Es necesario seleccionar las amistades a ser mantenidas, los sentimientos a ser guardados, los ambientes donde nos demoramos, las luchas que valen la pena ser bloqueadas, los amores que merecen ser nutridos. Seleccione, porque nadie podrá hacerlo por usted.
Cuanto más tiempo pasa, cuanto más madurez tengamos, estaremos menos dispuestos a dejar cerca a personas y cosas inútiles. Tenemos manía de cargar con nosotros, por tiempo suficiente, equipajes que no son nuestros. Tenemos cierta tendencia a aturar, además de la cuenta, gente que no suma en nada, no añade, no le gusta y ni ama. Es necesario seleccionar.
Es necesario seleccionar las amistades. Podemos incluso ser cordiales con las personas, pero eso no debe significar que todas ellas puedan caminar junto a nosotros. Hay gente que emperra, no avanza, ni tiene la mínima noción de coleguismo. ¿Por qué, al fin y al cabo, mantener por cerca quién no recuerda que existimos, quién no es capaz de percibir cuando estamos bien o no, quién no mira más allá de sí mismo? Es necesario seleccionar los sentimientos.
No podremos hurtarnos de venir a sentir tristeza, culpa, soledad, desánimo, ya que somos incluso ganglios emocionales por naturaleza. Sin embargo, será nuestro deber luchar contra la demora exagerada en terrenos dolorosos, en que sólo se patina, sin avance, sin aprendizaje, sin fuerza para cambiar, para mejorar. Es necesario seleccionar los entornos.
Aunque no consigamos evitar frecuentar lugares aburridos y sin vida, por cuenta de obligaciones personales, siempre estaremos aptos para elegir donde reposar y fortalecer nuestro amor, con gente verdadera, con sonrisas sinceras, con sentimientos recíprocos. Nadie está obligado a permanecer donde el aire parece enrarecido, donde no se respira con tranquilidad, donde el corazón se calla. Es necesario seleccionar las luchas.
A lo largo de nuestra jornada, tendremos que enfrentarnos a varias batallas, con familiares, con desafíos, con nosotros mismos que sea. Por esa razón, deberemos saber cuáles son los embates que valdrán la pena ser trabados, o agotar energía inutilmente, explicándonos para quien no quiere oír, dándonos para quien no sabe lo que es gratitud, buscando quien nunca nos busca, aun sabiendo donde estamos. Es necesario seleccionar el tipo de amor que nutrimos.
No podemos aceptar amores rasos, por la mitad, que no nos buscan, no nos devuelven, no nos reciclan. El amor es el amor que hiere, que hace llorar, que trae equívocos, angustia y soledad significa conformarse con lo incompleto, con lo que nunca fue, nunca es, ni nunca será amor de verdad, aquel que todos merecemos vivir en su vida plenitud. No se trata de exigencias exageradas, de frescura o de utopía, sino de saber el debido valor que tenemos dentro de nosotros, que no debe jamás ser puesto a prueba, por carencia y autoestima en frangotes. Amarte siempre será nuestro mayor escudo contra todo y todos que intentan hacer que nos sintamos disminuidos, con que desistamos de nuestra felicidad. Seleccione, porque nadie podrá hacerlo por usted.