La menstruación puede doler tanto como un ataque del corazón. Es un dolor intenso, ensordecedora, invasiva, profunda, monstruosa, difusa y desesperante. Gran parte de las mujeres sufrieron estos episodios en alguna etapa de su vida y, algunas, en todas.
Estamos acostumbrados a que la televisión nos presente la realidad de la menstruación como un micro-mundo lleno de risas, nubes, olores maravillosos y alegría. Sin embargo, esto no se asemeja a la realidad de ninguna mujer, y menos aún con el 50% que sufre este conjunto de dolores, molestias y malestar intensos.
La publicidad y la sociedad en general se empeñan en silenciar el dolor asociado a estos días y la incomodidad que sufrimos durante este período. Sin embargo, el castigo no sólo se limita a mostrarnos la irrealidad de la menstruación como "el mundo de las maravillas entre algodones", como también tenemos la contrapartida que afirma que "en esos días del mes, estamos estropeados". Dos caras de la misma moneda. No estamos estropeados, somos benditas: contra el estigma. A lo largo de la historia se ha difundido la expresión "estar estropeada" para hablar de esos días en los que estamos menstruados. Sin embargo, como señala Christiane Northrup, es injusto disociar el período menstrual de lo que nos ofrece a cambio, es decir, nuestra bendita y natural capacidad de concebir la vida.
Esto no significa que debemos negar la realidad de que más de la mitad de las mujeres sufren fuertes dolores antes y durante la menstruación.
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quien no recibió el sarcasmo de aquellos que no la comprenden como respuesta a sus dolores y su malestar en la menstruación?Una cosa que, sin duda, nadie imaginaría es hacer una gozación en el caso de que el dolor fuera derivado de un cólico intestinal o de un infarto del corazón. Por lo tanto, el hecho de ser un "mal femenino" en un mundo científico que siempre fue principalmente masculino y machista a lo largo de la historia dificultó que se tomara conciencia de la necesidad de estudiar estas cuestiones. Sin embargo, aunque todavía estamos enganchando, podemos traer un poco de luz a partir de la ciencia sobre el dolor que acompaña el inicio de la menstruación y que se prolonga a lo largo de ésta con intensidad decreciente.
Este dolor y el conjunto de síntomas que acompañan la menstruación están asociados a los ciclos ovulatorios y responden a una interrelación entre factores fisiológicos y factores psicosociales. En el caso de no haber daño físico que lo explique (como por ejemplo la endometriosis), se denomina este conjunto de síntomas de dismenorrea primaria. Los síntomas, aunque sean variables y diversos, pueden ser los siguientes:
Dolor abdominal.
Dolor de espalda especialmente intenso en la región lumbar.
Cimbras en la región abdominal y lumbar. Dolor en las piernas, especialmente intenso en los muslos.
Malestar general, silencioso y continuo.
- Dolor de cabeza y debilidad.
- Mareos, vómitos y falta de apetito.
- Edema abdominal.
- Diarrea o estreñimiento.
- Dolores en las mamas.
- Sentimientos disfóricos.
- Manchas faciales y espinas.
- Debido a que los síntomas negativos asociados son tan diversos, es complicado definir de forma operativa y clara lo que esto implica sin caer en contradicciones entre lo que sufre una mujer y otra.
- Sin embargo, es bueno traer a la luz que estos síntomas son reales y que algunas mujeres pasan muy mal en estos días.
- Síntomas disfóricos: tristeza e irritabilidad antes y durante el período
- Durante los días previos a la menstruación, así como en los primeros días, la mujer está sometida a grandes cambios hormonales que pueden provocar, además de fuertes dolores, un estado de ánimo profundamente triste , inestable e irritable.
- Esto, lejos de ser patológico, es normal y común (a pesar de que hay comunidades interesadas en afirmar que es patológico). Por lo tanto, en términos de humor, podemos experimentar en estos días:
Cambios de humor : es común sentirse triste o llorosa y tener mayor sensibilidad al rechazo. Irritabilidad intensa y molesto: esto contribuye a crear conflictos.
Sentimientos de desesperación e ideas de desprecio dirigidas a sí misma.
Ansiedad, tensión o sensación intensa de estar con los nervios a la flor de la piel. Disminución del interés por cosas que en otro momento interesarían.
Dificultad de concentración.
- Letargia,cansancio o falta de energía.
- Necesidad de dormir mucho o insomnio.
- Sensación de estar sobrecargada y de no tener nada bajo control.
- Etc. Aquí encontramos otro motivo de burla, lo que es extremadamente enervante.
- "Da para ver que estás en esos días", "La menstruación debería ser llamada de monstruo porque te transforma en un monstruo", "Cuando esos días pasamos a hablar", etc.
- ¿Qué mujer ya no ha escuchado alguna vez comentarios similares?
- No sólo por parte de los hombres, sino también por parte de otras mujeres que no entienden o tienen poco tacto para hablar. Es importante tener cuidado con esto, pues contribuye a estigmatizar la menstruación y el malestar mientras al mismo tiempo no ayuda a aliviar las molestias de esos días. Cuando sufren estos síntomas es importante saber que
- la mejor forma de soportarlos es buscar relajarse
- , pues esto ayudará a no enfocar en el dolor y así soportar y lidiar con menor sufrimiento con los problemas que nos acompañan durante la menstruación.
- Recuerde, por lo tanto, que estos problemas pueden surgir y que el hecho de conocerlos y compartirlos debe ayudar a normalizar aquellos cambios e incomodidades que las mujeres experimentan todos los meses. Recordemos que somos barcos hormonales que a veces navegan en tempestades y otras en un mar de calma.
Comprender esto no es sólo cosa de mujeres.