Personas impositivas: entre la debilidad y el narcisismo

Las personas impositivas no nacen, se vuelven. No existe un gen o algún rasgo biológico o fisiológico que induzca a ser autoritario. Esta tendencia o necesidad de controlar a los demás es transmitida culturalmente de forma integral. Primero por el entorno, y luego por el núcleo familiar.

Lo que hace que las personas sean impositivas es, por un lado, un sistema de valores, y por otro, un conjunto de rasgos de personalidad. El autoritario no cree tener un problema. Al contrario, suele pensar que su manera de actuar es loable. De la misma forma, sus vacíos y conflictos psicológicos lo reafirman en su posición. "No hay tiranía más cruel que la que se perpetúa bajo el escudo de la ley y en nombre de la justicia."

-Montesquie-
Esta forma de ser y de sentir perjudica a la persona impositiva, pero también a quien está a su alrededor.

Impide la creatividad, detiene avances y cambios y nutre formas de comunicación poco saludables. También hace las relaciones humanas un constante conflicto, que a veces explota ya veces se mantiene como una tensión pesada y sorda. Los rasgos de las personas impositivas

Las personas impositivas no siempre presentan este rasgo en el mismo nivel. Hay algunas que son más, otras menos.

El espectro va desde quien tiende a ser controlador hasta quien es absolutamente sádico. Es claro que hablamos de sadismo en el sentido genérico, no en su vertiente sexual. Sin embargo, todas las personas impositivas tienen algunos rasgos en común, aunque con intensidades diferentes. Los principales son:

Son agresivos. Creen que un problema puede resolverse a través de la violencia física o simbólica.Son dogmáticos.

  • No están dispuestos a repensar las ideas, bajo ninguna circunstancia. Adoran mandar en los demás
  • , colocar reglas para todo e imponer castigos a quienes no obedecer. Reaccionan enérgicamente si se les pregunta o se les ha desafiado.
  • Son insensibles a las emociones ya las necesidades de los demás.Son poco expresivos con sus sentimientos amorosos.
  • Las personas impositivas adoran a las instituciones jerárquicas, especialmente si les otorgan alguna superioridad sobre los demás.
  • Les gusta controlar la conducta de los demás
  • . Si llegan a la violencia, no sienten culpa. Se sienten justificadas por un "bien superior", como por ejemplo, "por el bien de la empresa" o "el bienestar" de alguien.

Los diferentes tipos de personas impositivas No todos los autoritarios se comportan de la misma manera, por lo que se ha creado una clasificación que permite agrupar las variaciones existentes.Existen cuatro grandes tipos de personas impositivas

, que son las siguientes:

Impositivo que se "hace respetar". El eje de la vida y de los valores de este tipo de persona son las normas. Sienten que tienen el derecho de exigir su cumplimiento de los demás y de sancionarlos si no acatan estos mandamientos.Impositivo tiránico.

  • Es el tipo más cruel y violento dentro de las personalidades impositivas. Son personas frías y calculistas, incluso en la forma de infringir el dolor sobre los demás. Corresponde, por ejemplo, a los grandes dictadores. Impositivo explosivo.
  • En este tipo están las personas que tienen grandes dificultades de autocontrol y acaban administrando todo con explosiones de humor. Estas actitudes de descontrol son tan fuertes que los otros acaban no contrariando y dejan que hagan lo que quieran para no tener que soportar sus "birras". Impositivo frágil.
  • Son muy cobardes e inseguros. Sólo muestran su autoritarismo para los más débiles e indefensos. Lo utilizan como instrumento para crear una imagen propia de fuerza. A este grupo pertenecen, por ejemplo, a los gángsters. A diferencia de los psicópatas o antisociales, las personas impositivas o autoritarias no son indiferentes al daño que pueden causar a los demás.
  • Se comportan como vigilantes o guardias de la moral, de las buenas costumbres o de algún sistema de creencias. Son el típico censurador que quiere vigilar, aprobar o desaprovar y castigar en el caso de no haber obediencia. ¿Hay alguna manera de dejar de ser impositivos? Lo que este tipo de persona necesita es hacer un proceso de "remoralización". Esto significa que lo que necesita cambiar en ellos es, básicamente, su sistema de valores.

Necesitan entender que el respeto y la tolerancia son virtudes del más alto valor. También necesitan mirar hacia su interior y admitir que son sus miedos y vacíos que los llevan a querer imponerse sobre los demás.