Primeras impresiones: el punto de partida de cualquier relación

¿Alguna vez has parado para pensar en lo rápido que formamos una imagen de quién tenemos delante? ¿En cómo pasamos rápidamente de lo que vemos para lo que intuimos? ¿Ha notado que nuestro cerebro actúa casi automáticamente para dibujar un perfil de aquellos que nos rodean? Estos son algunos de los fenómenos que ocurren alrededor de las primeras impresiones.

Un estudio realizado por Bert Decker confirma que el cerebro forma una primera impresión sobre la persona que conocemos en apenas dos segundos, en estos primeros instantes el cerebro crea el 50% de la imagen y será en los próximos 4 minutos que completará el resto de su idea sobre la persona. A partir de ahí, esta imagen mental condicionará mucho nuestra interacción con ella, ya que tenderemos a confirmarla.Coloquemos un ejemplo simple para ilustrar lo que decimos. Imagínese, al formar la imagen de una persona que acabamos de conocer, que pensamos que es amable. Si pensamos esto, lo más probable es que nos muestremos también amables, así el otro también seguirá siendo o, en caso de no haber sido, puede pasar a ser. Esta es una de las razones que hacen más complicado cambiar una primera impresión: nos comportamos con el otro de acuerdo con ella.

Comprender cómo formamos las primeras impresiones es fascinante:

el cerebro actúa de forma inconsciente y llena muchos datos, incluso sin tenerlos.Esto puede ser visto en un estudio realizado por la psicóloga Nalini Ambady. En este experimento se comprobó que 10 segundos de vídeo en el que aparecía un profesor fueron suficientes para que los alumnos formar una primera impresión. Esto no es todo, porque esa primera impresión, en promedio, difería muy poco de la impresión que tenían los alumnos que habían asistido a la clase del profesor durante todo un semestre. Esto nos muestra la rapidez con la que nuestro cerebro crea una imagen completa de quien vemos.La conclusión que podemos obtener de todo eso es la importancia que tienen nuestro lenguaje no verbal y nuestra aparición hacia lo externo. Nuestra forma de presentarnos o de mostrarnos en un primer momento es la que va a formar parte de la imagen que los demás tienen sobre nosotros.

"No hay segundas oportunidades para una primera impresión."

- Oscar Wilde-
¿Cómo influyen las primeras impresiones sobre la sociedad y la cultura?

Somos influenciados, tanto de forma consciente como de forma inconsciente, por la sociedad y la cultura.

Lo que existe a nuestro alrededor y nuestra historia de convivencia con estos factores condicionan la primera impresión que almacenamos en nuestro cerebro. A veces incluso sin haberla procesado, y después actuamos de acuerdo con ella casi sin darse cuenta.La sociedad nos dice cómo debemos vestirnos, cómo actuar, cómo hablar ... y codificamos muchos de los parámetros que forman parte de esta primera impresión en este sentido: anotamos si corresponden con lo que la sociedad aprueba (que puede coincidir o no con lo que aprobamos ). Aquellos que no lo hagan probablemente nos llamar más atención y será un aspecto destacado en esa primera impresión. Por eso, lo codificaremos más rápido. Una buena parte de este proceso es inconsciente: lo realizamos sin darse cuenta. Esto hace que influenciarlo directamente sea complicado. Sin embargo, lo que podemos hacer es ser prudentes a la hora de calibrar la confiabilidad de esta imagen, confiar en ella y estar abierto a modificarla. Hacer esto nos beneficiará directamente, ya que mejorará la calidad de nuestras nuevas relaciones.

No somos sólo una primera impresión, una imagen externa: cada uno de nosotros tiene mucho dentro de sí y merecemos que alguien tome el tiempo para conocernos. Como hemos visto, no fallamos mucho con la primera impresión si la comparamos con la impresión que tenemos después de algunos meses.

Pero ... cuidado, esto ocurre con relaciones que no son muy estrechas, como la de un profesorado y un alumno. Con relaciones más profundas, la verdad es que esa primera imagen con el tiempo sufre muchos cambios, sea porque nos equivocamos al imprimirlos o porque el otro cambia. ¿Acertamos al formar primeras impresiones?

Los estudios muestran que somos bastante buenos generando primeras impresiones.

En sólo segundos podemos llenar informaciones no habladas por los demás y acertar.

Por otro lado ... ¿qué pasa con eso? Piense que así como la sociedad marca una línea de actuación, somos capaces de engañar a nuestro interlocutor con bastante facilidad al mostrarnos dentro de los límites "normales" que se definen socialmente. Será fácil crear una imagen positiva si conocemos de forma previa lo que el otro disfrutará de encontrar en nosotros.

En cualquier caso,las primeras impresiones, aunque sean buenas, rara vez son exactas.

Su principal ventaja es que sirven para crear expectativas o para trazar planes de acción: por ejemplo, para que el otro pase una buena impresión. El negativo es que en ella existen suposiciones que muchas veces alejan la oportunidad de conocer realmente al otro.