¿Cuántas veces ya nos han dicho o escuchamos la frase "no cambie nunca"? Cuando pensamos así parece hasta que cambiar es algo negativo, como una debilidad de la persona: "usted cambió, ya no es el mismo". El cambio es, sin embargo, necesario, es natural e imprescindible para la supervivencia. Sin embargo, muchos la miran como algo negativo. Pero, ¿y si admitimos que es posible cambiar y seguir siendo la misma persona?
Ante la mayoría de los cambios por los que pasamos, existe una resistencia, ya sea interna o por parte de nuestro ambiente externo. Este tipo de resistencia actúa contra el cambio cuando se anuncia o comienza, pero también puede suceder cuando ella ya comenzó a instaurarse e incluso cuando ya fue consolidada. Ahora ... es posible que esos cambios, esas transformaciones, permitan que todavía tengamos nuestra esencia intacta, con una continuidad y coherencia entre quién fuimos, somos y seremos?
En este artículo trataremos el tema del cambio personal, intentaremos entender el porqué de existir la resistencia al cambio y el por qué de esa ser mal vista algunas veces, y finalmente intentaremos dar las razones que soportan la idea de que podemos sí cambiar y continuar siendo nosotros misma.
¿Por qué algunas personas se resisten al cambio y la ve como una debilidad?
La resistencia al cambio es normal, todos los sistemas tienen fuerzas internas que buscan la permanencia y la estabilidad. Es decir, mantener la dinámica diaria ya instalada de funcionamiento, aunque sea problemática. Este mantenimiento es más fácil que crear una dinámica alternativa, diferente o nueva. Ya tenemos ciertos hábitos automatizados y nuestro día a día está acomodado a ellos. La rutina, incluso, permite que seamos previsibles para los demás, y por eso no crea la necesidad de adaptarse a nuevas condiciones que eventualmente creamos. Por eso la permanencia, ni que sea a corto plazo, suele ser más cómoda que el cambio. Y entonces surgen las resistencias a ella. Por otra parte, las personas también se resisten a los cambios porque, con el paso del tiempo, se acostumbra a tener hábitos y estilos de enfrentamiento en la vida.
Dedican mucho de su tiempo a crear herramientas psicológicas para gestionar momentos difíciles y, aunque estas herramientas no son las más adecuadas, se crearon con mucho esfuerzo. De este modo, surge la resistencia al cambio y ésta termina siendo vista como una debilidad. Si la persona actuó de cierto modo durante tanto tiempo y allí estaba ella, viviendo aparentemente bien y lidiando de forma efectiva con la vida, por qué cambiar ahora?
Como hablamos, las personas que nos rodean también se sienten más tranquilas y cómodas si pueden prever nuestras acciones, respuestas y comportamientos. Si se cambia, esta previsión se vuelve prácticamente imposible durante un tiempo, o se vuelve más insegura y pasible de error. Por eso, sin darse cuenta, las personas que nos rodean pueden llegar a oponerse y resistir los cambios por los que estamos pasando. Ellas también buscan permanencia y estabilidad. "La inteligencia es la habilidad de adaptarse al cambio." -Stephen Hawking-
¿Y por qué cambiar puede ser visto como una debilidad? Una persona cambiar de opinión puede hacer que los demás la vean como alguien inseguro, voluble y, como hablamos antes, imprevisible.
Cambiar de opinión, sin embargo, cuando creemos que la posición que defendíamos antes estaba equivocada, es una decisión inteligente y también bastante valiente
. De lo contrario, lo más probable es que nos volvemos prisioneros de nuestra propia contradicción: pensar algo y defender lo contrario. El cambio de opinión es el resultado de un proceso reflexivodurante el cual, al recibir una nueva información y percibir la realidad de otro modo, nos damos cuenta de que lo que pensábamos antes ya no nos ayuda más, ya no es más correcto. Por eso cambiar de opinión es algo fantástico. Esto no cambia quiénes somos, porque seríamos una persona definida por ese modo inteligente de proceder, y no por una opinión u otra.
Ya que este proceso de cambio puede implicar una metamorfosis personal en la que están involucradas muchas de nuestras ideas o características, cuando cambiamos podemos llegar a sentir que estamos renunciando a una parte de nuestro ser. Además, podemos observar que las personas de nuestra convivencia pueden no estar disfrutando, o tratando ese cambio como una debilidad. Cambiar y seguir siendo la misma persona: un desafío posible
En la mayoría de los casos, el proceso de cambio personal tiene como objetivo buscar lo mejor de cada persona. En realidad, lo que conocemos como cambio es el resultado de la persona liberarse de sus rejas, límites y miedos. No estamos cambiando ... estamos simplemente eliminando las barreras y siendo fieles a nuestra esencia, dejando que ella se exprese y abra sus alas. ¿Cómo podemos cambiar y seguir siendo la misma persona? Podemos hacer esto buscando girar en torno a nuestro propio eje, mirar la realidad desde diferentes puntos de vista, saber apreciar la totalidad y la excepcionalidad de cada situación. Y, a partir de eso, elegir cómo vamos a actuar, qué vamos a pensar y qué decir siguiendo nuestros sentimientos y nuestro momento de vida. Podemos cambiar sin reglas previas, preconcebidas o rígidas que nos obligan a actuar siempre del mismo modo, identificándonos con él o no.
Cambiar y seguir siendo la misma persona requiere dejar de lado cualquier tipo de ortodoxia o regla
, escogiendo de manera consciente el modo de mostrarse para el mundo en ese momento particular que es el aquí y ahora. Todo esto permite que las personas sean fieles a su esencia, y por eso pueden cambiar y seguir siendo las mismas. Porque elegir cómo vamos a posicionarnos según lo que estamos sintiendo, y no según "lo que siempre fuimos", es la manera más libre de vivir, más legítima de no traicionarse. La filosofía oriental y el arte de cambiar siendo la misma persona
La filosofía oriental explica que la virtud está basada en no quedarse estancado , en darse cuenta de las propias limitaciones y superarlas o trascenderlas. Esta es la manera en que tenemos que cambiar y seguir siendo los mismos. Porque de ese modo abrimos un espacio para que nuestro verdadero ser surja, se manifieste y se desarrolle. Diferentes profesores de la filosofía oriental explican que cambiar y seguir siendo la misma persona no es una habilidad que se aprenda con facilidad o rapidez. Requiere un esfuerzo constante, porque nuestro sistema psicológico busca la permanencia por una cuestión de ahorro de energía y por necesidad;
él busca mantenerse estable y tener pilares firmes."Lo siento, no lo reconocí: usted cambió demasiado".
-Oscar Wilde-
Según Robert Spencer,para que seamos elásticos, sería bueno que nos acostumbramos a observar las cosas desde diferentes puntos de vista, evitando así el peligro de detenerse a una sola perspectiva. Sólo un entrenamiento adecuado en ese tipo de gimnasia mental lleva a la espontaneidad. Si ese ejercicio es interrumpido, en poco tiempo nuestra mente vuelve a la tendencia a protegerse, quedando atrapada en las rejas de la cadena de nuestro propio pensamiento.
Para terminar, me gustaría compartir una metáfora que explica cómo es posible cambiar y seguir siendo la misma persona: "El agua vence todo porque se adapta a todo. Puede ser un líquido, un sólido o un gas. Puede ser dura, rígida, elástica o blanda. Propiedad o impetuosa, tranquila o tempestuosa. Puede correr lentamente o atropellar, evitar un obstáculo o chocar violentamente contra él. Precipitarse o salpicar.El agua es la analogía natural del cambio como capacidad de adaptarse estratégicamente a las más variadas circunstancias. "
Y si usted fuera como el agua ... ¿cómo sería?