Llega un momento en la vida de toda mujer en la que la madurez golpea a nuestra puerta, y la menopausia es la mano que gira la manilla para abrirla. Así, hablamos de un fenómeno fisiológico importante con tanta trascendencia que muchas veces alienta la reflexión y la organización de otros ámbitos de la vida.
Al principio, nuestro cuerpo empieza a experimentar cambios que podemos no entender y de los cuales no nos gusta, perocon aceptación y una actitud positiva ante esta nueva fase, la menopausia puede convertirse en un símbolo de sabiduría que guíe a aquellas personas que necesitan de nuestra experiencia.Síntomas de la menopausia
Todos conocemos algunos de los síntomas de la menopausia. Los síntomas, especialmente en las primeras fases, suelen generar cierta resistencia, porque de alguna manera son un símbolo de que nos estamos volviendo inevitablemente más viejos.
Esta sintomatología inicial pone nuestra conciencia en algo que sucede en todo instante: el hecho de que el tiempo pasa.Algunos de sus síntomas son los siguientes:
Irregularidad en los ciclos menstruales, especialmente desde la premenopausia.
- Mareos, sudoración y palpitaciones causadas por sensaciones de calor súbitas y ansiedad.
- Secura vaginal que puede causar dolor durante el acto sexual.
- Cambios emocionales
- que pueden terminar siendo síntoma de depresión si no se tratan a tiempo.Cambios en el metabolismo, que normalmente resultan en el aumento de la grasa corporal. En este sentido, se debe tener en cuenta el riesgo cardiovascular y de diabetes.
- Osteoporosis, es decir, pérdida de la cantidad de calcio de los huesos debido a su descalcificación. La madurez es ir asumiendo imposibles. "
- -Javier Sanz-
Si su cuerpo muestra síntomas de la menopausia, no entre en pánico. Tome su tiempo, visite a su médico y, si siente necesidad, no dude en consultar a un psicólogo.
Además, el apoyo de su familia y seres queridos es fundamental para poder enfrentar esta nueva etapa que afectará su vida de forma física y psicológica.Cómo prepararse para su llegadaTal vez la peor parte de la menopausia no sea su llegada en sí, sino nuestra preocupación psicológica para aceptar que estamos un paso más cerca de la vejez. Sin embargo, ¿no es verdad que la vejez tiene mucha actitud?
Lo más importante es ser consciente de que, si estamos llegando a este momento, también vivimos mucho, y ahora es hora de cuidar física y psicológicamente:
hacer ejercicios diarios a su ritmo, alimentarse bien y vivir de forma relajada y sano puede ayudar mucho más de lo que puede parecer. "Los cuarenta son la edad madura de la juventud; los cincuenta, la juventud de la edad adulta. Pero, sobre todo, tener una actitud positiva es fundamental para lidiar con la menopausia: llegar a la madurez física no tiene por qué significar agotamiento mental. Es todo asunto de fuerza y conciencia;
admitir que nuestro cuerpo evolucionó es el mayor síntoma de salud que se puede imaginar.Otra cosa importante para tener en cuenta es la paciencia, ya que un cambio como la menopausia en nuestro cuerpo no es fácilmente aceptable. Por eso, pídale a sus seres queridos que sean pacientes con usted y, sobre todo, dé un tiempo a sí misma. La menopausia: una señal de sabiduría
Asumir que la menopausia es un paso hacia la madurez es un síntoma de sabiduría: el camino por el cual usted ha caminado toda su vida ha sido metamorfoseado y evolucionado del aprendizaje a la sabiduría. "La madurez comienza a manifestarse cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos".-Albert Einstein- Ahora, sus consejos serán los que van a orientar a aquellos que lo rodean y, aunque eso no evite que ellos continúen errando, eso va a servir para que moldeen su futuro. Usted es uno de sus modelos a continuación. Por eso, lo mejor es mirar por el lado positivo de esta fase: es algo natural, femenino y, sobre todo, algo para aceptar que ha llegado una nueva etapa en su vida.
Orgulse de sus pasos y ayude a dibujar el contorno de los pasos de sus seres queridos.Ellos le agradecer y usted sentirá que este tipo de cambio, con perspectiva, acaba revelando la sabiduría que hay dentro de nosotros, porque nunca dejamos de aprender ante la adversidad.