Cuando usted se convierte en madre, cuando una pequeña parte de usted, una parte que late en su corazón por nueve meses, finalmente sale, sus miedos se vuelven más grandes. Usted percibe que no hay mayor incertidumbre que dar alas y enseñar a volar, sabiendo que cuando su hijo salga del nido, tendrá que trazar su propio camino.
Tal vez sea por eso que convertirse en madre es una de las experiencias más bellas y al mismo tiempo más aterrorizantes que usted puede experimentar. No se trata sólo de dar la vida, sino también de enseñar a vivirla. Se trata de estar conscientes de nuestras imperfecciones y de nuestros errores, de crecer a medida que nuestros hijos crecen. El parto es el único encuentro a ciegas en el que sabes, antes de que nada suceda, que conocer a una pequeña persona que te marcar para siempre ... que marcarás para siempre.
CompartirAntes de dar a luz, usted ya empezó a dudar
Antes de dar a luz, antes de que nuestro hijo saliera del vientre y mucho antes de comenzar a volar solo,
las madres de primer viaje son un mar de dudas . Desde que se alimentan hasta se pueden hacer ejercicios durante el embarazo. A esto se añaden los miles de libros sobre la maternidad y los buenos consejos, aunque a menudo también opresivos, de las mujeres que ya han sido madres y que están a nuestro alrededor. Consejos que a menudo se contradicen entre sí o con lo que el propio equipo de salud recomienda. Y entonces, ¿qué podemos hacer para ser buenas madres y no cometer errores? Bueno, aunque parezca contradictorio, la primera cosa que debemos hacer es asumir que vamos a cometer errores, porque no somos perfectos y porque antes cometieron errores con nosotros, y aún así nada grave nos ha sucedido.
La mejor guía ante el proceso de maternidad siempre seremos nosotros mismos, ya que nadie conoce nuestro cuerpo como nosotros, y una vez que damos a luz, a nadie como nosotros para reconocer los diferentes lloros de nuestro bebé. ¿Podemos tener dudas? Por supuesto, es un proceso nuevo, pero el personal del área de la salud siempre estará allí para asesorarnos de la manera más correcta posible y alejarnos de los falsos mitos de la maternidad que pueden ser perjudiciales. Mamá, sus brazos siempre se abrieron cuando yo quería un abrazo. Su corazón comprendía cuando necesitaba una amiga. Sus ojos tiernos se endurecían cuando necesitaba una lección. Su fuerza y su amor me guiaron, y usted fue capaz de enseñarme a volar. Compartir
Usted va a enseñar a volar y ellos van a dejar el nido
Una vez que nuestros hijos crecen, la maternidad se convierte en un verdadero ejercicio de improvisación. Nadie nace sabiendo y, en muchas ocasiones, no somos capaces de imaginar las situaciones y los dilemas que tendremos que enfrentar. Lo haremos con la ayuda de todos los consejos e ideas sobre los que hablamos antes, pero sobre todo con nuestra intuición.El truco está en enseñar el camino que mejor representa los valores que usted quisiera que fueran reflejados en sus hijos e invitarlos a explotarlo. Es decir,
usted va a enseñar a volar, a elegir su vida ya planificar, pero serán ellos quienes decidirá el destino de su vuelo.
Ellos van a cometer errores, tomar decisiones de las cuales no te gustará, los verás sufrir y llorar, pero también reír y evolucionar. Esta es una de las mejores partes de la maternidad y te hará sentir orgulloso de verlas crecer y madurar. Saber que usted ha dado lo mejor de sí misma para que puedan volar por sí mismos y verlos dejar el nido con el coraje y la responsabilidad que lleva a la ardua tarea de elegir su propio destino será lo que completa esa alegría que comenzó a pulsar al mismo tiempo que sus corazones.
"Te enseñar a volar, pero no volarán tu vuelo. Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir, pero no vivir tu vida.
Pero ...
en cada vuelo,
en cada vida,
en cada sueño,
permanecerá siempre la marca del camino enseñado.
-Teresa de Calcuta-