Ellos son sólo niños, pero crecieron y maduran más temprano de lo esperado. Aunque su cuerpo es pequeño y todavía está en desarrollo, dentro de ellas hay pequeños adultos que saben mucho más de lo que creemos o pensamos. sufren, viven y padecen las experiencias de los adultos. Ellas fueron empujadas para asumir responsabilidades muy pesadas para su edad.
Muchos padres cierran los ojos para los problemas de sus hijos, o mejor, para sus problemas que acaban afectando a los niños. Sus frustraciones, sus dolores, sus dificultades, todo esto afecta a los niños y los adultos no son conscientes de ello. "Es más fácil crear niños fuertes que reparar a los adultos despedazados".
-Frederick Douglas-CompartirTal vez usted ha sido un niño que no necesita crecer precozmente. Tal vez usted nunca ha sido golpeado por las complicaciones y dificultades de su entorno. Pero para muchos niños no había otra opción. Ellas no podían simplemente ignorar la situación y vivir su infancia como si fueran niños normales.Jóvenes adultos en un mundo difícil
Usted puede estar recordando aquellos momentos en los que era reprendido porque estaba actuando como un niño! Por supuesto que has escuchado frases como "deja de saltar", "comportarse como un adulto" y, en el caso de las chicas, "deja de actuar como un niño".
Parece que saltar y jugar no es bien visto. Desde pequeños nos censuran por hacer cosas que, en realidad, "son cosas de niños". ¿Por qué nos "obligan" a crecer? ¿Por qué nos reprenden por actuar como realmente somos? Aunque son pequeños nos enseñan que es mejor crecer y madurar rápidamente. Pero, a veces, esta situación es más acentuada.
Problemas de relación entre los padres, situaciones abusivas, exigir demasiado de los niños, discutir delante de ellas, todo eso las marca y las influencias. Personalmente, recuerdo la situación de una amiga que me contó que cuando era pequeña, vivió una situación muy tensa entre sus padres, donde la infidelidad fue la principal protagonista.Ningún niño debe ser víctima de los problemas de sus padres, ni responsable de ellos.
Ella entendía todo, pero la trataba como una "tonta". Ella vivió los monitoreos, siguiendo con el auto para descubrir dónde estaba la infidelidad, discusiones en medio de la noche que la despertaban y la hacían llorar, situaciones de abuso físico y psicológico que veía con sus propios ojos. Incluso necesitó ejercer la función de mediadora entre sus padres. Ella tenía apenas ocho años
Ella se acuerda perfectamente de una frase que su padre dijo en voz alta a su abuela. Una pequeña frase que la hizo percibir cuánto los adultos pueden estar equivocados:"Deje al niño en paz, ella no entiende nada".
Muchos años más tarde,
esta situación conflictiva mostró sus efectos no deseados.
Ella se transformó en una persona dependiente emocionalmente y se involucró en varias relaciones tóxicas, además de la terrible falta de autoestima e inseguridad que este hecho trajo para su vida adulta. Los niños entienden todo
Los niños entienden todo, no son estúpidos como los adultos creen que son . Por eso, muchas veces las ignoramos y hacemos que vivan escenas como las descritas arriba. Todo esto tiene consecuencias para ellas y, como padres, es nuestra responsabilidad impedir que esto suceda. Veamos una situación completamente diferente: los países pobres donde los niños están empezando a trabajar muy jóvenes para ayudar a la familia. Ellas son sólo niños, pero actúan como adultas. Ellas no eligieron, la vida las llevó a asumir la responsabilidad por situaciones que no deberían tener en sus manos.
A medida que crecen, son buenos en escuchar a los demás y se sienten un poco desplazados en relación a las personas de la misma edad. Ellas son mucho más maduras, crecieron psicológicamente, aunque sean niños en el aspecto físico.
Las experiencias marcaron su vida y esto causa esa sensación de "ser diferente" de los demás.Permita que los niños sean niños, porque esta etapa sólo se vive una vez en la vida.
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Debemos permitir que los niños sean niños y se comportan como niños . Ellos nunca deberían vivir situaciones que podrían afectarlas en el futuro, especialmente si podemos evitar. Pero, sobre todo, es nuestro deber desterrar de nuestras mentes la idea de que los niños no entienden el mundo de los adultos, porque muchas veces entienden mucho más de lo que pensamos.
Subestimar lo que un niño puede o no comprender puede causar mucho sufrimiento. En vez de garantizar su bienestar, hacemos que participe en circunstancias que, de una forma u otra, terminarán marcando su vida. Su futuro será muy influenciado por lo que viven hoy, de modo que está en nuestras manos cuidar de ellas con mucho cariño y atención.