Las redes sociales no son más que un canal de comunicación alternativo para compartir información e interactuar con las personas que están distantes o con aquellas que forman parte de nuestro cotidiano. Son una herramienta útil y dinámica, que nos permite recibir mucha información en poco tiempo y mostrar algunos aspectos de nosotros mismos.
A veces las redes sociales nos sobrecargan, a veces se divierten, y otras veces nos gustaría desaparecer por un tiempo sin que nadie se diera cuenta y volver de la misma manera. No siempre encontramos informaciones verdaderas, pero esto ocurre en cualquier medio de comunicación o interacción social.
"Facebook fue creado para dar a la gente el poder de compartir y hacer del mundo un lugar más abierto y conectado".
-Mark Zuckerberg-
Si sabemos cómo usarlas, las redes sociales pueden ser divertidas, útiles y emocionalmente positivas, como cualquier otra herramienta tecnológica. Sin embargo, existe un fuerte componente afectivo en todas ellas: todo lo relacionado a la aceptación social y la valorización que logramos en las redes es muy importante para nosotros. Esto puede transformar una red social en una vitrina de falsedad, de vidas virtuales falsas que son completamente diferentes de la vida real de quien está detrás de la pantalla.
De la diversión a la esclavitud de una imagen virtual
Pocas personas logran percibir la línea tenue que separa mostrar una buena imagen en las redes sociales o convertirse en una versión falsa de sí mismo. El deseo de agradar es algo lógico y comprensible, pero no saber poner límites en nuestra actividad en un ambiente virtual puede traer problemas emocionales, problemas de identidad e inquietud.
Para no tener problemas, hay que prestar atención en algunos puntos: No establecer filtros de privacidad adecuados para los amigos, conocidos y desconocidos : si mostramos la misma información para todas las personas, estamos exponiendo demasiado en un medio con infinitas conexiones entre los usuarios, con todos los riesgos que ello implica.
Sacrificar nuestra sinceridad por un puñado de "curtidas"
- : muchas personas se sienten tristes y desvalorizadas cuando sus publicaciones no alcanzan un determinado número de aprobación.Sin saber cómo manejar estas emociones, muchos optan por aceptar un número indeterminado de desconocidos, nunca eliminan usuarios con los que no tienen ninguna relación o incluso personas indeseables, con la esperanza de que cualquier imagen enviada pueda superar el número de "curtidas" de otros usuarios considerados "populares" para sentirse "exitoso". Puede ser un plato de frijoles decorados o un paseo de vacaciones en las montañas, pero recibir "curtidos", aunque sean de personas desconocidas, aumenta su autoestima.
- Demostrar a cualquier costo que usted tiene amigos: llenos de filtros, de caras sonrientes, de exaltación a la amistad. Muchos de nosotros, en algún momento, ya sacaron ese tipo de fotos, cuando en realidad no soportábamos a la persona que estaba de nuestro lado o no estábamos bien ese día.
Esta es la versión "light", pero la persona puede comenzar a organizar reuniones o fiestas aunque no se divierte con eso, sólo para parecer una persona socialmente activa. Si tiene pocas curtidas, puede organizar un viaje sólo para mostrar cómo su vida es divertida.
- El riesgo de exponerse demasiado: cada uno es libre para mostrar sus relaciones románticas, pero si usted muestra cada uno de sus encuentros ideales, la gente puede extrañar y darse cuenta de que no es así. En la vida real, su vida amorosa puede ser traducida por las escenas de la película "Kramer vs. Kramer.
Contar mentiras en una red social sobre sus amigos, compañeros o familiares puede provocar desconfianza, hacer que la gente no lo tome en serio, o lo considere alguien con baja autoestima y falta de personalidad.
- Declaraciones de amor y amistad eterna que no son reales en la vida fuera de la computadora: Cuando dos personas se gusta, cualquier medio es válido para demostrar ese amor. Algunas personas pueden sentirse saturadas por recibir decenas de declaraciones públicas de amistad en redes sociales, ante un público enorme y, sin embargo, no poder contar con esa persona cuando realmente lo necesitan.
Provocar celos en el ex pareja, aun estando con personas de las que no nos gusta o no nos importa.
- Algunas personas se desesperan para mostrar que fueron las primeras en recuperarse de un término y ponen fotos con supuestos amores para mostrar al ex compañero que "que ganaron el juego."Mostrar que estamos realizados y plenos cuando la verdad estamos arrasados:
- mostrar que estamos satisfechos con nuestro trabajo, viajes, hijos, amigos y compañeros, cuando esto no es real. Esta hipocresía nos impide tomar decisiones importantes, simplemente para mantener esa farsa y evitar los comentarios de los demás.Creemos que mantener una vida perfecta en las redes sociales causará envidia a ciertas personas,
- cuando en realidad, para ella tal vez su perfil sea totalmente irrelevante. No mantenga una farsa en detrimento de lo que realmente quiere cambiar en su vida. Implicaciones emocionales de una vida falsa en las redes sociales
No se transforme en un esclavo de las mentiras que publica en las redes sociales. Usted puede publicar, puede comentar, puede interactuar, pero siempre tratando de que su comportamiento en las redes sociales muestre lo que realmente es, en la medida de lo posible.
Tal vez usted no tenga "200 curtidos" en todas las fotos, pero le gustará recibir comentarios de la gente que realmente le gusta y de aquellos que mantienen relación o que fueron especiales en un determinado momento de su vida y hasta hoy siguen siendo, aunque el tiempo y la distancia los haya alejado.
Me gusta mucho las redes sociales, pero sólo puesto lo que creo que debe ser compartido con las otras personas. Algunas cosas me gusta guardar sólo para mí, y no me interesa reírme de las bromas de quienes no conozco en la vida real.
Me gusta mucho las redes sociales, pero no me gusta la falsedad virtual
y ni siquiera las mentiras en la vida real. No quiero ser una líder, estoy interesada en salvar mi tranquilidad y mi personalidad ante la tiranía de las "curtidas", que antiguamente me divertieron y hoy me perturban. Ellas son sólo un número y no un gesto de cariño.