La psicología es la ciencia que estudia el comportamiento humano y sus procesos cognitivos. Su objetivo final es mejorar nuestra calidad de vida, alentar y cuidar la salud mental. Pero, ¿quién o qué es responsable de garantizar que los psicólogos sigan esos principios? Es aquí donde entra el código deontológico del psicólogo.
El código deontológico del psicólogo es una guía que orienta la ética profesional de quien se dedica a la psicología. A lo largo del código deontológico, podemos encontrar 59 artículos que rigen la competencia profesional, la intervención, la investigación y la enseñanza, obteniendo y usando informaciones, publicidad, remuneración y garantías procesales.
El incumplimiento de cualquiera de estos artículos implicará una evaluación del profesional negligente a través de un comité evaluador; una vez que se juzgue la gravedad de la falla, se aplicará la penalidad correspondiente. Esta sanción puede ser leve, pero también rigurosa, como la retirada del diploma y la licencia para la práctica.
En este artículo, vamos a hacer una pequeña revisión de los principios generales del código deontológico, proporcionando una visión general de sus objetivos. Principios generales del código deontológicoEl primero de los principios generales (artículo 5) habla sobre el propósito de la psicología, que está orientado hacia objetivos humanos y sociales, como el bienestar, la salud, la calidad de vida, etc. Cualquier práctica dentro de la psicología que vaya contra esos objetivos sería contraria a la ética profesional.
El artículo 6 trata de la sinceridad del profesional
. Un psicólogo, conociendo los datos verdaderos, no puede alterarlos o transmitir una versión fraudulenta de los mismos. La actividad profesional debe basarse en la responsabilidad, honestidad y sinceridad en relación a los clientes y al público, y en el uso de instrumentos y técnicas con fundamentos científicos y objetivos.El siguiente principio, artículo 7, habla sobre el uso de la psicología con intencionalidad negativa. Es totalmente prohibido usar las nociones aprendidas en esta disciplina para restringir la libertad individual o para aplicar malos tratos. Nunca y en ningún caso la mala aplicación de la psicología será justificada; sea por conflicto armado, obligación, guerra civil, revolución, terrorismo o cualquier otra situación que procure justificar el crimen.
El artículo 8 dice quetodo psicólogo debe informar
, al menos a los organismos colegiados,
en caso de conocimiento de violación de derechos humanos, malos tratos o condiciones crueles de prisión . El secreto profesional o la confidencialidad con el cliente no se ejerce cuando ocurre este tipo de situación. Desafortunadamente, esto es uno de los artículos más violados del código.El siguiente principio general (artículo 9) habla sobre el respeto de los criterios morales o religiosos de los clientes. Sí, el hecho de respetarlos no impide el cuestionamiento de ellos cuando sea necesario en el contexto de la intervención.
El artículo 10 prohíbe al psicólogo, durante la prestación de sus servicios, hacer uso de la discriminación basada en la raza, el género, el sexo, el credo, la ideología o cualquier otro factor diferenciador.La aplicación de la psicología es universal y, por lo tanto, en su práctica, el principio de la no discriminación debe ser respetado.
En el principio general del artículo 11, se dice que el psicólogo no puede beneficiarse de su estatus de poder o superioridad en relación a los pacientes; tanto para su propio beneficio, bien para terceros. Aprovechar ese status sería alejarse de los objetivos de la disciplina psicológica. El artículo 12 habla decautela al escribir sus informes o diagnósticos
. Los trastornos mentales o calificadores psicológicos a menudo acompañan estigmas o rótulos sociales. Por esta razón, debemos usar el lenguaje con cautela, intentando no degradar socialmente a ninguno de los clientes.
El artículo 13 pretende evitar un mal encaminamiento de pacientes o apropiación indebida de clientes. En ningún caso los clientes pueden ser monopolizados, y las vías legales propuestas para encaminamiento de pacientes deben ser seguidas. Esto garantiza que las personas sean tratadas por el mejor profesional para su problema.
El artículo 14prohíbe la concesión del nombre o firma del psicólogo profesional a terceros. La única persona que puede firmar, dentro de la práctica profesional, es el propio psicólogo. Esto evita la intrusión y ocultación de prácticas vanas o pseudocientíficas.
El último de los principios del código deontológico del psicólogo, incluido en el art. 15, lidia con intereses conflictivos. Cuando esto ocurre, el psicólogo intentará realizar su actividad con la máxima imparcialidad posible. Y debe, en esas situaciones en que procede legítimamente, hacer uso de sus argumentos ante las autoridades institucionales.La importancia del código deontológico del psicólogo
Ahora que conocemos los principios generales del código deontológico del psicólogo, ¿por qué es tan importante tener una guía para la ética profesional? No olvidemos que la psicología clínica es una profesión de salud y, por lo tanto, sus clientes exigen que los servicios sean competentes y confiables. Básicamente, en la práctica de cada psicólogo está registrada de alguna forma toda la profesión.Pero también es importante tener en mente que un código ético nos ayuda a orientar aspiraciones y regulaciones dentro de los valores de la disciplina psicológica
. Si lo que queremos es una ciencia a favor del progreso y del bienestar, es necesario crear limitaciones del comportamiento profesional que nos impiden apartarse de esos objetivos.
Finalmente, vale añadir quees deber de cada psicólogo hacer una reflexión crítica sobre su conducta profesional y el propio código deontológico. Un debate continuo entre un grupo de psicólogos comprometidos nos ayudará a mejorar una guía de acción a favor de la ciencia y el bienestar de las personas que atendemos.