascular.
  • Muerte.
  • Vicio y riesgos del consumo
  • No hay evidencia de que el consumo de éxtasis genere dependencia desde el punto de vista físico. Sin embargo, existen peligros muy específicos para los consumidores regulares. El primero de ellos, como ya se ha mencionado, es ignorar lo que contiene cada comprimido de éxtasis. Ciertamente nunca alteran la fórmula original para mejorarla, pero para disminuir el precio de su producción.
  • El otro riesgo es que, en general, este medicamento causa un efecto de tolerancia a corto plazo: usted necesita consumir rápidamente más cantidad para alcanzar los mismos efectos que la primera vez. Por otro lado, el éxtasis genera una "caída de energía" cuando los efectos cesan sobre el organismo. La sensación es más intensa cuando se consume una mayor cantidad. Esto hace que algunos consumidores se vuelvan a otras sustancias para aliviar la incomodidad que experimentan. Por lo tanto, el éxtasis a menudo conduce al consumo de otras sustancias psicoactivas.
  • Desde el punto de vista psicológico, una dependencia podría ser creada. Una persona puede creer que sólo se siente bien si consume el éxtasis. Por lo tanto, aunque comience a sentir los efectos desagradables o observe secuelas graves en su cuerpo, sigue tomando la píldora por esa convicción.
  • Estudios sobre el impacto del éxtasis

En algunos estudios, se ha comprobado que el MDMA daña las células cerebrales.

Para probarlo, la sustancia fue administrada a un grupo de ratas y, de esa forma, fue posible mostrar que hubo deterioro en la corteza de los axones serotoninérgicos, localizados en las neuronas. La observación practicada en humanos, usando la técnica del escáner cerebral, mostró que es una reducción drástica de la serotonina en los cerebros de aquellos que usan éxtasis. Este efecto no ocurre sólo con los consumidores regulares, pero también se aplica a aquellos que tomaron la píldora sólo una vez. De la misma forma, en un estudio realizado por el Centro de Investigación de Trabajo Social de la Universidad de Texas, se verificó que los usuarios regulares de MDMA

desarrollan con más frecuencia los síntomas de depresión y dificultad para concentrarse.

En muchos de ellos, se observaron nerviosismo y temblores frecuentes. Por otro lado, en el Reino Unido se realizó un estudio en 2007, orientado por el científico David Nutt. Esta investigación buscó catalogar las 20 drogas psicoactivas más peligrosas en orden decreciente. El éxtasis quedó en la clasificación 18, lo que fue interpretado por muchos como una señal de que no es tan peligroso. Sin embargo, se debe enfatizar que uno de los mayores riesgos es la adulteración o la combinación con otras sustancias para la venta en las calles.