Hago drama, pero es un exceso de sensibilidad. ¿Sabe esa vieja frase: "Tormenta en vaso de agua"? Pues bien, quien la inventó no me conocía, porque yo lo mismo es un tsunami.
Todo para mí es demasiado intenso. Si es para sonreir voy a ser la que da la carcajada más alta y profunda. Si es para llorar, sufro como si aquel dolor me heriera el alma. Ah, cuando se trata de amor no es diferente, yo amo todo de la forma más profunda, conozco a un tipo y ya hago planes, me imagino que se divierte, corriendo en la playa, la imaginación va lejos. Conmigo es así, si no es para sentir de verdad, yo no acepto. Me coloco de cuerpo y alma en todo lo que decido hacer, yo llevo todo muy en serio, no desisto y voy hasta el final. Si siento que quien está conmigo no está en la misma sintonía, eso ya me hiere.
Y hay quien diga que hago drama. Si quieres vivir intensamente es drama, placer, yo soy dramática. Soy del elemento agua, entonces ya lo ha visto. Hecho de sensaciones, intuición e idealismo de la cabeza a los pies. La razón pasó muy lejos aquí porque la emoción es que me guía. También me siento en el mundo de la luna, soñadora, con variaciones de humor, con un "Q" de protectora, de una afinidad con el universo infantil. En la luna, también por razones lógicas, soy de fases, siendo alegres o tristes, todas ellas muy intensas.
Pero nada de eso me asusta.
Si para ti sentir tanto es un error, que te siento mucho por ti.
Sensibilidad es un encanto para pocos; es necesario saber conducir, o mejor, sentir.