Pensando en este tema, vinieron a mi mente las palabras de San Agustín de Hipona que están estrechamente ligadas:"Pobre no es lo que menos tiene, sino el que necesita más para ser feliz." Dejando de lado la concepción de de la palabra "rico" como persona que posee una gran cantidad de dinero, la afirmación del título tiene que ver con la felicidad de la que hablaba este santo desde hace varios siglos.
De hecho, esta felicidad proviene de otros lugares que poco o nada tiene que ver con la posesión de una moneda, pues lo que nos enriquece no tiene un valor material, sino emocional y fisiológico.Un mundo lleno de cosas dispensablesCon respecto a lo que se ha dicho algunas líneas arriba, cabe destacar que
vivimos en un mundo repleto de cosas que pueden ser consideradas dispensables
: la publicidad y las nuevas tecnologías nos hacen creer, a veces, que todo gira en torno a la posesión de objetos materiales que pueden ser capaces de hacernos más felices. "Somos educados para ser productores y consumidores, no para ser hombres libres." -José Luis Sampedro-Sin embargo, esto no es verdad:
no somos más felices que nuestros padres eran por tener un teléfono celular de última generación
, dos coches y tres ordenadores en casa. Tal vez llevamos una vida más cómoda, pero el consumo de cosas como éstas no nos llena como personas.
Cuando mi hermana comentó que necesitaba comprar ropa nueva, teniendo los armarios llenos de ropa para vestir, me pregunté hasta qué punto vivimos engañados por nuestras necesidades: solemos dar importancia a lo que no tiene y nos olvidamos de lo que importa.¿Realmente lo necesito para ser feliz?
Lo que estos ejemplos evidencian es la proximidad de la frase del inicio, tanto que parece sorprendente que haya sido formulada en la Edad Media. Sin embargo, esto sucede porque miles de veces repetimos la idea que ella transmite: "¿Necesito eso?"
Es una pregunta que podemos hacer en muchas situaciones.
Como decíamos, tenemos tantas cosas que a veces olvidamos aquellas sin las cuales no podríamos vivir: una buena salud física y mental, la posibilidad de tener relaciones personales que nos satisfacen, como amigos que estarán siempre presentes, o la suerte de contar con una familia increíble.
"El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene. " -Waldo Emerson- Todo eso no puede ser comprado ni con todo el oro del mundo. Es por eso que, paradójicamente, todo esto puede hacernos ricos de felicidad: nadie se sentirá mejor que alguien que supera un cáncer, vence una depresión, o encuentra en su compañero el mejor apoyo y un abrazo sincero, por ejemplo.
Ser rico es ser feliz con lo que tenemos
Ciertamente muchas veces nos sentimos frustrados por no haber alcanzado las metas que habíamos trazado o porque no teníamos con nosotros lo que deseábamos. De hecho, sentimos que necesitamos más a medida que nos conformamos menos con lo que tenemos.
Es verdad que es benéfico trazar metas a ser alcanzadas, pues caer en el conformismo es sinónimo de estancamiento. Sin embargo, hay que considerar que la felicidad llega cuando disfrutamos el camino hacia ella. Los deseos no traen felicidad, sólo la decoran: es muy rico aprender a sentirse completo con lo que conquistamos o lo que hemos dado, para así poder recibir de una forma plena lo que nos llega de manera gratuita y sin pedir."La felicidad no se encuentra, ella llega hasta usted en la hora correcta."
-John F. Bisner Ureña-
En resumen, lo que llega hasta usted de forma gratuita y sin ningún valor material es lo que puede hacer realmente rica.
El dinero nos dará comodidad, pero lo que mueve nuestras emociones es lo que nos da sentido.