Comunicar de manera eficaz no es simple. Son más comunes las suposiciones y los malentendidos que los mensajes claros y las interpretaciones precisas. Por eso, es importante conocer los beneficios de la comunicación empática, también conocida como no violenta, y desarrollada por Marshall Rosenberg.
Esta herramienta surgió con la pretensión de proporcionar las habilidades necesarias para relacionarse de manera más colaborativa y en armonía con nuestros valores. Así, además de evitar posibles conflictos y malentendidos, nos permite resolverlos emocional y racionalmente, abandonando formas más tradicionales. La comunicación empática tiene como objetivo ayudar a mantener una escucha activa basada en la comprensión mutua. Personalidad asertiva La asertividad es el punto medio entre la pasividad y la agresividad. Una habilidad que permite expresar las opiniones personales, respetar a los demás y también establecer límites. El psicólogo Marshall Rosenberg nos alienta a ponerla en práctica para mejorar nuestras relaciones.
Una de las características más comunes en las personas asertivas es el afecto que sienten en relación con los defectos de otras personas. Es decir, no los critican, ni demuestran negligencia o indiferencia por ellos, sino que los abrazan para comprenderlos. Por lo tanto, la asertividad es un aspecto fundamental de la comunicación empática o no violenta.
La persona asertiva respeta los límites, las necesidades, los deseos y las opiniones ajenas. Compartir
Beneficios de la comunicación empática
La empatía, esa capacidad de colocarse en el lugar del otro, también forma parte de este tipo de comunicación, además del dominio del lenguaje verbal y no verbal, tanto propia y ajena.Esta forma de comunicarse tiene como objetivo establecer una relación sincera y auténtica entre emisor y receptor. Así, algunos de los grandes beneficios de la comunicación empática son los siguientes:
Creación de relaciones personales satisfactorias
La comunicación empática se define por la expresión de un mensaje conciso, preciso y riguroso que contribuye a un mejor entendimiento. Esto, a su vez, deja menos espacio para la crítica y más para el intercambio efectivo de mensajes.
Así, si compartimos nuestras preocupaciones de manera asertiva, estaremos ofreciendo la oportunidad para el otro de comprender y compartir nuestra incomodidad. Marshall Rosenberg insiste particularmente en la importancia de involucrar al otro en la "esperanza compartida" entre ambos.
Resolución de conflictos
El fundamento de una comunicación empática adecuada es hablar del propio sentimiento, del yo. Así, nadie puede discutir lo que se comunica porque esa parte es individual y pertenece a la persona que se expresa. Por lo tanto, cuando quiera que alguien no interprete su mensaje como una indirecta o un ataque, sino como un intento de comunicación no violenta, comience las frases con "siento que" o "me siento".
En lugar de decir "Llegamos hace una hora. Usted está siempre atrasado. Usted es un egoísta ", sustituya por" Siento que cada vez que me hace esperar tanto tiempo, pierdo la voluntad de encontrarlo. Es desmoralizante, perturbador y me hace sentir impotente ".
Si cambia las acusaciones y las críticas por mensajes acerca de cómo se siente, la comunicación no será tan negativa. El otro no se sentirá ofendido, usted podrá expresarse y en vez de acabar irritando, podrá llegar a una conclusión.
Honestidad Usted debe saber decir "no" y aceptar las críticas de los demás.
Sólo así usted puede ser honesto consigo mismo y con los demás. Para poder ser virtuoso, usted debe eliminar todo tipo de especulaciones o comportamientos comunicativos destructivos.
De acuerdo con Bob Wentworth, especialista en los beneficios de la comunicación empática, "una observación establece el contexto, los sentimientos apoyan la conexión y nos sacan de nuestra cabeza. Las necesidades sostienen la conexión e identifican lo que es más importante, y una solicitud aclara el tipo de respuesta que usted quisiera ".
Usando estos componentes en conjunto, se eliminan todas las probabilidades de hacer juicios moralistas, como usted podrá ver más adelante.
Desarrollo de la capacidad de escucha y comprensión La comunicación no violenta promueve el desarrollo de la empatía por sí mismo, entendida como la manera compasiva de entender lo que está sucediendo dentro de nosotros. Implica percibir sentimientos, pensamientos y juicios, y conectarse con las necesidades que nos paralizan o bloquean.
Además, este tipo de comunicación también promueve la empatía como la habilidad de entender afectivamente el corazón del otro. Por lo tanto, no sólo nos permite comprender sus ideas o pensamientos, sino también sus emociones y sentimientos. Conductas que bloquean la comunicación empática Rosenberg garantiza que, al igual que existen muchos beneficios de la comunicación empática, también existen ciertas maneras de comunicarse que bloquean el desarrollo de este tipo de comunicación y, por lo tanto, de la empatía y la asertividad. A continuación veremos algunas de ellas.
Juicios moralistas
Los juicios moralistas son una forma impersonal de expresión que no transmite lo que la otra persona realmente siente, sino la máscara.Asumen diferentes formas, como la crítica, las humillaciones, los insultos o el cinismo. Rosenberg propone sustituirlos por observaciones objetivas y evitar cualquier juicio respecto al otro para concentrarse en lo que se siente.
"El informe que usted me entregó es terrible. Entonces no podemos entregarlo a nadie.
Podemos cambiar a
"En el informe que me ha dado hay algunas ideas que tendríamos que cambiar. Cambie antes de entregar al cliente ".
Exigencias y comparaciones con otras personas
Pedidos, demandas, ofensas ... Usamos todo tipo de herramientas para obligar al otro a entendernos. Al final de cuentas, son amenazas que contienen culpa o castigo si no obtenemos las demandas solicitadas. Es decir, son formas de manipulación y comunicación agresiva. Negación de la responsabilidad Un ejemplo muy común de este comportamiento ocurre cuando el adolescente trae las notas a casa y dice:
"Madre, ellos me suspendieron". Ese "ellos me suspendieron" en vez de "fui suspendido" es una manera de atribuir la causa de sus desgracias a agentes externos y de evitar sus responsabilidades. Otra forma de hacer esto es usando un lenguaje impersonal o condicional, haciendo referencia a nuestro diagnóstico, historia o experiencias. La cuestión es evitar las consecuencias de asumir la responsabilidad de lo que ocurrió. Como vemos,
la comunicación empática requiere un esfuerzo personal
por parte de ambos interlocutores, pero los beneficios obtenidos merecen ese trabajo previo.