Sincericidio: ¿Por qué es diferente de la sinceridad?

Siempre es bueno decir la verdad? ¿La sinceridad de las personas es realmente valorada? Cuando hablamos de sinceridad y cuando llegamos al sincero? Hablar de sinceridad significa decir la verdad sin pensar, sin límites, sin tener en mente lo que el otro siente o quiere. En resumen, podemos decir que la sinceridad aplicada sin inteligencia puede causar daños innecesarios.

Lo ideal sería utilizar la verdad para ayudar y la sinceridad para construir, pero nunca para perjudicar o derribar a los demás. El hecho es que la verdad es un arma poderosa, que no debe estar separada de la empatía e inteligencia social. Por otro lado, puede ser que cuando cometemos un sincericidio no estemos diciendo mentiras y sea verdad lo que transmitimos, pero cuando lo hacemos sin pensar en el otro o sólo para sentirnos mejor, no estamos haciendo un bien ni usando la verdad como deberíamos . Estamos simplemente comunicando realidades objetivas que lastiman en momentos inapropiados.

¿Eso quiere decir que, para no lastimar, es necesario mentir? La explicación no es tan simple como separar verdades de mentiras, a veces una verdad no sirve para nada o sólo empeora la situación.

La mejor actitud es comunicar lo que necesitamos decir, pero con sensibilidad, encontrando el momento y contexto adecuados o buscando la mejor manera de hacerlo. ¿Qué pasa con mi cerebro cuando estoy mintiendo?

Un estudio publicado por la revista

Nature Neuroscience demostró que cuando mentimos, la amígdala, el área que trabaja en nuestro cerebro cuando realizamos esa acción, disminuye su activación a medida que decimos mentiras. Es decir, ella pierde su sensibilidad ante la repetición de mentiras. Con eso, podemos concluir que al mentir hacemos que nuestro cerebro se relaje y se acostumbre a no decir la verdad.

Sin embargo, nuestra función es no mentir, sino aprender a seleccionar y transmitir la verdad. Nuestras relaciones no se resistir por mucho tiempo si no ponemos algunos filtros en lo que decimos, independientemente de si el mensaje está anclado en realidad o no. Como señalamos anteriormente, el sincero no proporciona habilidades mejores, ni mejora nuestra autoestima, mucho menos nos ayuda a mejorar nuestras relaciones sociales. Lo que nos ayuda, y mucho, es la sensibilidad. Algunas verdades deben ser transmitidas con la delicadeza de una mariposa, otras deben ser guardadas hasta que llegue el momento, otras no necesitan necesariamente ser compartidas, porque no importan mucho, y otras deben ser contadas gradualmente, para que la persona tenga tiempo de asimilarla, ellos. Las personas que saben expresar lo que sienten sin herir a nadie son verdaderas heroínas, son aquellas que reflejan sobre sus palabras para que sus acciones y lenguaje contribuyan positivamente en el entorno de las personas que las rodean.

Compartir Es bueno decir siempre la verdad o eso es un sentimiento de sinceridad? La psicóloga Claudia Castro Campos condujo un estudio cognitivo sobre la mentira y afirmó quea lo largo del día decimos al menos una o dos mentiras, grandes o pequeñas, pero las utilizamos para hacer realidad la realidad a nuestro favor.

Todos conocemos el dicho:"Qué fue dicho borracho fue pensado sobrio"

. Esto sucede cuando nuestros sistemas cerebrales de censura o inhibición se relajan, como cuando estamos borracados o cuando somos niños, por ejemplo. En los niños la situación no es exactamente igual a la de los adultos; los niños están en proceso de formación, pero la sociedad y la capacidad cerebral nos preparan para ocultar la verdad, disimularla según la intención para controlar su impacto. "Ser 100% sincero no debería ser tan importante, sino nunca decir lo contrario de lo que pensamos".

-Carmen Tierras- Las personas que tienen buenas habilidades sociales son las que saben ser sinceras, pero sin lastimar. No se trata de mentir, sino de transmitir la información de manera adecuada. No es sobre ser el más sincero, sino el que comunica mejor la verdad. Lo mejor es ser fieles a nosotros mismos y no olvidar el mal que podemos causar en otras personas. La verdad, transmitida con inteligencia y motivada por buenas intenciones, será siempre benéfica.