A veces pensamos que la vergüenza y la timidez son lo mismo. Se habla, por ejemplo, de vencer la vergüenza de hablar en público o expresar una opinión en una conversación cotidiana y casual. La vergüenza, sin embargo, es mucho más que la simple timidez. Se refiere, sobre todo, a un sentimiento de indignidad personal. Es una cierta convicción de que la persona no es merecedora de mucho. En ese contexto, vencer la vergüenza enraizada no es nada simple. Normalmente
ella tiene su origen en una fuerte experiencia, o varias experiencias, que ocurrieron durante la infancia y están relacionadas a la devaluación del niño. Por supuesto, también puede ser el resultado de una experiencia traumática o abusiva, además de malos tratos infantiles graves. El sentimiento crea raíces profundas y se vuelve muy difícil de erradicar. "Vergüenza es la mentira que usted dice cuando está hablando de sí mismo".
-Anales Nin-
En estos casos la vergüenza es un mecanismo que permite que el niño se proteja a sí mismo. El adulto, supuestamente en el papel de cuidador, rechaza algunas expresiones del niño, o incluso su personalidad incipiente. En estos períodos iniciales de la vida, el afecto del adulto es muy importante. Por eso
el niño aprende a ser como el adulto quiere que sea. Desarrolla un "yo" que es impuesto, y cualquier comportamiento que salga de ese esquema puede parecer vergonzoso. Generalmente la vergüenza está asociada con la depresión, y por extraño que parezca, también hay un miedo de sí mismo.
Desconfianza en relación a lo que se es y lo que se puede ser. También hay una rabia contenida, que muchas veces termina volviéndose contra sí. Todo esto hace que la persona se aleje de los demás como una precaución, y así termina privándose también del afecto de esas personas. Es posible, sin embargo, vencer la vergüenza, y estas son 5 maneras de intentar ser exitoso en esa empresa. 1. Profundizar en el autoconocimiento para vencer la vergüenza Para vencer la vergüenza es necesario entender cómo surge. Mantenga una actitud de observación hacia usted mismo. Si es necesario, lleve consigo un cuadernito para anotar todo lo que pueda observar dentro de usted. Lo que queremos aquí es detectar cuáles son exactamente las situaciones en que la vergüenza aparece.
Es importante que usted pueda identificar lo que le causa vergüenza. ¿Qué aspecto de ti está más relacionado con ella. Preste mucha atención a las autocríticas que usted hace. ¿Qué palabras y mensajes vienen a tu mente cuando te sientes vergüenza? Toda esa información será de gran ayuda para superar el problema ...
2. Mire a su pasadoTrate de pensar en las personas más importantes de su infancia. ¿Cómo lo trataban?
¿Cómo eran? ¿Por qué actuaban como actuaban y no de otra manera? ¿Qué partes de usted rechazan y por qué crees que eso sucedía? Muchas veces, al mirar desde una distancia segura hacia esas figuras amadas y temidas de nuestra infancia, conseguimos adoptar una nueva perspectiva. Encontramos, por ejemplo, algunas respuestas que nos muestran que el problema no es con nosotros, sino con ellos mismos. Es bueno cortar la relación del rechazo con nuestro modo de ser. Es decir, es bueno comprender que no hay nada malo en nosotros cuando somos rechazados. Lo que existe es un problema en quien nos rechazó. 3. Desarrollar más compasión por sí mismo
Es necesario que aprendamos a ser nuestros propios aliados.
Un buen amigo sólo hace críticas constructivas, no queda todo el tiempo resaltando fallas en ti y apuntando el dedo. No mira al otro con desconfianza o enfatizando los errores que comete. Tenemos que ser así: buenos amigos de nosotros mismos. Para vencer la vergüenza
es indispensable pasar a vernos y tratar con bondad. En otras palabras, que seamos capaces de mirar a nosotros con amor. Deberíamos intentar, aunque al principio parezca imposible o incluso no eficaz. Usted puede sorprenderse con los resultados.
4. Trabajar en la aceptación de sí
Aceptar quiénes somos es indispensable para poder avanzar. Aceptar no es no querer cambiar, es comprender quiénes somos y saber que no somos ni más ni menos que los demás.
Somos como somos, simplemente. Hay partes de nosotros que no podemos cambiar, y lo que podemos llevar tiempo y paciencia, no es de hoy para mañana. En cualquier caso, cualquier cambio parte siempre de la aceptación, de reconocer que estamos en un determinado lugar y que nos gustaría llegar a otro. Por eso la honestidad consigo mismo es tan importante para evolucionar. Por otro lado, conocer mejor nuestro sentimiento de vergüenza, analizar el pasado y desarrollar una actitud comprensiva consigo mismo debe servir, por sí solo, para construir la aceptación de sí. No es nada fácil. La mente lleva años para hacer algo diferente tantas veces hasta que el cerebro pueda cambiar su programación para el nuevo comportamiento. Sin embargo, afortunadamente, es posible. Poco a poco podemos vencer la vergüenza.5. Exposición gradual
El proceso de vencer la vergüenza es de dentro hacia fuera, pero también de afuera hacia adentro.
A medida que vaya avanzando en su empeño, sería bueno también ir definiendo metas. Enfrente y exponga a lo que le causa vergüenza, empezando por aquello que provoca menos miedo y va aumentando de manera gradual la dificultad. Estas 5 estrategias son eficaces y deben aplicarse de manera sistemática y con perseverancia. Muchas veces, sin embargo,
estos procesos requieren la ayuda de un profesional, como un psicólogo, para obtener éxito . El camino será básicamente el mismo, pero usted contará con una ayuda y un apoyo que pueden ser el empujón que faltaba. Vale la pena considerar esta opción.