Sapiosexual es el concepto que se utiliza para referirse a las personas que consideran la inteligencia como el principal factor de la atracción sexual. El origen de esa palabra procede de la palabra "sapiens", que significa sabio o juzgado. Los sapiosexuales se vinculan emocionalmente ante estímulos nuevos y prestan poca atención a lo que ellos consideran como repetitivo. Son personas que poseen una característica que la psicología de la personalidad define como apertura a la experiencia.
Precisamente por eso, en la seducción, ellas se siente especialmente atraídas por las conversaciones que abren la mente.
Esta activación, que al principio es sólo mental, termina extendiéndose a otros niveles, como el físico, afectivo y erótico. Este fenómeno puede comprender cualquiera de los sexos, es decir, puede suceder con mujeres y hombres. A pesar de estimar que es más común en las mujeres o más demostrado por ellas, ya que no son tan visual como los hombres y necesitan otros estímulos para enamorarse. "Para una persona sapiosexual, una inteligencia marcada es el principal factor en el juego de la seducción". El psiquiatra Lister Rossel defiende que el cerebro es el principal órgano sexual, antes incluso de la piel y de los órganos genitales. Por otro lado, la sexóloga Emma Ribas considera que la seducción por el intelecto añade más calidad a la relación, ya que la inteligencia despierta un deseo que luego es traducido al nivel físico.
Para los sapiosexuales, la conversación se transforma en un juego sexual de dos mentes. Adoran las sorpresas y lo inesperado. Con frecuencia, dejan espacio para que surja el deseo y saben cómo mantenerlo a través del misterio. Este último es la inteligencia erótica.
Pues bien, la atracción por la inteligencia también puede acarrear algún peligro, especialmente en las personas inseguras o con baja autoestima. En estos casos, pueden establecerse relaciones de dependencia debido a la devaluación que las personas con baja autoestima tienen de sí mismas. Ellas admiran quienes creen ser más inteligentes porque ellas mismas creen que no lo son. "Los órganos genitales dependen en gran medida de nuestro cerebro".Compartir
Encontrando el amor en el interior
Las redes sociales están dando más visibilidad, bajo nuevos paradigmas léxicos, a conceptos que ya existen hace mucho tiempo atrás. Según el sociólogo Francesc Nuñez, buscar etiquetas para definir relaciones no es algo nuevo, sino una necesidad humana de funcionar con estereotipos y prejuicios que nos orientan en la vida social. En ese sentido,
sapiosexual es uno de los términos que está de moda para describir una circunstancia que siempre existió: la atracción sexual por la inteligencia del otro.
A pesar del término ser nuevo, la relación entre inteligencia y mente como factores de atracción entre personas data de los textos del filósofo Platón, en el año 380 a. C.
Los sapiosexuales son seducidos por las palabras. A ellos les gusta tener calidad en las conversaciones y diálogos estimulantes que les permitan huir de la frivolidad, encontrando el amor en el interior del otro. Sin embargo, al ser sapiosexual, eso no quiere decir que la persona no considere otros parámetros como el físico o la personalidad del otro.También puede ser que esas personas, de manera inconsciente, interpreten la intelectualidad del otro como una relación más segura y estable. De alguna manera, ellas
asocian la inteligencia a una buena determinación y protección en la relación.
La sapiosexualidad es un aspecto más a ser incluido junto al resto de los criterios que utilizamos para elegir con quién nos gustaría estar. Definitivamente, si queremos pasar más tiempo con una persona, es mejor que ella añade conversaciones interesantes y sea capaz de mantener el misterio y el deseo.
"El amor es como una escala de gradación que comienza con la belleza del cuerpo, para luego acercarse a las ideas y las personas que muestran una inteligencia privilegiada". -Platán-