La escritora Jill Churchill dijo que: "no hay como ser una madre perfecta, pero hay un millón de maneras de ser una buena madre".
Sin embargo, algunas mujeres aspiran a la perfección total, ya sea por presión propia o externa y social. Hablamos de una idea tan compartida como equivocada. Una investigación mostró que el Mom Shaming es muy real Desafortunadamente, la aspiración de ser una madre perfecta tiene un alto precio que acaba alcanzando a los niños también. Esta actitud crítica y autocrítica excesiva acaba generando ambientes negativos
que traen mucha ansiedad e interfieren en el desarrollo de los pequeños.
Actualmente, con el avance de las tecnologías, de Internet y de las redes sociales, la crítica fácil y destructiva es más accesible que nunca. Desafortunadamente, este hecho también afecta a muchas madres. Por esta razón, la Universidad de Michigan ha lanzado una investigación que está íntimamente relacionada con las críticas en línea o seguidores que se extienden rápidamente por las redes sociales.
La realidad que este estudio mostró no es alentadora. El resultado dice que dos de tres madres se avergüenzan cuando leen o escuchan los juicios de las otras personas. La realidad de los juicios La verdad es que, según los datos recogidos del estudio mencionado, aparecen realidades improductivas. Por ejemplo, más de la mitad de las madres entrevistadas dijeron haber recibido críticas del ambiente familiar cercano o consejos que consideran inútiles.
Lo peor es que
cada comentario de este tipo, y cada uno de esos juicios, acaba afectando la seguridad de algunas madres.
Es decir, todas esas críticas, en muchos casos, gratuitas y casuales, hacen que muchas mujeres se sientan inseguras y avergonzadas. De esta forma, esas mujeres acaban por no encontrar el verdadero camino para el desarrollo de sus hijos. Muchas son criticadas por la forma en que disciplinan, cómo alimentan a los niños, e incluso por amamantar al bebé.
Es decir, en realidad, la capacidad de la madre es constantemente cuestionada. Es algo que podría no ser un problema si fuera un hecho ocasional, pero acaba minando la seguridad de la mujer cuando se vuelve algo constante. Obviamente, esto afecta su papel de madre, la relación con los hijos, con el compañero, con su entorno más cercano ...
"Los brazos de una madre están hechos de ternura y los hijos duermen profundamente en ellos".
- Victor Hugo - La Mom Shaming no es real porque usted no es una pésima madre Sin embargo, el Mom Shaming, como ese fenómeno es conocido, no es real. Y no es real porque
ese sentimiento de vergüenza no es cierto, es simplemente una consecuencia de comentarios malvados.
El problema es que la mayoría de las madres reciben críticas por no comportarse según algún patrón o según lo que esas personas consideran como correcto para la maternidad. Las personas critican prácticamente todo: dar a luz por cesárea en vez de parto natural, por no amamantar por el tiempo que alguien considera correcto, sufrir depresión posparto, cómo administrar sus emociones, trabajar fuera en lugar de cuidar al niño, por hablar al teléfono, porque asiste a mucha televisión ...
¿Por qué las personas se sienten en el derecho de juzgar a las madres como buenas o malas? No es fácil para todas las madres escapar de esa presión. En realidad,
esta presión generalmente viene del ambiente más cercano , lo que complica aún más la situación. "Nunca en la vida encontrarás ternura mejor y más desinteresada que la de tu madre".
-Honoré de Balzac-
Sin embargo, volvamos a las palabras de la escritora Jill Churchill. Lo importante no es ser una madre perfecta, sino una madre real, buena y amorosa. Si usted ama a su hijo y le ofrece su "mejor", ¿por qué es necesario oír las opiniones ajenas? No existe un manual de la madre perfecta, lo importante es el amor.