Tecnología y Familia, duelo de gigantes en la sociedad contemporánea. En la sociedad dicha como moderna, las relaciones están siendo a través de un click, raras son las conversaciones ojo en el ojo, abrazos, cariños .Palabras son frases, palabras son abreviaciones, puntuación casi no existe, decadencia en la educación. La gente cree que ese click ayuda en lo que hoy jura no tener: tiempo, practicidad, agilidad y conformismo forman parte de esa carrera. Los niños están creciendo en un mundo acelerado, donde tiempo es oro, y viviendo solamente el ahora. El diálogo entre padres e hijos está quedando atrás
. La escena más común en un hogar es: en la sala la TV encendida, los padres en el sofá cada uno revolviendo en su móvil y los hijos cada uno en su habitación también revolviendo en sus aparatos electrónicos. Y por muchas veces ese diálogo que debería ser presencial está siendo digital dentro del mismo espacio.¿Quién diría que un aparato tan pequeño, un objeto de valor mensurable, pudiera ser tan idolatrado
. Las manos viven ocupadas. A la hora de la comida una mano está para el talher, así como la otra mano está para el celular, como una ecuación matemática, donde el orden de los factores alteran la suma, a diferencia de la adición.La tecnología aproxima a quién está lejos y distancia quién está cerca.
CompartirSe sabe que es una excelente e importante herramienta en los días actuales, pero no siendo bien utilizada, puede traer daños irreparables en lo que se refiere a la relación familiar como un todo y también en la educación escolar, sin tratar de los diversos campos que puede alcanzar.
La familia con dependencia de la tecnología sufre impactos en la relación La desorganización familiar puede ser alcanzada en diversos campos, ya sean emocionales, sociales, financieros, educativos (escolares), así como en las actividades rutinarias, impidiendo el funcionamiento sano de la familiaen día a día con riesgo de daños en el futuro.
Expresar emociones, hacer amistades, ejercicios físicos, juegos tradicionales como jugar pelota, agarrar, robar la bandera, están siendo reemplazados por actividades en el mundo digital.
En particular, la principal área afectada en la relación padres e hijos en la era digital ha sido el diálogo. Hoy la mayoría de los padres pasa la mayor parte del día fuera de casa; el trabajo los consume, llegan a casa estresados después de un día lleno de cobranzas profesionales, y cuando tienen tiempo durante el día se comunican con sus hijos a través de conexión por el celular, o el más usado Whatsapp. Pronto los niños son regalados con un aparato tecnológico con la justificación que a través de ese objeto los padres tendrán más control bajo el niño por no poder estar cerca de ella. "El diálogo está muriendo, muchos sólo saben hablar de sí mismo cuando están ante un psiquiatra o psicólogo. Los padres e hijos no cruzan sus historias, raramente intercambian experiencias de vida La familia moderna se está convirtiendo en un grupo de extraños, todos aislados en su propio mundo. "
Augusto Cury - Necesidades del momento.
Con las múltiples tareas, Internet permite y facilita la aceleración de las informaciones, pero el ser humano tiene límites, y eso se está convirtiendo en una fuente de estrés. La Internet es una de las responsables del cambio de comportamiento. Los estudios ya llegaron a la conclusión de que los dependientes tecnológicos poseen algunos de los problemas siguientes: Reducción de la atención, aumento de obesidad, pérdida de identidad y autoestima, disminución de la empatía, aumento de estrés y depresión.
Pero la culpa no es de la tecnología, sino de quien la utiliza y cómo lo hace. Es necesario establecer límites, determinar la frecuencia de utilización, y observar lo que el niño está haciendo en Internet. El ser adulto es "aburrido", ser padre o madre y educar da trabajo, pero es deber de ellos decir "No, poner límites, orientar, prohibir, y hacer que los niños entiendan que buenos padres no son aquellos que lo permiten todo.
Frustrar también forma parte de la educación
; la frustración permite el entendimiento de que la vida no es "un mar de rosas", no siempre todo dará bien, no siempre las cosas salen como deseamos, la exageración del sí omite la realidad que nos rodea. Los medios pueden ser un mundo de fantasías, y después de entrar en él puede ser difícil salir. Los humanos se están volviendo cada día más individualistas y egocéntricos, quieren satisfacer con menos esfuerzo, tienen menos capacidad de ponerse en el lugar del otro, no logran percibir y leer las emociones del otro, y aún tenemos la inversión de valores, donde el tener es más importante que el ser.
Jóvenes tecnológicamente dependientes están preocupados por la aprobación de la sociedad , del grupo en que viven, pues en ese mundo en que ellos viven, creen que no están solos. Por ser un acontecimiento reciente todavía no sabemos cómo serán los futuros adultos, cuáles serán los efectos de la tecnología sobre ellos. Por lo tanto no podemos esperar sentados, hay que actuar antes de que esa futura sociedad sea invadida aún más por enfermedades emocionales.