Soltera y feliz, sí señor!

Llegando el Día de San Valentín y cada año es la misma cosa, por un lado las lamentaciones, las indirectas de la soledad bien acompañada, y las frases listas sobre estar soltera y feliz. Por otro lado las vitrinas expuestas frotando en la cara de la sociedad la alegría de tener a alguien para llamar de suyo y, así, vamos llevando en era digital las batallas entre solteras x acompañadas.

La verdad es que la felicidad camina sola, ella no necesita de compañía ni soledad, porque ella sabe ser. Y no hay nada más sexy y seductor que una persona feliz, bien resuelta y sin tantos problemas paradójicos.

Las relaciones vienen y van y nos ayudan mucho a evolucionar. Cuando estás en una relación seria. usted comienza a conocerse mejor, entiende sus preferencias, tiene una compañía para los días fríos y para intercambiar regalos de: Navidad, Cumpleaños, Día de San Valentín y todas las fechas festivas que caben motivo para regalar. Las relaciones son fantásticas, incluso cuando llegan al final, podemos aprender mucho con el otro, si miramos por ese lado, porque el otro se vuelve un espejo de contra-punto donde su reflejo se funde con la voluntad de él y, en esa matemática, aunque usted se conozca muy bien, tendrá que evolucionar, aprender a dividir y renunciar a ciertas cosas.

Es hermoso el amor y siempre estoy a favor de él. Pero hablar de soltericia me encanta.

Una mujer soltera es capaz de maravillas por ella misma. Ella puede viajar, sola o con amigas, puede bailar como quiera, con quien quiera, puede cambiar de ciudad, estado, país. Ella descubre lo que realmente le gusta y lo que no quiere de ninguna manera en su vida.

Comprende sus valores, su libertad y se refiere a la privacidad. Quiere tener su rincón y salir por ahí en cualquier momento en busca de una ilusión, de algo que haga su corazón golpear fuerte y sus piernas temblen. Una mujer soltera tiene sus millones de ventaja y cuando ella pasa a ver, entonces ella se convierte en dueña de sí y el mundo ya no es tan grande como la crece con el mundo, ella explora todo lo que venga a su frente.

Una mujer independiente, en el sentido de no depender de elecciones, de dar satisfacción, de poner la música que quiera oír, de hacer lo que sienta voluntad, la hora que cree que debe, esa mujer está soltera sí, pero porque ELA quiere, porque todavía no encontró a aquel que entiende su libertad

y quiere hacer de esa libertad el motivo para quedarse juntos. Sucede que el amor llega sí, un día. Y él puede encantar, modificar, cortar los sueños, pedir que unos de los dos ceda, alimentar la clausura y traer la soledad acompañada, publicada en fotos felices pero tan llamativas vitrinas virtuales.

Claro que el amor no necesita ser tan rebelde así, y yo creo que no lo es. Te voy a contar lo que pienso, el amor es un sentimiento a dos, acompañado de renuncias, pero renuncias propias, y no en nombre del otro. Renunciar a un viaje a dos, porque quiere ir a Cuba y ella quiere París, renunciar a sus ideas de una relación a dos, precisamente porque ella es a dos y necesita ser una decisión conjunta o individual y cada uno puede hacer uso de sus propios pensamientos. No funciona así, pero por un momento sería hermoso imaginar el respeto y la libertad consentida

, y esa libertad justificar la solidez de una unión. La sugerencia es, mientras esté soltera, haga uso de su poder femenino, haga lo que tenga ganas. El uso de su espontaneidad y practique la felicidad por donde sea, porque una hora u otra el amor va a llegar y él puede ser fascinante también, pero de otra forma, de una manera que su solteira no puede entender, porque ser soltera es fantástica .En ese día de los novios no lamente, no juegue indirectamente, no abuse de su supuesta soledad. Dale un regalo a ti mismo. Una pizza, una película, tomar una copa de vino o una botella o ir a algún lugar que sienta ganas de conocer ya hace un tiempo, baila sola, sin miedo de lo que van a decir,

se preocupe en ser feliz con usted. En ser espontánea y acompañarse. Creer en mí, un día el amor llega, y él es hermoso, pero usted siempre va a pensar: ¡Cómo era feliz! No espere, sea feliz ahora y todos los días.

No permita que un estado de relación aliado a una fecha conmemorativa sea motivo para lamentar y hacer que su corazón se vea triste. Las relaciones sirven para ayudarnos a evolucionar y hacer seres humanos mejores, pero no son indicadores de felicidad, de satisfacción de belleza, de soledad o de completitud. En ese día de los novios y en todos los demás, acompaña el amor de su vida, coloque una ropa muy linda, pase un lápiz labial maravilloso, ponga salto y compre lencería especial, mire en el espejo y diga: ¡Vamos!

Usted es su regalo! ¡Cree en el amor siempre, pero ponga en primer lugar!