Hoy vive con excusas, a causa de las dudas, a causa de las luchas. Luchas que la dejaron marcas, miedos, temores.
Ella se prende en el mundo de ella, donde es más seguro, donde no corre riesgo de sufrir, llorar, sentir, amar. Ella fue moldeada en sus propias elecciones, donde ella culpa al tipo, los chicos que la hicieron sufrir - eso la deja más frustrada por haberse entregado, amado, sufrido por alguien que pensaba ser la persona correcta. En el transcurso del camino surge alguien para ella, pero éste tampoco presta, ni él ni nadie.
Un alguien que podría ser lo que ella realmente buscaba, pero sus miedos no la dejan seguir, el pasado es más pesado, ella lo vive constantemente en su mundo creado. Ella pone a Gustavo que la hizo llorar durante noches en claro, coloca al Bernardo que la hizo de gato y zapato, coloca a Ricardo que la hizo desgarrar de sí en un alguien que está allí. Este alguien que no sabe quién es Gustavo, Bernardo o Ricardo. Este alguien está dispuesto a amarla, a respetarla y conquistarla todos los días.Y al final ella realmente sabe que las excusas jugadas en la mesa no son tan verdaderas como en los momentos de llanto.
Ella usa la excusa de que el hombre no presta por miedo a entregarse de nuevo, miedo de arriesgar, miedo que no la deja amar.